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Bailando con Trump a la luz de la luna: el BCE y la Fed cambian la marcha de los tipos

  • El Jocker a sus víctimas: ¿Has bailado con el demonio a la luz de la luna?
  • Trump ya ha sacado a bailar a los banqueros centrales
  • Y ha pedido recortes de tipos a nivel global 
Joaquin Phoenix y Lady Gaga en Joker: Folie à Deux. Alamy

El BCE y la Fed empiezan a separar sus caminos con los tipos de interés. Mientras que Lagarde anunciará un nuevo recorte de tipos para dejar la tasa depósitos en el 2,75%; Powell hará una pausa con vista al verano para mover fichas. La irrupción de Trump ha llenado de incertidumbre la senda de recortes de ambos bancos central por el miedo a que la inflación se vuelva a descontrolar antes las medidas erráticas que puede tomar el mandatario.

El huracán Trump ya ha tocado tierra y se ha instalado en la Casa Blanca. No ha pasado ni una semana y el presidente de EEUU ha sacado a bailar a todos los bancos centrales a la luz de la luna. No solo a la Reserva Federal y a Jerome Powell, con quien el magnate ya tuvo una tensa relación en su primer mandato, sino también al resto de las instituciones.

En Davos, en el foro económico con mayor proyección mediática a nivel global, y con los líderes empresariales de todo el mundo como oyentes, ha pedido una bajada global de los tipos de interés, interpelando a todos los bancos centrales. Y lo hace precisamente una semana antes de que la Fed y el BCE celebren sus reuniones. Este miércoles empieza el baile en EEUU y al día siguiente, el jueves, en Europa.

Pero las dos reuniones estarán marcadas por Trump y las sacudidas de sus primeras medidas. "El mayor desafío es la sombra del señor Trump, quien podría cambiar los fundamentos de un plumazo", advierte Claus Vistesen, economista jefe de Pantheon Macroeconomics para la zona euro.

Las amenazantes medidas que se espera que adopte el mandatario, aranceles y bajadas de impuestos, principalmente, ya han tenido su primer impacto en la política monetaria de los dos bancos centrales, separando sus caminos.

Desde 2022, con la irrupción de la inflación en la economía global, provocada por el frente energético debido a la invasión rusa de Ucrania y por el frente comercial derivado de los problemas de suministro en las cadenas de producción, el BCE y la Fed han ido de la mano a la hora de calibrar los tipos para domar la inflación.

Con la relajación de los precios, el BCE comenzó a bajar los tipos en junio de 2024, seguido por la Fed, que inició sus recortes en septiembre pasado. En los cónclaves de diciembre, ambas instituciones redujeron los tipos al unísono. El BCE los bajó en 25 puntos básicos, situando la tasa de depósito en el 3%, la de refinanciación principal en el 3,15% y la facilidad marginal de crédito en el 3,40%. Por su parte, la Fed recortó los tipos en 25 puntos básicos, dejando un rango objetivo del 4,25% al 4,5%.

Movimientos telegrafiados

En las reuniones de la próxima semana quedará claro que Trump ha roto la sintonía entre los dos bancos centrales. Hay pocas dudas de que el BCE seguirá bajando los tipos, mientras que la Fed no los moverá debido a la incertidumbre generada por Trump en la escena económica.

"Lo más probable es que la Fed mantenga las tasas sin cambios", anticipan los analistas de Bank of America. El giro de la Fed para abandonar una senda clara de recortes ya se vio en la reunión de diciembre pasado, tras la victoria electoral de Trump. Jerome Powell, presidente de la Fed, admitió que sus compañeros banqueros del FOMC (Comité de Operaciones de Mercado Abierto) ya contemplaban en sus previsiones las medidas inflacionistas de la nueva Administración.

"Los datos entrantes no le han dado a Powell ninguna razón para desviarse del curso delineado en diciembre, después de asumir 100 puntos básicos de recortes", señala James Knightley, economista jefe de ING. "La Fed pausará su ciclo de recortes en enero para evaluar los datos entrantes y, sobre todo, las próximas políticas fiscales y comerciales de Trump".

El mandatario neoyorquino ofreció, al menos, un respiro al bono americano, que se dirigía sin remedio al 5%, arrinconando todavía más a la Fed para abandonar los recortes, tras dejar a China fuera del primer ataque arancelario.

"Habrá más aumentos de aranceles en camino, pero los mercados se han sentido cómodos con que Trump evite cambios más erráticos por ahora", subraya Antti Ilvonen de Danske Bank. Lo que cotiza en el mercado es la incertidumbre. Todavía no hay pistas sobre la agenda fiscal de Trump ni su próxima bajada de impuestos. "Nosotros pensamos que la Fed seguirá bajando tipos y lo hará con las próximas previsiones económicas de marzo, a un ritmo de recortes de 25 puntos básicos cada trimestre", explica el analista. La firma espera que el suelo de los tipos se sitúe en el rango entre el 3% y 3,25% en marzo de 2026.

¿Qué anticipa el mercado?

Con este panorama, es probable que Powell se abstenga de dar "fuertes orientaciones futuras por ahora", indican. El mercado de swaps financieros, uno de los indicadores más seguidos por los expertos, apunta a que la próxima bajada de tipos será en el mes de mayo, aunque también podría retrasarse a junio, cuando el banco central actualizará sus proyecciones macroeconómicas de PIB, inflación y empleo. El mercado descuenta ahora otro recorte más para lo que resta de año.

Desde la reunión de diciembre, algunos analistas ya consideran que la Fed no bajará tipos en 2025. Entre ellos está el equipo de Bank of America, que lo contempla como un escenario probable, aunque la realidad es que las bajadas se están difuminando. "Nuestra previsión anterior de un recorte de tipos en marzo parece ya poco probable, pero seguimos pronosticando tres recortes de tipos para 2025", destacan desde ING.

Para el BCE, la perspectiva sobre los tipos es diferente. Los mercados descuentan una nueva bajada de tipos para la próxima semana y otras tres durante el año, dejando la tasa de depósitos en el 2% desde el 3% actual. "Prevemos que el BCE baje los tipos de interés en 25 puntos básicos, dando continuidad a la distensión de la política monetaria por la mejor dinámica de la inflación y el enfriamiento de la actividad", señala Adrià Morron, economista de CaixaBank Research.

Añade: "En los últimos meses, se ha ganado confianza en que la inflación se asiente en el objetivo del 2% ya en 2025, tanto por los propios datos de precios como por la falta de dinamismo de la actividad y un aumento de los riesgos potenciales". El experto coincide en que el suelo, y el tipo neutral, están muy cerca del 2%, "siempre que la economía no salte de escenario".

"Las decisiones de enero y marzo son las más claras", dice Piet Christiansen, estratega jefe de Danske Bank, para señalar los recortes. "Una vez que nos acerquemos al tipo neutral, el debate será más profundo; la reunión de abril será el verdadero campo de batalla", amplía.

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