Bolsa, mercados y cotizaciones

El 'índice del miedo' se calma: Wall Street recibe un respiro al calor de la inflación

Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos de América

La publicación del dato de IPC en Estados Unidos de diciembre y la modificación de las expectativas del mercado a cuenta de cuándo llegará el primer recorte de tipos de la Reserva Federal (Fed) de 2025 ha provocado un cambio de compás en las bolsas estadounidenses. El VIX, conocido con el sobrenombre del índice del miedo y encargado de medir la volatilidad del mercado, ha acentuado su tendencia correctiva siguiendo el camino inverso al marcado por la renta variable que sube durante la sesión bursátil de este miércoles.

Mientras que el VIX ha retrocedido casi un 9% en las últimas horas hasta los 16,7 puntos el S&P 500 mantiene el pulso con subidas cercanas al 2% hasta acercarse de nuevo a los 6.000 puntos perdidos a finales del pasado mes de diciembre gracias a una inflación que sorprende para bien al mercado con una subyacente que cae por primera vez en los últimos seis meses y a pesar de que todavía registra niveles relativamente altos -del 3,2% interanual- y de que el índice de precios al consumo (IPC) general escaló dos décimas el pasado mes hasta el 2,9% interanual, tal y como se esperaba.

La cuestión que se esgrime por el mercado para subir es que el dato de IPC subyacente, más débil de lo esperado, ha ofrecido cierto halo de esperanza a los inversores, especialmente tras las cifras de empleo del viernes pasado, de que la Fed pueda adelantar de septiembre a julio el primer recorte de tipos de este año.

El cambio de tercio en el VIX de este miércoles llega después de que haya subido en las últimas jornadas hasta un nivel cercano a los 20 puntos, lo que llevó el pasado lunes a superar el 11% de repunte en lo que iba de año tras pasar la mayor parte de los últimos doce meses rondando la zona actual por debajo de los 20 puntos.

Asimismo, los inversores esperan que 2025 no sea un año fácil en cuanto a volatilidad se refiere ya que todo apunta a que aumentará tras la toma de poder de Donald Trump en Estados Unidos el próximo 20 de enero y las previsibles medidas que estudia tomar en el contexto diplomático -con Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá en el punto de mira- y sobre el comercio internacional a cuenta de la guerra arancelaria anunciada contra China y, en menor medida, la Unión Europea.

La incertidumbre política en la Casa Blanca amenaza con tensar la cuerda de la volatilidad a lo largo de los próximos meses. Durante su primer mandato, Trump implementó recortes fiscales, favoreció a las grandes empresas y puso el foco sobre Pekín en materia comercial, lo que provocó movimientos bruscos en los mercados, pero también impulsó sectores como el energético y el tecnológico o la defensa.

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