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El país que está dinamitando la OPEP+ desde dentro puede "desatar una guerra sin cuartel en el petróleo"

  • Kazajistán: "Vamos a actuar en función de nuestros intereses nacionales"
  • PVM Oil: "Existe el riesgo de que se produzca una guerra interna sin cuartel"
  • La OPEP+ podría responder aumentando su producción de crudo en junio

En un mundo cada vez más convulso, cambiante e incierto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo no podía ser menos. El cártel del petróleo ya está acostumbrado a lidiar con luchas intestinas en las que la producción de petróleo se convierte en el arma arrojadiza. Cuando la OPEP era solo la OPEP (dos bandos formados por Arabia Saudí e Irán y sus aliados a grandes rasgos) ya había problemas. Ahora que el cártel se ha ampliado a países como Rusia (y satélites rusos), la denominada OPEP+, la falta de entendimiento puede ser aún mayor. Buena prueba de ello es lo que está sucediendo en estos momentos con un país muy cercano a Rusia que se ha rebelado públicamente contra el cártel y las cuotas de producción, algo prácticamente inédito. Normalmente, cuando un país productor se salta las reglas, suele comprometerse a corregir sus excesos (otra cosa es que luego lo haga o no), pero esta vez, Kazajistán, el protagonista, ha señalado abiertamente que su producción no dependerá de la que diga la OPEP+. La 'guerra' está servida.

En los últimos meses, Kazajistán, un país que ha pasado desapercibido durante años en el mercado de crudo, está superando en más de 300.000 barriles diarios su cuota de producción marcada por la OPEP+. El enorme yacimiento de Tengiz es el culpable de esta situación. La inversión en este vasto y profundo campo de petróleo está llevando a que el país produzca cerca de 1,8 millones de barriles diarios (su cuota se sitúa en los 1,468 millones) , una cantidad más que suficiente para cubrir casi toda la demanda de España y Portugal juntos, por ejemplo. Ante esta actitud, la OPEP+ anunció en su última reunión que Kazajistán debería ceñirse a un plan de recortes para compensar esos excesos y después ajustarse a su cuota de producción, lo que en un principio pareció ser aceptado por Kazajistán.

Sin embargo, durante la tarde del miércoles todo saltó por los aires. En declaraciones exclusivas a Reuters, Kazajistán aseguró que priorizaría los intereses nacionales sobre los de la OPEP+ a la hora de decidir los niveles de producción de petróleo, según declaró a Reuters el recién nombrado ministro de Energía, Erlan Akkenzhenov, intensificando la tensión con el grupo. El ministro también afirmó que el país no ha podido (no ha querido) reducir la producción de petróleo en sus tres grandes proyectos petroleros, ya que están controlados por grandes petroleras extranjeras. "Vamos a actuar de acuerdo con los intereses nacionales. Esta es una formulación amplia, pero abarca por completo la situación actual. Actuar únicamente de acuerdo con los intereses nacionales", declaró el ministro.

Poco después de estas palabras, la mismo agencia Reuters publicó que varios miembros de la OPEP estaban preparándose para proponer un nuevo aumento de la producción en junio (en mayor ya se van a bombear 411.000 barriles más por día). Este mensaje suena como una especie de respuesta a la rebeldía de Kazajistán: si tú produces más, nosotros vamos a inundar el mercado y comerte la cuota de mercado.

Tamas Varga, veterano analista del mercado de petróleo y estratega de PVM Oil, señala esta mañana que ahora mismo "la gran incógnita es la OPEP+. Kazajistán causó revuelo ayer al rebelarse abiertamente contra su límite de producción, argumentando que el interés nacional prevalece sobre las obligaciones de la OPEP+. Este desafío prevé un equilibrio petrolero más laxo, pero aún más importante, implica que Kazajistán deja de existir de facto como miembro de la OPEP+, aunque permanece en la alianza por ahora", asegura este experto.

"Sin embargo, al combinarse esta información con la última bomba de la OPEP+ (el aumento de la producción anunciado hace unos meses), es decir, que el grupo está considerando acelerar el aumento de producción por segundo mes consecutivo en junio, es inevitable temer por la cohesión dentro del grupo. La implicación práctica sería, en el mejor de los casos, una adhesión laxa a cualquier sistema de cuotas por parte de todo el grupo y, en el peor, una guerra interna de suministro de crudo sin cuartel", sentencia este experto.

¿Por qué se rebela Kazajistán?

El objetivo de Kazajistán es rentabilizar las grandes inversiones que se han realizado en sus yacimientos, unas inversiones que han sido realizadas en buena parte por empresas extranjeras (norteamericanas, sobre todo). El gran culpable de este desvío es Tengiz, el gran yacimiento del país. El yacimiento de Tengiz es uno de los yacimientos petrolíferos catalogados como 'gigantes' más profundos del mundo, con el tope del yacimiento a unos 4.000 metros de profundidad. El yacimiento tiene, además, 20 kilómetros de ancho por 21 kilómetros de largo. La columna de petróleo mide un increíble espesor de 1,6 kilómetros, según los datos que manejan Tengizchevroil y Chevron.

La producción diaria de petróleo en el yacimiento de Tengiz ya ronda los 900.000 barriles, según el Ministerio de Energía de Kazajistán. "En enero (último dato oficial), la producción diaria de petróleo en Tengizchevroil (TCO), el operador junto con Chevron (cada uno tiene el 50%) del campo petrolífero más grande de Kazajistán, alcanzó los 870.000 barriles", se afirma en el comunicado de prensa. El ministerio precisó que esta cifra es un 45% superior al nivel medio para 2024.

La petrolera Chevron anunció a finales de enero el inicio de la producción de petróleo en su Future Growth Project (FGP), una expansión clave dentro del yacimiento de Tengiz. "Este hito representa un paso crucial en la optimización de uno de los campos petrolíferos más profundos y grandes del mundo, con la expectativa de incrementar la producción hasta alcanzar un millón de barriles de petróleo equivalente al día", aseguraba el comunicado de la firma.

Con todo, el precio del barril de Brent, crudo de referencia global, cotiza este jueves prácticamente plano en la zona de los 66 dólares, lejos de los 82 dólares de enero, pero algo por encima de los mínimos marcados este mes durante los momentos más tensos de la guerra comercial iniciada por Donald Trump. Ahora que la calma parece llegar poco a poco a la economía y los mercados (EEUU parece retroceder en su ofensiva arancelaria), la lucha en la OPEP+ sigue muy viva. La reunión del 28 de mayo promete traer novedades.

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