Tensa y curiosa calma en el mercado de petróleo en estos momentos. Los movimientos de las últimas horas amenazan con sacudir y poner patas arriba este mercado clave para la economía mundial, pero por ahora el crudo Brent (los futuros) cotiza con cierta calma en la zona de los 72,5 dólares el barril. El presidente de EEUU ha dado tres pasos (o, al menos, ha amenazado con darlos) que pueden poner el mercado de petróleo en una situación extremadamente tensa: Trump ha amenazado con poner grandes sanciones al crudo ruso, con bombardear Irán (uno de los grandes productores de la OPEP) y con poner fin a las licencias para que Repsol o Chevron amplíen sus operaciones en Venezuela, lo que podría obstruir sus operaciones en esta economía. Cabe recordar que aunque Venezuela no pasa por su mejor momento, el país cuenta con las mayores reservas de petróleo de todo el mundo.
Entre Irán, Venezuela y Rusia suman una producción de petróleo que ronda los 13-14 millones de barriles diarios de crudo, lo que supone alrededor del 14% de toda la oferta mundial de crudo, según datos de la Agencia Internacional de la Energía. Irán, país que ya soporta sanciones, produce cada día alrededor de 3,2 millones de barriles de crudo, que exporta de forma mayoritaria a China y otros países de Asia. Venezuela, que cuenta con reservas probadas de crudo de más de 300.000 millones de barriles, había alcanzado una producción de 1 millón de barriles diarios a principios de este año, manteniendo así una tendencia al alza en su producción gracias a las inversiones de firmas como Chevron y Repsol. Rusia, por su parte, está bombeando 9,78 millones de barriles diarios pese a las sanciones que ya existen. Si EEUU impone nuevas sanciones y las hace cumplir, el mercado de petróleo podría quedar 'cojo'. No obstante, el mercado de futuros no parece, por ahora, estar cotizando esta posibilidad, dada las dificultades que han tenido en los últimos años los países occidentales para obstaculizar la circulación de petróleo ruso tras la invasión un Ucrania.
Con todo, el mercado del petróleo podría enfrentarse a un nuevo capítulo de inestabilidad si se materializan las recientes amenazas lanzadas por Donald Trump. El expresidente estadounidense ha planteado la posibilidad de imponer "aranceles secundarios" a los países que compren crudo ruso, castigar con bombardeos a Irán si no renuncia a las armas nucleares y sancionar a los países que comercien con petróleo venezolano. Una combinación de advertencias explosivas que, según ha informado Bloomberg, ha empezado a inquietar a los inversores energéticos globales.
En declaraciones recogidas también por NBC News, Trump se mostró visiblemente molesto con Vladímir Putin por cuestionar la legitimidad del presidente ucraniano Volodímir Zelenski como interlocutor válido en las negociaciones de paz. "Estoy muy enfadado", reconoció Trump, advirtiendo de posibles restricciones a "todo el petróleo que salga de Rusia" si Moscú no acepta un alto el fuego inmediato en Ucrania. Aunque luego moderó ligeramente su discurso, los precios del crudo reaccionaron al alza en la apertura asiática.
El riesgo de que el petróleo se dispare
Rusia es uno de los tres mayores productores de petróleo del mundo, con un bombeo de crudo que supera los 9 millones de barriles cada día (el 9% de toda la oferta global). Cualquier intento de castigar a los compradores de su crudo (como India o China) tendría un impacto directo en los flujos energéticos globales. El propio analista de UBS Giovanni Staunovo advirtió en Bloomberg de que "los precios deberían reaccionar con más fuerza, dada la magnitud de los volúmenes en riesgo", aunque recordó que, hasta el momento, solo se trata de amenazas y no de interrupciones reales de suministro.
No obstante, el riesgo geopolítico va más allá de Rusia. Trump también apuntó a Irán, declarando que está considerando imponer "aranceles secundarios" si el país persa no firma un acuerdo en el que renuncie a desarrollar armamento nuclear. "Si no hacen un trato, habrá bombardeos", zanjó el expresidente. Desde Teherán, el presidente Masoud Pezeshkian rechazó cualquier negociación directa con la Administración Trump, aunque dejó entreabierta la posibilidad de contactos indirectos.
A estas tensiones se suma el reciente endurecimiento del tono contra Venezuela. Trump firmó una orden ejecutiva en la que advierte que cualquier país que compre petróleo al régimen de Nicolás Maduro podría enfrentarse a aranceles del 25% en su comercio con Estados Unidos. La medida busca presionar a Caracas por lo que Trump calificó como "decenas de miles de criminales de alto nivel" que, según él, han sido enviados a territorio estadounidense.
El petróleo venezolano, aunque limitado por años de sanciones y deterioro productivo, representa aún una fuente importante de ingresos para algunos países asiáticos y caribeños. La amenaza de sanciones secundarias sobre su comercio añade una nueva capa de incertidumbre que puede afectar tanto a la oferta como a los flujos de financiación del crudo.
El petróleo mantiene una calma sorprendente
Las advertencias de Trump llegan en un contexto en el que el mercado ya se enfrenta a una volatilidad estructural. El precio del Brent se sitúa este lunes en los 72 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate cotiza en torno a los 69 dólares. El oro, por su parte, marcó un nuevo récord antes de corregir, reflejo del nerviosismo inversor ante un posible repunte del conflicto geopolítico.
Para algunos analistas, el expresidente estaría poniendo a prueba hasta dónde está dispuesto a llegar en su política exterior, especialmente en un año marcado por la campaña electoral en Estados Unidos. "Si va en serio con castigar el negocio petrolero ruso, podría sancionar a navieras, aseguradoras y compradores", señaló Gao Jian, analista de Qisheng Futures, en declaraciones a Bloomberg.
La posibilidad de una nueva ofensiva estadounidense sobre el petróleo coincide con la reciente tregua temporal entre Ucrania y Rusia en el mar Negro, negociada bajo el amparo de Trump. Pero mientras Kiev acepta cesar los ataques a infraestructuras energéticas, el Kremlin exige el levantamiento de sanciones financieras clave, como condición para consolidar la paz.
En conjunto, el triángulo de presión sobre Rusia, Irán y Venezuela podría generar una tormenta perfecta en el mercado energético global. Aunque por ahora solo se trata de amenazas, el mero anuncio de aranceles, sanciones y posibles bombardeos por parte de quien podría volver a la Casa Blanca en pocos meses basta para sembrar dudas en uno de los sectores más sensibles del planeta. Y en el petróleo, como recuerda la historia, bastan rumores para encender la mecha.