PUERTO CABEZAS, Nicaragua (Reuters) - El potente huracán Félix, que golpeó el martes las costas de Nicaragua, arrasó con vientos y torrenciales lluvias un pueblo entero en el Caribe, y avanzaba tierra adentro amenazando con desprendimientos de tierras a Honduras y Guatemala.
Félix castigó con toda su furia y devastó a pueblos pesqueros de casas humildes de madera habitadas en su mayoría por indígenas miskitos y la etnia garifuna.
Otra persona estaba desaparecida. Una decena de embarcaciones pesqueras también fueron declaradas como desaparecidas.
"Me cayeron siete árboles de eucalipto en la casa y el viento levantó el techo", dijo a una radio Oscar Novoa, poblador del centro de la ciudad caribeña.
Las brigadas de rescate comenzaban a recorrer las calles y el Gobierno nicaragüense esperaba tener un primer corte de los daños y las pérdidas materiales en la zona el mismo martes.
HACIA HONDURAS
En el departamento hondureño de Olancho, las lluvias ya habían comenzado. Y en la capital, Tegucigalpa, se decretó el alerta roja por posibles inundaciones y desprendimientos, exhortando a 10.000 habitantes a evacuar ciertas zonas.
"Muchos quisiéramos salir de aquí, pero no podemos por falta de dinero y además ya no hay vuelos ni viajes en barco por el mal tiempo", dijo Wilfredo Martínez, un poblador de Puerto Lempira, en Honduras.
/Por Jimmy Sánchez/.*.