
Cerca de un 6,6% se deja el S&P 500, índice de referencia en Wall Street, en lo que llevamos de marzo. El Nasdaq 100 cae más de un 7,5%. Y el Dow Jones, por su parte, retrocede más de un 5,5% en un mes que se ha visto marcado por el temor a una posible recesión en Estados Unidos. Mientras al otro lado del Atlántico las ventas se imponen con crudeza, Europa ha conseguido moderar los descensos, incluso a pesar de los descensos registrados este martes. En lo que llevamos de marzo, el EuroStoxx 50 se deja en torno a un 2,7%. Y mientras todo Wall Street se ha puesto ya en rojo en el año, los índices europeos consiguen seguir en positivo en 2025. Envite bajista: el Nasdaq pierde soportes por el miedo a una recesión y acerca el nivel de compra.
Según explica Víctor Alvargonzález, socio fundador de la firma de asesoramiento independiente Nextep Finance: "Europa es el hermano pobre al que le ha tocado la lotería. Es un desastre económico, una región estancada, con muchos países en recesión, pero de repente le han tocado varios premios. El primero, el rearme europeo, por 800.000 millones para los próximos años; el segundo, los 500.000 millones que se va a gastar Alemania en infraestructuras". Pero lo que realmente lo ha cambiado todo es que Alemania haya abandonado su límite de endeudamiento, añade. Este buen comportamiento debería prolongarse. "La bolsa europea debería hacerlo mejor que la estadounidense de aquí a final de año. Con el tiempo, este movimiento irá perdiendo fuerza, pero en el corto y medio plazo será como un subidón de azúcar". En el caso de Nextep, desde que empezó hablarse del posible acuerdo para la paz en Ucrania empezaron a elevar su exposición a la renta variable europea, antes muy residual.
Con los paquetes de gasto anunciados, el PIB europeo volverá a crecer. "Quizá no lleguemos al crecimiento de EEUU, que supera el 2%, pero sí es posible que del 0,5% pasemos al 1% o casi al 2%", explica Ignacio Cantos-Figuerola, socio director de Inversiones de atl Capital. El Viejo Continente "ha pasado de estar infraponderado a sobreponderado en muchas carteras; se trata de un cambio estructural, que podría durar en el tiempo", añade, aunque todo dependerá de la ejecución de las medidas de gasto anunciadas. "Si Europa se pone las pilas, este efecto -ese mejor comportamiento de la bolsa del Viejo Continente- durará"; si, por el contrario, dicha ejecución se atasca, "se diluirá", advierte Cantos.

"Las valoraciones todavía siguen apoyando el mejor momento de Europa", destaca David Ardura, director de Inversiones Finaccess Value: el Viejo Continente aún "se mueve en términos de valoración muchísimo más razonables, lo que, en teoría a largo plazo implica mayores expectativas de retorno que la bolsa americana". Pese a las caídas, Europa todavía está mucho más barata que Estados Unidos: si nos fijamos en los PER (multiplicadores de beneficio), el S&P sigue cerca de las 20,7 veces frente a las 15,2 veces del EuroStoxx 50. En adelante, la situación macro, "mientras que Trump no dé un paso atrás, seguirá favoreciendo a Europa frente a Estados Unidos; de ahí que pensemos que la diferencia de rentabilidad entre ambos mercados se va a seguir manteniendo".
"Lo que se ha visto en EEUU es el diferencial entre las expectativas y los resultados que se han presentado", explica Juan Ramón Caridad, director de clientes estratégicos en Pictet AM. En algunas tecnológicas se esperaban subidas de los ingresos muy superiores al 30%, y finalmente han sido del 30%, no más. "Esto ha provocado una decepción, que se ha cruzado con la sobreexposición a Estados Unidos en las carteras", señala, mientras que en Europa los inversores estaban infraponderados. "Un factor importante es que, en los índices invertibles de Europa como mercado financiero, el 70% de los ingresos de las empresas se genera fuera de Europa". Por eso, pese a esa visión negativa las empresas del Viejo Continente "han seguido teniendo unos crecimientos muy razonables; por ejemplo, los bancos, que son mucho más globales de lo que parece. Y esto sorprende". Esa normalización -después de que la visión fuera tan negativa con Europa y tan positiva de cara a Wall Street- es lo que están reflejando los mercados.
Respecto a lo que podemos esperar de aquí a final de año, Caridad incide en que no se trata de olvidarse de EEUU. "Cuando pensamos en un plazo de 6- 12 meses, hay que mirar los fundamentales, la generación de flujos de caja, el crecimiento de las compañías. Mientras no haya grandes sorpresas por el lado de inflación, todavía no hay ningún indicador que nos invite a pensar que los fundamentales no son sólidos o que las empresas van a dejar de ganar dinero; por tanto, de aquí a final de año sí que pensamos que sigue siendo interesante tener activos de riesgo en cartera". El experto de Pictet AM considera que 2025 será un año muy positivo para la gestión activa.
"Se ha podido ver una rotación de los inversores hacia Europa, por sus valoraciones más atractivas y también por que se espera, a priori, menores efectos negativos derivadas de la política arancelaria de Trump", apunta Victoria Torre, responsable de Oferta Digital de Self Bank. "Los menores costes de la energía y la reconstrucción de Ucrania, que podría suponer un pequeño impulso al sector constructor europeo, son otros dos factores de apoyo. Aunque este impulso no sería considerable en términos económicos, sí se espera que incida en una mejora de la confianza de las empresas y hogares que pudieran relanzar la inversión y el consumo", explica. En las últimas semanas, "hemos visto el apoyo de los inversores a ciertos sectores, como Industria -incluye Defensa-, Financiero y Salud". De ahí que la estrategia de los expertos de Self Bank muestre ahora "una leve sobreponderación de Europa respecto a EEUU".