
La deriva del mercado estadounidense y, principalmente del dólar, motivó al cogestor del fondo DWS Concept Kaldemorgen, Christoph Schmidt, a realizar ajustes en su cartera antes del Día de la Liberación de Donald Trump: el día en el que el presidente de EEUU anunció su propuesta arancelaria para el mundo y que provocó el desplome de la bolsa. El mercado rebotó desde entonces, aunque el gestor de DWS que comparte el fondo con Klaus Kaldemorgen recomienda cautela ante el optimismo actual del mercado.
¿Es la guerra comercial el principal riesgo para el 2025?
Definitivamente, sí. Es el mayor riesgo. También lo es la incertidumbre actual por los conflictos geopolíticos pero especialmente es la incertidumbre por la política comercial de EEUU. La situación fiscal de EEUU con la nueva administración Trump cambió el sentimiento de los inversores. Desde la euforia por la toma de posesión de Trump hay un giro hacia el lado negativo. Se ve también la incertidumbre desde el Día de la Liberación, aunque hay que señalar que desde entonces el sentimiento de los inversores ha vuelto drásticamente al terreno positivo.
¿Está siendo el mercado demasiado optimista en el contexto actual?
Nosotros recomendamos cautela por el momento, especialmente durante los meses de verano donde existe riesgo de un retroceso en los mercados de valores. La confianza de los inversores ha mejorado mucho, pero hay que diferenciar entere el sentimiento, que puede cambiar muy rápidamente, y lo que hace el consumo en Estados Unidos o lo que dicen y hacen las empresas. Hay mucha euforia en el mercado, pero creemos que el consumo de EEUU se está volviendo muy indeciso y que todavía no se ha visto el daño del impacto arancelario. En los próximos meses veremos cierta debilidad en la economía, especialmente en Estados Unidos, porque los indicadores tempranos basados ??en encuestas ya apuntan a la baja y creemos que los indicadores más tangibles también seguirán a la baja en los próximos meses. Este optimismo no es el enfoque correcto, en nuestro punto de vista, por el alto potencial de debilidad que se avecina en el segundo y tercer trimestre.
Parece que hay una tendencia a pensar en la desglobalización. ¿Influye esto en su estrategia de inversión?
Los gestores activos somos muy flexibles en términos de asignación de activos regionales y no tenemos los riegos asociados de seguir un índice con alta concentración en acciones estadounidenses, por ejemplo, como es el MSCI World en el que la exposición al dólar estadounidense es del 70%, lo cual es un problema si lo miras desde la perspectiva de un inversor basado en el euro. Pero para nosotros es una oportunidad, porque nunca hemos tenido este riesgo de concentración en nuestra cartera. Si analizamos nuestro fondo, siempre hemos mantenido una exposición bastante equilibrada a la renta variable regional dividida entre EEUU y Europa.
¿Cambió esto con el 'Día de la Liberación de Donald Trump' el 2 de abril?
En marzo nos surgieron dudas sobre una escalada arancelaria e hicimos importantes ajustes respecto a nuestra posición a primeros de año. Cuando Trump reconsideró negociar los tratados comerciales con México y Canadá, empezamos a reducir nuestra posición en EEUU. Esto fue antes del Día de la Liberación. En marzo redujimos un 5% la exposición en valores estadounidenses pero también en términos de exposición en renta variable y en el segmento de divisas. Así, si en el inicio del 2025 nuestra posición en dólares estadounidenses era de alrededor del 35% ahora es del 13%. El riesgo de mantener una posición sustancial en dólares supera los beneficios potenciales, especialmente en caso de mayor volatilidad. La flexibilidad es la clave de nuestra estrategia, ya que somos muy flexibles en todas las clases de activos.
¿Tienen una posición de liquidez elevada?
Hemos pasado de un 10% en febrero al 20% a finales de marzo, pero desde entonces no hemos hecho cambios significativos. No estamos dispuestos a hacer cambios grandes y tenemos un enfoque más cauteloso con respecto a los meses de verano. Con el ajuste que realizamos en marzo, estamos en una posición bastante cómoda para permanecer en 'modo espera' a que haya más claridad sobre la política comercial.
¿Considera que el euro continuará fortaleciéndose contra el dólar en lo que resta de año?
Hemos visto una apreciación del euro que podría mantenerse dentro de un rango a corto plazo. Pero si lo analizamos desde una perspectiva de flujo de lo que están haciendo los inversores, aun creemos que la mayoría de los inversores no han ajustado realmente su exposición a los activos referenciados en dólares. Creemos que muchos inversores aún no redujeron su exposición a activos estadounidenses por lo que la rotación hacia activos europeos, por ejemplo, podría aumentar la apreciación del euro.
