El anuncio de nuevos aranceles por parte del presidente Donald Trump ha sacudido los mercados financieros. Con un plan más amplio y severo de lo esperado, la incertidumbre se ha instalado entre los inversores, provocando caídas significativas en las bolsas y ajustes en las valoraciones de las compañías. Sin embargo, más allá del ruido inmediato, la clave radica en analizar los impactos reales y cómo los inversores pueden protegerse en este entorno cambiante.
Tras el anuncio, el mercado reaccionó con una fuerte corrección, afectando especialmente a las compañías con cadenas de suministro globales, como Apple, Adidas y Nike, así como al sector minorista de descuentos y a los fabricantes de automóviles no estadounidenses. Como en episodios anteriores de volatilidad, se observó una rotación hacia sectores defensivos como consumo básico, telecomunicaciones y farmacéuticas, además de empresas con alta rentabilidad por dividendo. No obstante, muchas de estas áreas ya presentaban valoraciones elevadas en relación con sus bajas perspectivas de crecimiento, lo que limita su potencial alcista.
Por otro lado, las compañías de crecimiento de calidad han visto ajustes significativos en sus valoraciones, con primas históricamente bajas. Esto plantea una posible oportunidad en el medio plazo, siempre que el entorno económico y empresarial permita mantener la estabilidad en los beneficios.
Impacto económico y comercial
El impacto de los aranceles no se limita solo a las bolsas. La economía real también se verá afectada. La Unión Europea, que exportó bienes por valor de 576.300 millones de euros a EEUU en 2024, enfrentará una carga arancelaria del 20 %, lo que podría reducir hasta un 1 % el PIB de la eurozona. España, aunque con una menor exposición (las exportaciones a EEUU representan solo un 5 % del total), también sufrirá un impacto, especialmente en sectores como el automóvil, la química y la agricultura.
Las tensiones comerciales llegan en un momento delicado para la economía estadounidense. Con una desaceleración en curso y condiciones monetarias ajustadas, la Reserva Federal enfrenta una disyuntiva: actuar para contrarrestar los efectos negativos de estos aranceles o mantenerse firme ante el riesgo de una inflación creciente. Los mercados, por ahora, se decantan por una reducción de los tipos de interés del 1 %, pero el pasado reciente ha demostrado que el mercado siempre espera más de lo que la Fed finalmente le da. Mientras tanto, la Unión Europea prepara represalias, incluyendo medidas contra el sector tecnológico y financiero estadounidense, lo que podría agravar aún más la situación global.
La estrategia de inversión
En Tressis, la prudencia y la diversificación han sido claves en la gestión de nuestras carteras ante este nuevo episodio de volatilidad. Desde el pasado 11 de febrero, iniciamos una reducción del peso en renta variable en todos nuestros perfiles de riesgo. Además, hemos disminuido nuestra exposición a EEUU y aumentado posiciones en Europa durante los últimos tres meses. Este movimiento nos ha permitido mitigar las caídas.
Asimismo, contamos con una exposición significativa a deuda gubernamental, especialmente europea. A pesar de haber sido cuestionada en los últimos años, la renta fija soberana ha demostrado, una vez más, su papel como activo refugio en momentos de tensión. En entornos de incertidumbre, mantener posiciones en activos de bajo riesgo y alta liquidez permite preservar el capital y aprovechar oportunidades de inversión cuando las valoraciones se tornen más atractivas.
Un contexto político volátil
Más allá de las implicaciones económicas, los aranceles también tienen un fuerte componente político. La administración Trump ha utilizado esta herramienta como parte de su estrategia de negociación, buscando obtener concesiones de sus socios comerciales. Sin embargo, este enfoque conlleva riesgos: una escalada de represalias podría generar un impacto global mayor del previsto, afectando tanto a economías desarrolladas como emergentes.
En este sentido, la próxima reunión del G20 será clave para evaluar el futuro de las relaciones comerciales. Aunque algunos analistas creen que podría haber una desescalada en las tensiones, la incertidumbre sigue presente. Mientras tanto, los inversores deben estar preparados para distintos escenarios, incluyendo una posible prolongación del conflicto comercial.
La diversificación como clave del éxito
El episodio de los nuevos aranceles es un recordatorio de la importancia de construir carteras con todo tipos de activos, capaces de soportar distintos entornos de mercado. Los inversores que basan su estrategia en una adecuada diversificación y una gestión activa podrán enfrentar mejor estos periodos de volatilidad y, en última instancia, alcanzar sus objetivos financieros. En un mundo en constante cambio, la preparación y la flexibilidad marcan la diferencia entre el éxito y la inseguridad.