
Vuelven los récord históricos a Wall Street. Uno de los mayores contratistas del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, las acciones de la tecnológica Palantir, están en máximos nunca vistos antes en su historia por encima de los 141 dólares. Pero ahora los analistas se preguntan si todo esto puede aguantar mucho más.
Los datos aclaran que, si bien no imposible, podría ser muy complicado. De los casi 30 expertos que cubren la acción, apenas uno de cada cuatro sigue recomendando "comprar" después de que Morningstar actualizase hace unos días sus proyecciones y recortara su pronóstico a "vender" y el precio objetivo a los 100 dólares. Deutsche Bank también se inclina por deshacer posiciones y RBC Capital Markets, Mizuho Securities y Jefferies hablan de "rentabilidad inferior".
El precio objetivo está cerca de un 25% por debajo de los niveles de cotización actuales, en el entorno de los 103,42 dólares, según Bloomberg. Desde junio de 2024, Palantir ha ganado casi un 500% en bolsa. Solo en lo que va de año -tras cerrar en máximos hasta en 17 ocasiones-, se apunta una ganancia del 88%.
El PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) actual de Palantir supera las 600 veces, muy lejos de las 25,6 veces sobre las que se negocia el S&P 500.
¿Qué hace Palantir?
Palantir desarrolla un software de análisis de datos que, con el tiempo, se ha hecho fundamental para los servicios de inteligencia de Estados Unidos. Una posición de privilegio que no está exenta de polémica: no son pocas las veces que se ha acusado a la empresa de opacidad en el manejo de datos, con los consecuentes problemas para la privacidad de los usuarios.
En el último trimestre del año pasado, Palantir afloró una cartera de clientes de 711 organizaciones y compañías, lo que supuso un incremento de los ingresos del 36%, hasta los 828 millones de dólares.
Fundada en Palo Alto (California, EEUU) hace más de dos décadas, Palantir nació gracias al dinero invertido por la Agencia Central de Inteligencia de aquel país (CIA). A través de su brazo inversor, In-Q-Tel, el Gobierno estadounidense inyectó 2 millones de dólares en la compañía mientras que Peter Thiel -cofundador de PayPal con Elon Musk- puso 30 millones más.
Actualmente, su catálogo de soluciones aglutina 24 programas informáticos diseñados para organizar y analizar grandes cantidades de datos. La defensa, es la principal de sus aplicaciones, pero no la única: también son útiles en la industria energética o de automoción.
El jugoso contrato de la OTAN
Sea como fuere, la revalorización en bolsa en el último año del 465% está estrechamente relacionada, entre otras razones, con la firma de un acuerdo estratégico con la OTAN para desplegar su plataforma de inteligencia artificial avanzada, el Maven Smart System, en las Fuerzas Armadas de los países aliados con el ánimo de transformar la gestión de datos y la toma de decisiones en operaciones militares. Para el actual jefe del Estado Mayor del Cuartel General Supremo de las Potencias Aliadas en Europa (SHAPE, por sus siglas en inglés), el alemán Markus Laubenthal, esta tecnología "no es un lujo, sino el oxígeno de la guerra moderna".
Concretamente, el sistema de Palantir para la OTAN será el encargado de procesar y analizar los datos procedentes de múltiples drones, satélites, sensores y sistemas de inteligencia de los ejércitos aliados. Así, entre sus capacidades destacan:
- El procesamiento en tiempo real gracias a los modelos de lenguaje impulsados por inteligencia artificial.
- El análisis predictivo para anticipar movimientos enemigos y optimizar la defensa.
- La simulación de escenarios tácticos mediante IA generativa, facilitando una posible respuesta contra un ataque.
- La unificación de datos de los 32 países miembros en una misma plataforma.
"Su ejecución es impecable, pero hasta la perfección tiene un precio", resumen desde Mizuho.