Varsovia, 23 ene (EFECOM).- La muerte hoy de uno de los camioneros atrapados en la frontera polaca-ucraniana ha colmado la paciencia de los transportistas, que amenazan con bloquear el próximo día 25 las principales carreteras de Polonia si el gobierno no pone solución al colapso fronterizo del paso de Dorohusk, que dura más de tres días.
En el lado polaco de Doruhusk, uno de los pasos más transitados entre Polonia y Ucrania, la cola de camiones rebasa ya los quince kilómetros, con esperas que en algunos casos superan los tres días.
La situación es dramática para los transportistas, que ven cómo las horas pasan sin una solución, obligados a permanecer en las cabinas de sus vehículos mientras afuera las temperaturas están muy por debajo de los cero grados.
La interminable espera se cobró hoy la vida de uno de los camioneros, Dariusz W., de 50 años, a quien las unidades médicas no consiguieron reanimar y que falleció en su camión presumiblemente por paro cardiaco.
La muerte de Dariusz rompió el tenso silencio de las empresas de transporte polacas, que anunciaron hoy un ultimátum al ejecutivo de Donald Tusk: si no se resuelve la situación del colapso fronterizo antes de mañana a mediodía, el próximo viernes miles de camiones bloquearán las principales vías de Varsovia y del este del país.
"Esto es una auténtica pesadilla, no es posible esperar tanto sólo para cruzar una frontera, y lo peor es que no es la primera vez que se da una situación así en este paso", explicó a la prensa uno de los camioneros atrapados en Dorohusk.
Mientras, los guardias fronterizos reconocieron que no son suficientes para controlar un número tan elevado de vehículos, cuya cifra ha superado completamente las previsiones hechas por las autoridades de aduanas.
Lo cierto es que la plantilla de gendarmes está a la mitad debido a que varios guardias se encuentran de vacaciones o están ausentes por baja médica.
La falta de agentes se une a la necesidad de inspeccionar con más meticulosidad las cargas de los camiones, debido a la obligación de endurecer de los controles aduaneros tras la reciente entrada de Polonia en el espacio Schengen, lo que la convierte en la frontera oriental más grande de Europa. EFECOM
nt/jcb/prb