PUERTO CABEZAS, Nicaragua (Reuters) - El potente huracán Félix golpeó el martes las costas de Nicaragua, arrasando un pueblo entero con sus vientos y lluvias torrenciales que derribaban edificios, árboles y todo lo que encontraban a su paso en la humilde zona pesquera del Caribe.
"La situación está caótica, Puerto Cabezas está quedando totalmente destruida", dijo a Reuters Antonio Joya, delegado del Gobierno de la zona en Defensa Civil. "Estoy seguro que va a ser un desastre total".
En Puerto Cabezas, la iglesia del pueblo ya se había derrumbado por los vientos y las lluvias, según las radios locales. Y hasta la Casa de Gobierno del municipio se desbarataba, aseguró Joya.
Otros pobladores, desafiando a los vientos, intentaban reforzar sus techos con piedras o clavando las láminas para que no se volaran.
Félix avanzaba a unos 26 kilómetros por hora tierra adentro y con esa trayectoria se esperaba que entre en Honduras más tarde el martes, aunque ya debilitado.
Félix amenazaba también a muchos pueblos pobres de Honduras y Guatemala que están en las colinas tierra adentro pero son muy vulnerables a los deslaves y las lluvias.