
El Consejo de Administración de Telefónica ha confirmado el cese de José María Álvarez-Pallete como presidente ejecutivo de la compañía, proponiendo para sucederle a Marc Murtra, hasta ahora Consejero Delegado de Indra. Aunque era una posibilidad que ya estaba sobre la mesa, la reacción del mercado ha sido clara. Fuertes subidas para Indra, que pasará a ser dirigida por Escribano, y ventas de acciones de Telefónica.
La cuestión, más allá de las valoraciones sobre la labor de Pallete en Telefónica desde su entrada en 2016, es que el nombramiento de Marc Murtra está siendo interpretado como un movimiento por parte del Gobierno para aumentar el control sobre la teleco e incluso como un paso previo a una gran alianza estratégica con Indra, donde la SEPI también es principal accionista.
Esta posible injerencia del Estado podría truncar el desarrollo de su plan estratégico, además de comprometer la buena gobernanza, clave entre los criterios ESG. Esta es la visión de varios de los expertos consultados y de las casas de análisis que han revisado sus valoraciones este lunes. Solo el 15,4% de los gestores encuestados, de un total de 13, tomarían posiciones mientras que un 38,5% (5), las desharían. El resto, un 46%, prefieren no moverse.
En Renta 4 creen que "es una noticia negativa ya que Pallete gozaba de un gran reconocimiento dentro de la comunidad inversora y ahora hay que estar pendientes de conocer la nueva estrategia de la compañía, aunque esperamos que mantenga los objetivos del plan estratégico 2026". "Esta decisión constituye una sorpresa relativa y puede pesar negativamente a corto plazo en la acción al abrir un periodo de incertidumbre", apuntan en Sabadell. "Además, la implicación del gobierno en el relevo abre la puerta a especulaciones sobre el grado de la potencial implicación futura por parte del Estado en las decisiones de la compañía", concluyen.
De entre los que creen que es un desincentivo para comprar sus acciones también mencionan los problemas de gobernanza que podrían acarrear "en un sector muy complicado por la competencia desleal de las empresas tecnológicas". Javier Cabrera, analista de mercados, añade que "Telefónica no es eficiente visto los continuos EREs que realiza mientras que sus beneficios llevan años en caída". "Estos son problemas que enfrentaba antes del cambio de dirección, pero la injerencia política nos parece un factor de riesgo añadido que también perjudica a la valoración de la empresa", concluye Cabrera.

Para Diego Morín, analista de IG, opina que "la llegada de Murtra no convence a los inversores, aunque parece que con el apoyo de aproximadamente el 34% del capital podría ayudar a mantener el pago del dividendo de 0,3 euros al año, que ahora es el principal atractivo del valor". Precisamente gracias a los mencionados dividendos los grandes accionistas logran mantener reducir las pérdidas en un valor que ya cotiza por debajo de los precios en los que compraron, tanto en el caso de la SEPI como en el de STC y Criteria. En Bankinter coinciden en que el nuevo presidente podrá mantener el compromiso del dividendo actual, "principal atractivo del valor", gracias al apoyo de gran parte del accionariado.
Las caídas en bolsa de esta jornada unidas al retroceso acumulado de las últimas semanas ha dejado a Telefónica cotizando en la zona de los 3,85 euros, mínimos no vistos desde marzo . La media de las valoraciones del consenso, no obstante, le dan un recorrido alcista del 11,7% desde los niveles actuales. En CaixaBank BPI le han reducido este lunes el precio objetivo hasta los 4,15 euros mientras que en GVC Gaesco han modificado su recomendación de comprar a mantener "por temas corporativos". "Consideramos negativa la influencia política en la compañía y, por ello, hasta ver cómo evolucionan los acontecimientos, rebajamos nuestra recomendación", agregan. Otro gestor matiza que "aunque es cierto que hay un problema en cuanto a los estándares de gobernanza y la incertidumbre en cuanto a los cambios estratégicos que llevará a cabo la nueva dirección, se compensa con el buen momento del sector en comparación con los años previos en cuanto a márgenes y un entorno regulatorio en Europa menos exigente tras el cambio de comisario y la necesidad de tener un sector más competitivo".
"La falta de experiencia de Murtra en el sector, podría conllevar revisiones a la baja de sus objetivos", advierten desde Bloomberg Intelligence. Estos pasan por crecimientos del 10% del flujo de caja libre, reducción de endeudamiento y rebaja del capex hasta el 12% de cara a 2026. Gonzalo Lardies, de Andbank, señala que "el cambio es una sorpresa por la forma en que se ha dado y la rapidez desde la llegada de la SEPI al capital".
"Nosotros no vemos atractivo la entrada en el valor por considerarlo un sector totalmente comoditizado en el que la única distinción entre competidores es por precio en detrimento de los márgenes de negocio y vemos otras alternativas en bolsa con más potencial y solvencia tanto en el mercado español como en el internacional", exponen en Buy & Hold. "A los niveles actuales seríamos partidarios de reducir a pesar de ofrecer un dividendo ópticamente atractivo de más del 7% pero que pensamos que no podría ser sostenible si se iniciara una nueva fase de inversiones", comenta otro analista que prefiere no ser citado.