¿El plan de financiación en defensa de Europa mejora el atractivo de los bonos europeos o solo en los de largo plazo?
Nos gustan los bonos europeos, tanto los corporativos como los gubernamentales. Y por duración ya hicimos algunos ajustes el año pasado. Este año no hemos cambiado mucho, pero si nos fijamos en el año pasado, se observaba un enfoque en el tramo corto de la curva con la misma aún invertida. Era más atractivo el corto plazo. Con la normalización gradual de la curva ampliamos considerablemente la duración de nuestra cartera de renta fija. Hemos pasado de una duración que rondaba los dos años a alrededor de seis años. Esto es aplicable a los bonos soberanos y a los corporativos también y estamos considerando aumentar aún más nuestra exposición a bonos corporativos europeos con grado de inversión, principalmente.
¿Sale a cuenta realizar coberturas de divisa?
Somos partidarios de bonos denominados en euros. Y en los expuestos al dólar hemos realizado coberturas parciales, teniendo en cuenta que estas coberturas son caras debido al diferencial de rendimiento actual entre EEUU y Europa. No queremos mantener estas coberturas para siempre, porque al final no tiene sentido mantener bonos del Tesoro de EEUU que ofrecen mejor rendimiento y luego cubrirte del dólar para, al final, obtener lo mismo si se optase por bonos gubernamentales europeos. Estamos reconsiderando la tenencia de deuda denominada en dólares. Ahora tenemos también vencimientos en bonos corporativos de EEUU y la mayor parte vencerá en los próximos seis o doce meses por lo que estamos buscando reemplazar esta deuda por bonos denominados en euros para cerrar las coberturas del dólar.
¿Dentro de la deuda europea prefieren países de Centroeuropa o diversificar con deuda periférica?
Ahora estamos limitando nuestra exposición al núcleo. Principalmente, Alemania y Estados Unidos porque la liquidez juega un papel importante y una forma natural de implementarla es que optemos por estos bonos. Pero esto no quiere decir que no estemos considerando ampliar nuestra exposición con otros bonos soberanos europeos.
¿En qué sectores de la bolsa encuentra ahora mejores oportunidades?
Componemos nuestra cartera sin pensar en los sectores tradicionales, ya que eso no proporciona una buena idea de si una cartera esta bien diversificada. El mejor ejemplo es que las grandes compañías de internet, Alphabet, Microsoft o Amazon, pertenecen a sectores diferentes. A nuestro juicio, estas compañías tienen negocios similares y deberían agruparse en la misma categoría. Nosotros agrupamos nuestra cartera en tres categorías: compañías de crecimiento; las estables (generalmente empresas de salud, telecomunicaciones o seguros) y luego las que nosotros consideramos cíclicas, bancos e industriales, principalmente. Esta última es la parte más pequeña actualmente dentro de nuestra cartera. Encontramos más empresas de crecimiento en EEUU y más estables o cíclicas en Europa.
¿Se podría decir que adopta una estrategia defensiva?
En general, estamos con una exposición en renta variable reducida, pero si lo comparamos en términos históricos, que es del 35%, estamos alrededor de un 32%. Por lo que no es una asignación en renta variable demasiado cautelosa y más si analizamos la composición. Así que la mitad de la cartera está en empresas de crecimiento y cíclica. No creo que seamos particularmente defensivos.
¿Qué papel juega el oro como valor refugio de su estrategia?
El oro es un pilar estratégico de nuestra cartera que no hemos cambiado en términos de exposición. No estamos siendo tácticos con la subida del precio y no podemos invertir más de un 10% en el fondo. Nos mantenemos estables alrededor del 8,8% incluso con la racha de los últimos dos años. Los bancos centrales continuarán comprando oro, principalmente en Asia, y esto permitirá que la tendencia actual continúe. Así que, desde un punto estratégico, no esperamos cambios en nuestra posición y no queremos negociar tácticamente con el oro.
Según los datos de Morningstar, su fondo bate a su categoría en doce meses y también anualizado a cinco años. ¿Cuál diría que es la clave de su éxito?
Diría que es la flexibilidad que realmente ponemos en práctica, más allá de los criterios dentro de la categoría de asignación flexible. Creo que nuestro enfoque es bastante único porque no estamos orientados a índices en absoluto. Como dije antes, partimos de la base de un inversor en euros y ahora hemos realizado un cambio en la asignación de activos por el lado de la renta variable pero también por el lado de la divisa.