Bolsa, mercados y cotizaciones

La enorme diferencia entre ahorrar 10.000 euros al año tres décadas o tenerlos en mercado

Imagen generada con Grokk

En los mercados, más del 90% del comportamiento de un título se explica por la evolución de sus beneficios. Por eso creo que la brújula que hay que seguir si se está en bolsa son las ganancias de las compañías, porque son las que apuntan hacia el Norte, al igual que la aguja magnetizada tiende a colocarse paralela a la dirección del campo magnético del planeta.

La capacidad de las empresas de cumplir con las expectativas que se tiene de ellas es la clave para mantenerse como accionista de un proyecto. No se trata de un pensamiento brillante, simplemente es coger una idea simple y tomársela en serio. Con esta premisa se construye el fondo asesorado por elEconomista.es, Tressis Cartera Eco 30, que en algo más de seis años logra una rentabilidad anualizada del 8% y absoluta del 61%. El Eco30 es una selección sistemática, por fundamentales, de valores internacionales de calidad con la idea de construir una cartera que logre duplicar el patrimonio cada década. Si la mejora del beneficio de las compañías es la principal dirección por la que conducirse en mercado, y para las Siete Magníficas –Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla– se espera una mejora cercana al 25% de los beneficios para el año que viene, diez puntos porcentuales más que el S&P; en el caso del Eco30 el crecimiento debe tratar de superar al de los índices. En ningún caso se trata de comprar títulos que estén simplemente baratos: el objetivo es tratar de incorporar historias atractivas, con catalizadores, a precios razonables, y con unos bajos niveles de deuda. En títulos como Airbus, Ayvens, ArcelorMittal, BYD Electronic, Darling Ingredients, Eurazeo, Forvia, Golar, Marvell Technology, Micron Technology y Var Energi, la expectativa de mejora de las ganancias para el año que viene supera el 30%. El fondo se sustenta además en una selección equilibrada, en la que ningún sector pueda contar con más de cuatro representantes, para evitar un exceso de ponderación en actividades concretas

No hay ninguna certeza en que estas expectativas se cumplan, pero de lo que sí estoy convencido es que al igual que el guerrero no es el que siempre vence sino el que siempre lucha, el inversor no es el que siempre gana, es el que siempre está en mercado. Por eso desaconsejo a quienes se ponen el objetivo de invertir a largo plazo tratar de ser más listos que el propio mercado, especulando permanentemente con entradas y salidas. La fascinación que produce el interés compuesto en una inversión, que es la que permite ese objetivo básico de duplicar el patrimonio cada década, sólo lo destruye con salidas y entradas. La diferencia entre ahorrar 10.000 euros años durante treinta años e invertirlos es pasar de tener 300.000 euros a un millón de euros. Si se invierten 5.000, los 150.000 alcanzarían el medio millón. ¿Existe mejor planificación de la jubilación?

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