MADRID/BOGOTÁ (Reuters) - El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, instó el miércoles a Venezuela a no permitir que los rebeldes de las FARC crucen a su territorio, en la última señal de las deterioradas relaciones entre los dos vecinos andinos.
Consultado acerca de la presencia de la FARC en Venezuela en un almuerzo con empresarios españoles en Madrid, Uribe respondió: "Estos bandidos, a medida que sienten la presión de nuestra fuerza pública, abusan de nuestros vecinos. Lo que les digo a los vecinos es que no dejen que abusen de ellos".
Las relaciones entre Uribe, un aliado de Estados Unidos, y el presidente izquierdista Hugo Chávez pasan por un momento una gran tensión después de que el mandatario colombiano suspendiese la mediación de su homólogo venezolano ante las FARC para buscar la liberación de más de 40 personas secuestradas.
Pese a que la semana pasada Colombia le exigió respeto por Uribe y su Gobierno, Chávez lo comparó con Vito Corleone, el jefe de la mafia de Nueva York, en la película "El Padrino".
Colombia y Venezuela comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros, con un activo comercio binacional que en 2007 ascendió a unos de 6.000 millones de dólares (unos 4.110 millones de euros). Venezuela es el segundo socio comercial de Colombia después de Estados Unidos.
Uribe es un aliado de empresarios e inversores que han dado soporte a un crecimiento económico sostenido en los últimos años y elevado el nivel de empleo en el país de más de 42 millones de habitantes.
Uribe, quien apoyado por Washington lidera un programa contra la guerrilla, se negó a dejar de considerar terroristas a las FARC pero no perdió la paciencia frente a lo que para muchos era una nueva provocación de Chávez, quien llamó a consultas a su embajador en Bogotá y ordenó reforzar la presencia militar en la frontera para evitar el contrabando de alimentos.