Bolsa, mercados y cotizaciones

Bowman y Waller tenían razón: el mal dato de empleo da un vuelco a la Fed y augura un recorte de tipos en septiembre

  • Los inversores ya descuentan una bajada en septiembre casi con toda probabilidad
  • La debilidad del empleo da la razón a Waller y Bowman, los disidentes de la Fed
  • El BCE no se contagia tanto y se mantiene la expectativa de un solo recorte, en diciembre
Jerome Powell, presidente de la Fed. Foto: EFE
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La última semana de julio ha sido una vorágine en los mercados de renta fija. El lunes los inversores esperaban que hubiese dos bajadas de tipos de la Reserva Federal antes de final de año: una en septiembre, y otra, lo más probable, en la reunión de diciembre. Sin embargo, todo cambió tras la reunión de la Fed a mitad de semana. El presidente de la institución, Jerome Powell, mantuvo su discurso prudente y, aunque ya hubo dos miembros de la Fed que votaron por bajar tipos en esta misma reunión, aseguró que la situación económica de EEUU no demandaba un recorte de tipos, al menos hasta tener nuevas señales que así lo pidiesen. Estas señales no han tardado en llegar, y la primera grieta evidente se ha confirmado en el dato de empleo de este viernes.

Los inversores asimilaron el mensaje del presidente de la Fed y borraron de sus expectativas un recorte de tipos antes de 2026. Sin embargo, las señales que buscaba Powell para poder bajar tipos, que confirman la debilidad de la economía americana, no han tardado en llegar: el dato de empleo del viernes ha dado un aviso evidente de agotamiento, y las expectativas de los mercados han dado un giro rápido; ahora los inversores vuelven a descontar una bajada de tipos en septiembre y otra para diciembre, ambas, con una probabilidad muy alta de producirse.

Este giro rápido del mercado se enmarca en un momento en el que la incertidumbre es altísima. Powell y la Fed lo tienen asumido, y en las últimas reuniones han insistido mucho en la poca convicción que hay de cara a mover los tipos de interés. Sin saber cómo afectarán los aranceles a la economía, y con un debate abierto sobre la necesidad de impulsar el crecimiento con bajadas de tipos, a costa de arriesgarse a disparar a la inflación, la Fed ha mantenido una postura de "esperar y ver" cómo se desarrollan los acontecimientos.

En medio de esa espera, el dato de empleo, que se ha publicado este viernes en Estados Unidos, no deja dudas: la situación está empezando a empeorar. Esto da la razón a los dos miembros de la Fed, Christopher Waller, y Michelle Bowman, que votaron el miércoles por una bajada de tipos, alegando que, si se esperaba demasiado en hacerlo, se corría el riesgo de que haya un deterioro den el mercado laboral. Fue la primera disidencia de dos miembros, frente al voto del presidente de la Fed, que se ha producido desde 1993, una señal de la ruptura en el seno de la entidad, en un momento de alta incertidumbre. Dicho y hecho: las primeras grietas en el empleo americano han hecho aparición, con el peor dato de contrataciones que se ha visto desde el año 2020, en plena pandemia de Covid-19.

Ahora los inversores dan una probabilidad de casi el 90% de que haya un recorte de tipos de 25 puntos básicos en septiembre, y están absolutamente convencidos de que habrá otro del mismo calibre, posterior, o bien en la reunión de octubre, o bien en la de diciembre.

"Parece que, si la Fed hubiese tenido estos números de empleo disponibles antes de la reunión del miércoles, habrían recortado los tipos esta misma semana", explica Veronica Clark, economista del banco Citi, en declaraciones a la agencia Bloomberg.

El último giro que han dado las expectativas de los inversores para los tipos de la Fed encaja con la exigencia de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, a Jerome Powell, de que baje los tipos de interés. Hasta la fecha, Powell ha evitado pronunciarse sobre estas presiones, ni tampoco sucumbir a ellas, ya que ha insistido en que el voto del Comité Federal del Mercado Abierto de la Fed se basaba sólo en su análisis económico. Ahora habrá que esperar a ver si Powell asume que el último dato es suficientemente débil como para votar, en la reunión de septiembre, por un recorte de tipos.

Por su parte, el BCE, para el que los mercados borraron esta semana un recorte de tipos previsto antes de 2026, no reaccionó el viernes al dato de empleo estadounidense, y ahora los inversores esperan que se mueva con mucha más tranquilidad que la Fed en los próximos meses: desde ahora, hasta junio de 2026, sólo se espera un último recorte de tipos en Europa, de 25 puntos básicos, en el encuentro de septiembre.

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