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El barril de crudo de Texas sube de 10 a 100 dólares en menos de una década

Víctor Martín

Nueva York, 2 ene (EFECOM).- El precio del crudo de Texas, que a finales de 1998 se situaba entre diez y once dólares, llegó hoy a tocar los cien dólares en Nueva York, debido en gran medida a la fuerte demanda en EEUU y en otros países en vías de desarrollo, entre otros factores.

El precio del crudo bajó en 1997, sobre todo debido a un aumento de más de 2,2 millones de barriles en la oferta global, y ese declive continuaría en 1998 hasta situarse durante varios días de diciembre en torno a diez dólares.

Desde entonces, el crudo se encareció, como consecuencia en gran medida de la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de ajustar el excesivo nivel de oferta al de demanda.

En marzo de 1999, los productores de la OPEP, junto a Rusia, México y Noruega, recortaron la oferta de crudo en 2,1 millones de barriles diarios durante un año, con el objetivo también de recuperarse de la fuerte caída de ingresos por los bajos precios.

A finales de ese año ya se había duplicado el precio del crudo de Texas, que cerró la última sesión de diciembre a 25,60 dólares.

La escalada de precios en Nueva York continuó con el cambio de milenio, tras comprobarse que los pronósticos de un posible caos generalizado, por el ajuste de programas informáticos y tecnología, no se materializaba ni en EEUU ni en otros países.

El 7 de marzo de 2000, los contratos de petróleo WTI con más próximo vencimiento terminaron la sesión a 34,13 dólares, entonces el valor más alto en nueve años.

El encarecimiento del crudo tuvo un reflejo inmediato en la venta al público de gasolina y gasóleo de calefacción, lo que llevó al entonces presidente Bill Clinton a liberar 30 millones de barriles de la Reserva Estratégica de EEUU para presionar a la baja a los precios.

El valor del crudo varió la tendencia alcista en 2001, después de que la OPEP elevara su oferta y cayera la demanda a causa de la recesión económica que vivía el país.

Los atentados del 11 de septiembre de ese año agudizaron los temores a una grave crisis económica y a una menor demanda petrolera, lo que provocó más descensos de precios y que los productores trataran de frenar la caída con recortes de producción.

El 2002 fue de gran volatilidad en el mercado neoyorquino y el petróleo WTI finalizó ese año a 31,20 dólares, un 57 por ciento más caro que en 2001.

La perspectiva de una ofensiva militar en Irak para derrocar a Sadam Husein y el temor a que eso interrumpiera los suministros, añadió una prima de unos 5 dólares al precio a que los expertos consideran que debería negociarse el crudo, según los niveles de oferta y demanda.

La crisis política en Venezuela y una prolongada huelga, que redujo la producción, también favoreció la subida del crudo a finales de 2002 y principios de 2003.

La inminencia de una guerra en Irak hizo que el crudo superase los 37 dólares entre febrero y marzo de 2003, pero poco después bajo, por la rápida caída de Husein y el hecho de que no se destruyeran pozos petroleros como se temía.

No obstante, frecuentes ataques a oleoductos y la inestabilidad en ese país favorecieron un encarecimiento gradual del crudo en 2004, de forma que en septiembre se superaban ya los 50 dólares.

Esos factores, unido al fuerte alza de la demanda mundial y al persistente descenso de reservas en EEUU ayudaron a que el petróleo WTI alcanzase un máximo de 55,17 dólares el 22 de octubre de 2004.

El año siguiente se cerró por encima de 61 dólares, un 40,5 por ciento más caro que al comienzo y ya tocó los 70 dólares el 30 de agosto, debido a la devastación del huracán "Katrina" en el Golfo de México y en refinerías de Luisiana, Misisipi y Alabama, que se agravaría días después con el paso de "Rita".

Esos perjuicios llevaron también al galón de gasolina (3,78 litros) a un precio récord de 3,05 dólares en la venta al público, aunque en algunas gasolineras se llegó a pagar a 5 dólares.

El barril de petróleo WTI terminó 2006 en un nivel similar al del año anterior, aunque entre abril y agosto se mantuvo en torno o por encima de 70 dólares y en julio tocó un máximo de 78,40 dólares.

Las inquietud por el programa nuclear de Irán, la inseguridad en Nigeria y la fuerte demanda en China, India y EEUU, favorecieron la escalada ese año y han seguido actuando sobre los precios en 2007.

A esos factores se ha unido en 2007 el debilitamiento del dólar y el aumento de la tensión en la frontera entre Irak y Turquía, y en Pakistán, mientras las reservas en EEUU siguen mermado. EFECOM

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