China es el mayor importador de petróleo del mundo con diferencia. Aunque su consumo es levemente inferior al de EEUU, China no cuenta con una producción tan desarrollada y voluminosa como la americana (bombea 13,5 millones de barriles por día). Esto obliga a Pekín a importar cada día unos 11 millones de barriles de petróleo, unas compras que desde el gobierno chino consideran una 'pérdida de dinero' (son dólares que se marchan de China). Por ello, Pekín lleva años invirtiendo ingentes cantidades de dinero para buscar y desarrollar sus yacimientos de crudo. La fuerte inversión, la audacia de los ingenieros chinos, la obstinación y las constantes mejoras de tecnología están permitiendo que China encuentre crudo donde antes parecía imposible y en cantidades notables. El último hallazgo se trata del mayor yacimiento en roca clástica (formado por rocas sedimentarias fragmentadas) del Mar de la China Meridional. Este hallazgo es singular, según los ingenieros de CNOOC, porque el yacimiento contienen tanto petróleo como gas en grandes cantidades, se pueden explotar de forma conjunta y se ha hallado en una zona compleja y profunda. Es como encontrar una gran esponja natural bajo tierra, llena de petróleo y gas, lista para ser aprovechada.
A más de 5.000 metros bajo la superficie del Mar de la China Meridional, allí donde el lecho oceánico se funde con los secretos del Paleógeno (período geológico que comenzó hace 66 millones de años y finalizó hace unos 23 millones de años), se ha encontrado el yacimiento Huizhou 19-6. El descubrimiento, anunciado este lunes por la estatal CNOOC, representa mucho más que un yacimiento, según explican desde la agencia Reuters. Con más de 100 millones de toneladas de petróleo, equivalente a unos 740 millones de barriles, confirmadas in situ, el pozo HZ19-6-3 podría confirmar un importante aumento de las reservas probadas de China, que en la actualidad suman unos 27.800 millones de barriles. Este hallazgo acerca un poco más a China a los 30.000 millones de barriles de reservas probadas. Para poner cierto contexto a estos datos, España consume cada alrededor de 1,25 millones de barriles.
El pozo fue perforado hasta los 5.415 metros de profundidad, atravesando capas geológicas milenarias y revelando una columna de pago de 127 metros, rica en crudo ligero y gas natural. En sus pruebas iniciales, el pozo produjo 413 barriles de petróleo y 2,41 millones de pies cúbicos de gas diarios, cifras que por sí solas justificarían el calificativo de "descubrimiento mayor" empleado por CNOOC. Pero hay más: "Este hallazgo confirma el mayor yacimiento clástico integrado de petróleo del Mar de la China Meridional en términos de volumen original, rompiendo el entendimiento teórico tradicional", celebró Xu Changgui, geólogo jefe de la compañía. Sus palabras no son solo técnicas; son el reflejo de una transformación silenciosa que tiene en la geología su epicentro.
El descubrimiento rompe el entendimiento teórico tradicional porque demuestra que es posible encontrar enormes volúmenes de petróleo y gas en zonas geológicas donde antes no se esperaba tanto potencial, especialmente en capas profundas y complejas del Mar de la China Meridional. Hasta ahora, los expertos creían que las cuencas sedimentarias de esa región (especialmente en zonas profundas y con alta actividad tectónica) no eran tan favorables para formar y almacenar grandes acumulaciones de hidrocarburos, al menos no de manera integrada (es decir, con petróleo y gas en un mismo sistema). El hallazgo en Huizhou 19-6 desafía esa creencia, al revelar un yacimiento clástico profundo, extenso y altamente productivo, en condiciones geológicas que antes se consideraban demasiado difíciles o poco prometedoras.
La zona oriental del Mar de la China Meridional, con sus aguas de apenas 100 metros de profundidad media, se ha convertido en el nuevo teatro de operaciones de CNOOC. Allí, en medio de un entorno de alta temperatura y actividad tectónica, la empresa ha concentrado su esfuerzo en desarrollar tecnologías de exploración de alta complejidad para yacimientos profundos y ultraprofundos. "En los últimos años, hemos fortalecido la investigación teórica y tecnológica sobre estas cuencas, y los avances son evidentes", explicó Xu. De hecho, este es el segundo gran descubrimiento del año tras el pozo WZ10-5-1Sa en el golfo de Tonkín, otro golpe de efecto en las colinas graníticas sepultadas bajo el fondo marino.
Pero Huizhou 19-6 es especial. No solo por su escala, sino porque reconfigura la comprensión de las cuencas clásticas del Paleógeno en la región. Es el tipo de hallazgo que cambia mapas, manuales y estrategias. "Llevamos dos años consecutivos descubriendo campos de más de 100 millones de toneladas. Esta zona se está convirtiendo en un nuevo motor del crecimiento de la producción marina", destaca Zhou Xinhuai, consejero delegado de CNOOC. El petróleo del mañana, parece decirnos China, se esconde en las profundidades del ayer, en formaciones geológicas formadas hace más de 50 millones de años.
El potencial de la región crece
Desde un punto de vista científico, la importancia del descubrimiento es doble: por un lado, confirma el enorme potencial exploratorio de las cuencas activas del sur de China; por otro, demuestra que los yacimientos profundos, antaño considerados tecnológicamente inaccesibles o económicamente marginales, son hoy objetivos viables y estratégicamente clave. En palabras del propio Xu, "este hallazgo rompe con los límites tradicionales y abre nuevas ventanas para la exploración en contextos geológicos complejos".
El hallazgo se inscribe también en un contexto más amplio de expansión global de CNOOC. Solo en 2024, la compañía realizó 11 descubrimientos y evaluó 30 estructuras en todo el mundo. A finales del año pasado, sus reservas probadas netas alcanzaban los 7.270 millones de barriles equivalentes (solo las de CNOOC), un 7,2% más que el año anterior. "Seguimos innovando en teorías y tecnologías de exploración", señala su informe anual. Y, sin embargo, nada de eso le resta valor al golpe sobre la mesa que supone Huizhou 19-6. "El descubrimiento demuestra la inmensa riqueza oculta bajo los fondos marinos chinos, y servirá de guía para futuros proyectos similares", declaró Xu.
Aunque China está dando un giro radical hacia la energía renovable, el crudo sigue siendo vital para su desarrollo y estas inversiones lo demuestras. El mar del Sur se ha convertido en un hervidero de actividad para intentar sacar a la superficie lo que fueron ecos fósiles de un pasado olvidado. Ahora, estos recursos seguirán alimentando fábricas, calefacciones y motores.