Bolsa, mercados y cotizaciones

Por qué la deuda europea a 5 años es ahora el límite de los expertos a la hora de invertir en bonos

  • No es el momento de extender la duración más allá por la incertidumbre, según los expertos
  • La encuesta de elEconomista.es refleja que el tramo de 3 a 5 años es el mejor para invertir
Un fajo de billetes en euros. Dreamstime

El mercado de deuda europeo refleja la incertidumbre en el corto plazo por la tensión geopolítica, pero también la inseguridad en el largo plazo. La política monetaria del Banco Central Europeo consigue aplanar la curva y devolverla a una cierta normalidad en el que las letras ofrecen menor rentabilidad que los bonos a mayor duración. Sin embargo, la volatilidad actual apenas compensa la expectativa de rentabilidad de la deuda soberana más duradera, hasta el punto de que los expertos trazan un límite casi unánime en los bonos a cinco años a partir de los cuales no compensa comprar deuda europea.

El ejemplo está en los bonos soberanos alemanes, por ser la deuda de este país la referencia para el mercado secundario europeo. La última encuesta realizada por elEconomista.es a doce bancos de inversión, gestoras o firmas de análisis refuerza la idea de que los bonos alemanes a 5 años son los últimos que ofrecen una rentabilidad aceptable sin asumir mayor incertidumbre por el qué pasará en el futuro. De hecho, el 80% de los encuestados se va hasta los cinco años y solo dos expertos se aventuran hasta los 8 y 10 años como su propio límite.

La respuesta está en el déficit europeo, el programa de rearme del Viejo Continente con una petición de la OTAN de incrementar el gasto militar hasta el 5% del PIB y la posibilidad de ver de nuevo tipos al alza en la eurozona. Y es que, aunque el BCE está llegando al final de su camino en cuanto a flexibilización monetaria, el riesgo de ver un nuevo repunte de la inflación más allá del 2025 aviva el temor del mercado de un nuevo endurecimiento del precio del euro.

"Con diferenciales relativamente planos, el incentivo para asumir duraciones muy largas es limitado. Salvo que se anticipe una caída significativa de los tipos", opina el responsable del equipo de inversión de MoraBanc, Gerard Mandicó. "5 años es nuestro plazo límite. Y creemos que hay que tener ambos activos, deuda soberanas y bonos corporativos. Creemos que la volatilidad de los tramos de más años no compensa la expectativa de rentabilidad que ofrecen ahora. Somos partidarios de, llegado el momento de vencimiento, ir renovando plazos o ir haciendo una gestión activa entre el 3 y el 5 años", resume el socio director de alt Capital, Félix López.

El último experto ejemplifica el otro consenso de los expertos: el límite que establece el mercado a la hora de seleccionar el vencimiento en la parte baja de la curva: los bonos a tres años. "La revalorización en la parte media de la curva, combinada con la convergencia y moderación de la volatilidad histórica, hace que estos segmentos sean especialmente atractivos", refleja el responsable de zona euro en Eurizon, Silvio Vergallo.

Por esta parte del rango, las motivaciones de los expertos se dirigen principalmente a la política monetaria y a las tires (tasa interna de retorno) actuales. Y es que la deuda a más corto plazo apenas cubre la inflación en la actualidad, lo que genera bajo atractivo a los inversores como producto de inversión y como producto de ahorro. Para volver a ver rentabilidades en los vencimientos más inmediatos (como serían las letras del Tesoro español) el mercado debería percibir un giro radical en la política monetaria de la eurozona que, por el momento, no se espera. "Durante las correcciones del crédito en abril, los plazos cortos permanecieron muy estables, no se abarataron y las oportunidades se dieron en los tramos medios y largos de la curva", pone por ejemplo la gestora de Renta Fija en EDM, Karina Sirkia.

Obviamente, existen diferencias entre los diferentes emisores de deuda. En la actualidad hay países colocando deuda soberana en el mercado a intereses superiores a los bonos alemanes. Por ejemplo, los bonos a 5 años italianos ofrecen una rentabilidad 60 puntos por encima de los alemanes; muy en la línea de lo que ofrecen los títulos franceses que en los últimos meses eleva la preocupación del mercado. De hecho, la aversión al riesgo de los bonos franceses lleva a situar su rentabilidad por encima de la italiana, francesa y española en la mayoría de vencimientos por debajo de los cinco años.

Por norma general, el diferencial entre los bonos alemanes y los de los países europeos periféricos se amplía a medida que se avanza en la duración. Si los bonos españoles y los alemanes se llevan 20 puntos básicos en la deuda a dos años (a favor de los alemanes) en los bonos a 10 años.

¿Extender la duración más allá de los cinco años?

Puede que la mayoría de los expertos no vea un entorno óptimo para alargar las estrategias de renta fija en bonos soberanos europeos más allá de los cinco años. Sin embargo, hay quienes desplazan su rango en busca de mayores rentabilidades porque están descontando más bajadas de tipos de las que prevé ahora mismo el consenso de mercado.

El analista de mercados Javier Cabrera es uno de ellos, ya que fija su rango entre los 4 y los 10 años para la deuda soberana europea (no para la corporativa). "La oportunidad en estos vencimientos se da porque la curva está más empinada y la potencial rentabilidad por rolling down [comprar bonos con vencimientos más largos para beneficiarse de la disminución gradual del rendimiento] es mucho mayor", considera el experto. Lo único que afectaría negativamente a esta estrategia sería un entorno arancelario peor del esperado que podría incrementar las primas de riesgo.

El director de renta fija y activos monetarios de Creand Asset Management, Josep María Pon González, también mantiene una preferencia por tramos más largos que el consenso que en el caso de la deuda corporativa alarga entre los cuatro y los ocho años. "Esperaríamos nuevas oportunidades para asegurar rentabilidades más elevadas en la parte larga de la curva ya sea por un aumento de los spreads que puede ser debido a una desaceleración económica, desacuerdo arancelario o un aumento del riesgo geopolítico o una mayor debilidad en las subastas que aumentaría la rentabilidad exigida por el inversor", explica Pon González.

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