PEKÍN (Reuters) - Una niña china de 10 años nadó durante tres horas en un río con las extremidades atadas, informaron los medios estatales, en la última prueba de resistencia que plantea dudas sobre el abuso infantil.
"La próxima vez, nadará más lejos y la seguiré en barco para asegurar su seguridad", dijo el padre de Huang en declaraciones recogidas por la agencia. El progenitor calificó a su hija de prodigio de la natación, dijo.
El padre de Zhang se vio obligado a negar las acusaciones de abusos emitidas por los medios locales y algunos expertos, que dijeron que el régimen de ejercicio dañaría el cuerpo de la niña y afectaría a su crecimiento.
"Es peligroso nadar con las extremidades atadas. ¿Qué pasa si le da un calambre y se ahoga?", dijo un estudiante universitario apellidado Gao a Xinhua.
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