
Las bolsas ya se han recuperado del susto que vivieron en abril a raíz de la publicación de la pizarra arancelaria de Donald Trump y han vuelto a la estela alista que guiaba sus pasos. Vuelve a verse en el horizonte un nuevo ejercicio de fuertes subidas bursátiles en Europa. Por compañías, en el Stoxx 600, ya se encuentran hasta cuatro firmas que duplican o más su valor de mercado en lo que acumula 2025: Renk, Rheinmetall, Hensoldt y Thyssenkrupp. Y, entre ellas, la defensa es la gran protagonista.
Directa o indirectamente, tres de estas compañías están relacionadas con la industria armamentística. Las tensiones geopolíticas que vive el panorama actual ya llevaron a comienzos de año a la Unión Europea a demandar a sus países miembro que incrementasen sus gastos de defensa hasta situarlos en el 2% del PIB, alineándose con las exigencias de la propia OTAN. Recientemente, la alianza militar ha llegado incluso a pedir que este porcentaje crezca hasta el 5% y la UE también aumenta sus exigencias al 3,5% del Producto Interior Bruto.
Y, en este contexto, las compañías de defensa están viviendo los albores de una época dorada que ningún inversor quiere perderse. La alemana Renk se hace así con ganancias en bolsa con las que casi cuatriplica su valor de mercado: desde enero, sus acciones se revalorizan un 276%. Esta empresa que salió a bolsa en febrero de 2024 presta servicios a las industrias de vehículos militares y marina naval y civil, un negocio con el que ha conseguido que su cotización se sitúe actualmente en máximos históricos.
"Dadas las perspectivas extremadamente favorables del gasto europeo en defensa (especialmente en Alemania) y los recientes pedidos de vehículos blindados que contienen productos de Renk, el futuro para la compañía parece muy prometedor", opinan desde JP Morgan, cuyo equipo de análisis espera un crecimiento anual de las ventas del 18% hasta 2030. Aunque por el momento las acciones de este grupo han corrido más rápido en bolsa que las propias revisiones de los expertos para los que la compañía cotiza, de media, sin potencial, son desde JP Morgan los que ofrecen por el momento valoraciones por encima de los actuales altos históricos de la firma.
Rheinmetall es una de las compañías más tradicionales de la industria de la defensa. El negocio de la empresa, también alemana, reside en la fabricación de armas como todo tipo de proyectiles, bombas, carcasas y espoletas.
Desde que Putin decidió invadir Ucrania, la firma no ha dejado de subir en bolsa, pero (en la historia reciente) nunca lo había hecho como lo está haciendo este año. En menos de seis meses, sus títulos suben algo más de un 189%. De cerrarse ahora mismo, este sería su ejercicio más alcista desde que Bloomberg recoge datos (1996, ya que la compañía dio el toque de campana en 1894).
Desde 2022, sus acciones han pasado de valer 83 euros a rozar ahora los 1.800 euros, cotizando en máximos históricos. Eso supone que, en tres años, la capitalización de la empresa ha pasado de 3.617 millones a cierre del 2021 a superar los 81.320 millones de euros. Solo este año, con las alzas, ha añadido a su valor de mercado 54.400 millones.
Por el momento, el consenso de analistas cree que a la empresa tan solo le queda un potencial en bolsa alrededor del 3%, pero el 83% de los expertos continúa recomendando comprar sus acciones. Desde Deutsche Bank justifican su tesis de inversión en el grupo en que Rheinmetall es la mayor beneficiaria del mayor gasto en defensa de Alemania, tiene oportunidades de exportación de sus productos de defensa en muchos países y una ocasión para expandir sus márgenes impulsada por mayores volúmenes y una mejor utilización de sus instalaciones existentes.
Hensoldt produce y distribuye sensores y aparentemente podría estar desvinculado de la industria de defensa. Sin embargo, la compañía (también germana) comercializa sus sensores entre compañías del sector de defensa y seguridad y, además, se involucra en proyectos de defensa a gran escala como el Sistema Aéreo de Combate Futuro. Con ello, también logra beneficiarse del rearme que plantea la UE.
Así, la cotización de la empresa también se mueve en máximos históricos, tras avanzar cerca de un 128% desde principios de año. Actualmente, los expertos están reduciendo su confianza con ella y, no solo no estiman más recorrido para sus acciones, sino que la mayoría se debate entre recomendar mantener sus títulos o venderlos. Tan solo el 28,6% aconseja actualmente abrir posiciones.
La última de las cuatro estrellas europeas en 2025 es Thyssekrupp. Esta empresa siderúrgica alemana se revaloriza cerca de un 119% en 2025. Sus ganancias bursátiles en el año llegaron a ser, sin embargo, superiores. A mediados de marzo, la firma productora de acero marcaba en su cotización máximos históricos y subía un 163% en bolsa. Ahora, cede más de un 16% desde ese pico y el 50% de los expertos aconseja mantener sus títulos.