
Trump ya está disparando de forma clara sus aranceles y ya han corrido ríos de tinta sobre quienes podrían ser los mayores perjudicados. La economía de la UE, México y Canadá podrían verse claramente impactadas si aterrizan los gravámenes que el republicano ya ha prometido. Sin embargo, si bien Europa puede tener herramientas para plantarse en un pulso comercial de EEUU con argumentos, los mercados del Viejo Continente se plantean como los grandes perdedores de la contienda y esta escalada puede frustrar su gran desempeño en lo que llevamos de 2025.
Trump ha anunciado este jueves que los aranceles que estaban suspendidos sobre México y Canadá entrarán en vigor el 4 de marzo. Sin embargo, esta noticia no ha llegado sola, ya también activará unos gravámenes adicionales del 10% para China en ese misma fecha, extendiendo los que ya impuso el mes pasado. Sin embargo, lo más destacable ha sido una amenaza contra la UE alegando que "impondremos aranceles del 25% de manera general a todos los productos de la eurozona". Según el mandatario estos "se anunciarán muy pronto", y cargó contra Europa asegurando que la UE fue creada "para perjudicar a EEUU". Hasta ahora ya ha anunciado medidas sobre el acero y el aluminio, mientras estudia un 25% sobre los automóviles, semiconductores y productos farmacéuticos.
El EuroStoxx 50 lleva un alza en lo que llevamos de año del 10,67%, una subida muy similar a un índice más completo y que incluye a un grupo más variado de valores como es el Stoxx Europe 600, que avanza ya un 8,65%. Estas alzas contrastan con un S&P 500 que cotiza en negativo (-0,12%).
Estos valores están marcando unas alzas tremendas gracias al enorme peso y buen desempeño de sectores como el financiero (que sube en bloque un 16% y representa un 18% de todo el índice paneuropeo) y la resistencia de otros sectores como el industrial (en bolsa, que no como sector), la salud, la tecnología, los cíclicos… etc. Sin embargo los aranceles de Trump tienen un gran impacto sobre los principales valores del índice, pues estos se han volcado en buena medida en EEUU como su principal fuente de ingresos.
Tal y como indica el último informe de Schroders, los valores de renta variable europeos encuentran un 35% de todos sus ingresos de la potencia norteamericana. En resumen, son el mercado más expuesto solo por detrás de Taiwán (43%). Los aranceles "pueden alterar las cadenas de suministro tanto de las empresas estadounidenses como de las internacionales que cotizan en bolsa". En el caso de las empresas de las economías objetivo, "éstas también podrían sufrir una reducción de la competitividad o del acceso al mercado". La posibilidad de que el comercio se desvíe de Estados Unidos podría tener efectos indirectos para las empresas de otras partes del mundo. "La capacidad de las empresas afectadas para repercutir el impacto arancelario en sus clientes es un factor clave. Es posible que algunas empresas estén aisladas de los aranceles o que puedan capearlos mejor que otras".
Esto además conllevaría un problema extra, ya que los aranceles implican de forma clara un argumento de fortaleza del dólar. Según indica la Universidad de Yales "los consumidores y las empresas estadounidenses, al tener esos gravámenes, demandan menos importaciones y, por extensión, demandan menos moneda extranjera", lo que conspira a favor del billete verde. En ese sentido, desde Schroders comentan que esto "supone un viento en contra para las rentabilidades de Europa en términos de dólares estadounidenses". En resumen, si bien un dólar más caro favorece las exportaciones europeas, estas se verán limitadas por los aranceles.
Desde Allianz tienen otras cifras. Pese a que el 26% de los ingresos de las firmas europeas del MSCI Europe vienen de ventas en EEUU, señalan que hay que matizar estas cifras. "Ese 26% se divide en tres partes: el 9% de servicios, el 10,5% de bienes producidos localmente y el 6,6% de bienes exportados a Estados Unidos". La firma alemana indica que "las dos primeras categorías se verán mucho menos afectadas por los aranceles por el momento". Por su parte, "en nuestra opinión, los que corren más riesgo son los fabricantes de equipos originales del sector del automóvil, pero también algunos sectores relacionados con el consumo".
Los sectores más afectados
En cambio, en otros sectores podemos esperar que "las empresas europeas con una mayor exposición a Estados Unidos y con productos locales puedan beneficiarse de unos tipos impositivos de sociedades más bajos". En ese sentido, la clave es la capacidad que tienen esas empresas para fijar los precios. No es lo mismo Ferrari, con sus coches de lujo y su resistencia, que una empresa que esté en plena guerra de precios.
A nivel sectorial y, aunque parezca contraintuitivo, el sector más afectado según TS Lombard no serían los coches, que sufrieron de forma crítica tras las amenazas de esta semana, sino el sector farmacéutico. Las empresas de este segmento tienen un déficit con EEUU del 0,37% del PIB (de EEUU), mientras que el sector automovilístico apenas es del 0,24%.
Los analistas de Oxford Economics coinciden alegando que "nuestro modelo a nivel de industria sugiere que las industrias farmacéutica y de alta tecnología serían las más afectadas", escribió Alexander Valentin, economista sénior de Oxford Economics y autor del informe. "De manera similar, las economías más pequeñas y menos diversificadas están más expuestas. Calculamos que Irlanda y las economías de Europa central y oriental (CEE) experimentarán el mayor impacto".
Cabe destacar que no son los países con la mayor exposición directa a EEUU los que sufren más, sino aquellos afectados indirectamente a través de las cadenas de suministro integradas de la UE, señaló Valentin. "Esto es particularmente pronunciado en el sector automotriz, donde la gran industria de apoyo de Alemania ubicada en partes de CEE y Austria enfrenta una reducción más significativa en la producción que la de la propia industria alemana".
Desde el sector han minimizado el golpe que esto puede suponer. Destaca el caso de Novo Nordisk, para el que EEUU representa el 61% de sus ventas totales. En la presentación de sus resultados, la firma reconoció que sufrirá por los aranceles y que "no es inmune", pero que su negocio "está preparado para capear el temporal". Desde Oxford Economics destacan que Novo Nordisk, que ya venía perdiendo peso en este mercado ante la competencia de competidores como Eli Lilly "se encuentra ahora con que los aranceles podrían ser clave porque casi todo el ingrediente clave para Wegovy, la semaglutida, se produce en Europa y por lo tanto supondría un golpe clave en este mercado". Señala que con el ejemplo de esta empresa hay historias similares con Roche, AstraZeneca o Novartis.
El experto también ve oportunidades dado que, en términos absolutos, "el fuerte pesimismo actual que afecta a todo lo europeo podría ofrecer algunas buenas oportunidades para el inversor dispuesto a discriminar por características de la empresa, presencia internacional y modelo de negocio una vez que se aclare más la cuestión de los aranceles. Esto es especialmente cierto si Trump, como sospechamos, finalmente adopta un enfoque transaccional respecto de los aranceles y se sienta rápidamente a la mesa de negociaciones con los países de la UE y, posiblemente, también con las grandes empresas, como a veces hizo en su primer mandato".