
El presidente estadounidense sigue apretando a la Reserva Federal para que bajen los tipos de interés. Durante meses, Donald Trump ha tratado de intervenir en la decisión del banco central, amenazando su independencia, y ha repetido insultos contra Jerome Powell, presidente de la institución, y amenazas sobre la posibilidad de una destitución. Al verse incapaz de sacar a Powell de la Fed, por no tener poderes para hacerlo, Trump ha decidido presionar al resto de miembros para que "tomen el control" y bajen los tipos. A pocos meses de que Powell acabe su mandato como presidente del banco central, la sorprendente dimisión de Adriana Kugler, el pasado viernes, por motivos personales, deja a los partidarios de mantener los tipos altos en minoría, y Trump gana una vacante que podrá rellenar con el nombramiento de un miembro afín, que, además, puede ser el elegido para presidir a la Fed a partir de mayo.
Los problemas de Trump con Powell empezaron ya en el primer mandato del presidente republicano, y se han intensificado en este segundo periodo en la Casa Blanca, con constantes ataques, insultos, e intentos de socavar la independencia de la Fed para que hagan lo que Trump pretende: bajar los tipos para estimular la economía. Los intentos de Trump han sido infructuosos, y sus presiones parecen exageradas, y más si se tiene en cuenta que el voto de Powell es uno más en el Comité Federal del Mercado Abierto de la Fed, por lo que Trump tendría que convencer al un número suficiente de miembros para que pasen por el aro, lo cual eliminaría la independencia del banco central.
Trump quiere más palomas (partidarios de tipos bajos) que halcones (partidarios de tipos altos) en la Junta de Gobernadores de la Fed, y poco a poco, lo está consiguiendo. La semana pasada, cuando la Fed se reunió para decidir qué hacer con los tipos de interés, quedó patente que cada vez hay más partidarios de bajar tipos, ya que, por primera vez en 30 años, hubo dos miembros que votaron en contra de la opción que eligió el presidente Powell: fueron Michelle Bowman y Christopher Waller.
? Trump asalta la Fed a fuego lento para tomar el control de los tipos
— elEconomista.es (@elEconomistaes) August 4, 2025
? La dimisión de Kugler deja una vacante en la Fed que podrá reemplazarse por una 'paloma'.
?? Te lo cuenta @Victorbmoro
Más detalle aquí ? https://t.co/VFdaAlS0P7 pic.twitter.com/qdvr5n5545
Además, la clasificación que hace la agencia Bloomberg de los miembros de la Fed, en función de si son halcón o paloma, refleja que los partidarios de mantener los tipos altos se están quedando cada vez más solos: el viernes había seis miembros halcón, frente a siete paloma, y la dimisión de Kugler, una de los halcones, de este fin de semana, deja a los partidarios de tipos altos en una minoría cada vez más grande.
Además, no hay que olvidar el efecto que tuvo el dato de empleo de Estados Unidos que se publicó el pasado viernes en la postura de los miembros del banco central: después de conocerse un enfriamiento inesperado de las contrataciones, y un aumento de la tasa de desempleo, desde el 4,1% hasta el 4,3%, los inversores se convencieron de que la Fed actuará y bajará los tipos dos veces antes de 2026, un escenario que encaja con los deseos de Trump, frente a la posibilidad, que se barajaba hasta el viernes, de que la Fed sólo bajase los tipos una vez antes de terminar el año.
La renuncia de Kugler abre las puertas a una nueva paloma
El presidente estadounidense no tiene potestad de intervenir la Fed, salvo casos de extrema gravedad, ni de destituir a su presidente, algo que ha quedado patente en los últimos meses, tras los continuos ataques de Trump a Powell, que no han tenido efecto.
Sin embargo, el presidente del Gobierno estadounidense si tiene la capacidad de nominar a los futuros miembros de la Fed, por lo que la salida de Kugler le brinda la oportunidad de colocar en su asiento a un miembro que sí sea partidario de bajar los tipos de interés, algo que no será tan complicado teniendo en cuenta el último enfriamiento del empleo en el gigante norteamericano. Esta es la única manera que tiene Trump de ganar control frente a la Fed: a base de nombramientos de nuevos miembros, una vez haya vacantes, y aprovechar que el voto de Powell vale lo mismo que los del resto de miembros de la Junta de Gobernadores.
Trump también cuenta a su favor con que el Senado estadounidense, encargado de confirmar el nombramiento de los nominados a presidente de la Fed, es ahora de mayoría republicana, lo que le facilita, en principio, la elección de cualquier miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed.
De este modo, Trump consolida poco a poco su poder en la Fed, al menos, en cuanto a las presiones para bajar tipos se refiere. Ahora habrá que esperar a ver si la Junta de Gobernadores considera que lo más adecuado es bajar tipos, sea por las presiones de Trump, o porque creen que es lo más correcto teniendo en cuenta el desarrollo de la economía.