La compañía vasca ha pasado en los últimos años de hacer tubos a volumen a hacer un producto mucho más exclusivo y diversificado lo que ha cambiado el perfil de la empresa y le ha permitido perder exposición al ciclo y ganar visibilidad en sus resultados a corto, medio y largo plazo. Su director financiero, Guillermo Ruiz-Longarte, explica que su plan se basa en esa diversificación de producto, de producción y comercialización, además de algunas asociaciones "estratégicas, como Mubadala en Emiratos, donde nuestro cliente es Adnoc y vamos a inaugurar una planta de 90 millones que fabrica una conexión tubular [Sentinel] que no tiene competencia en todo el mundo".
Tubacex está presente por tanto en diversos negocios, además del Oil&Gas, como el low carbon, la industria nuclear y aeroespacial, aunque estas últimas todavía no tengan un gran peso en la cuenta de resultados en comparación con el resto. "Un tubo ya no es un commodity sino una pieza a medida", defiende el directivo.
Por geografía, el principal mercado de la compañía es Oriente Medio y de ahí la oportunidad que se abre con la sociedad con Mubadala y Adnoc allí en negocio OCTG. "Se trata de acercarnos al cliente final comercial, industrial y tecnológicamente", apunta. Se trata de un acuerdo de 1.000 millones de dólares de suministro de tubo y la construcción de la planta de 90 millones que ya ha empezado a funcionar. "Si Mubadala ha pagado 200 millones por el 49% de esta división, está valorando el negocio en 400 millones, que es lo que ahora capitaliza toda la compañía en bolsa", expone Ruiz-Longarte, "aunque es cierto que los múltiplos de valoración no son los mismos en Europa que en Emiratos o Estados Unidos", reconoce.
El compromiso adquirido con los inversores es alcanzar unos ingresos de entre 1.200 y 1.400 millones de euros y un margen ebitda del 15% en 2027 y van camino de ello. "Tubacex ha ido escalando en los sectores que hemos comentado para dejar de ser una acería clásica y poder llegar a la solución final, que tiene mucho más valor y menos cantidad, en busca de llegar a grandes acuerdos con usuarios finales y no vender a intermediarios", arguye. Algunos de estos ejemplos son Petrobras, Adnoc o Exxon, además de los fabricantes de cohetes en EEUU. "Por primera vez en nuestra historia no vamos a contratar conexiones externas y sí a licitar proyectos completos", sigue el financiero. "En algunos casos incluso pondremos el diseño y la tecnología y no el material de origen; hay que estar cerca del cliente final: el petróleo está en Brasil, el gas en Emiratos y los cohetes en EEUU", concluye sobre este tema.
Buena evolución en bolsa
En los últimos meses la acción de Tubacex se ha comportado bien y ya acumula un alza de algo más del 15% desde el comienzo de un año en el que ha llegado a rozar los 4,4 euros, un nivel que no había alcanzado desde el año 2008. Aun con eso, los analistas se muestran mucho más optimistas. De media, le dan una valoración de 5,2 euros a sus títulos, lo que implica un potencial de más del 38% desde sus niveles actuales. Asimismo, todas las firmas de inversión que la siguen recomiendan comprarla.
"El compromiso es cumplir el plan estratégico. Estamos donde queremos estar, pero hay algo que no podemos controlar, que es la incertidumbre general", explica el directivo, que mantiene la promesa de cumplir esos objetivos marcados merced a "la cartera de pedidos de 1.500 millones, unos acuerdos en firme, la planta de Abu Dabi empieza a funcionar y tenemos más de 30 acuerdos pactados en los framework agreements con clientes de primera línea que aseguran una base de cartera y facturación". "También estaremos por debajo de 2 veces deuda/ebitda a medio plazo", concluye. Por último, sobre los aranceles, comenta que el 70% de lo que se vende en EEUU se produce allí y el resto es "tan sofisticado" que no tiene competencia y, aunque sea más caro, se seguirá vendiendo". "El problema es la incertidumbre, que retrasa los pedidos", advierte.