Bolsa, mercados y cotizaciones

¿Existe una gran oportunidad en las pequeñas y medianas compañías europeas o aún queda recorrido a las grandes?

  • Su menor tamaño les permite tener un mayor margen de crecimiento frente a otras compañías
  • La rentabilidad de una inversión a medio plazo en Pymes europeas será muy atractiva
  • Qué hacer hoy si invierte con Ecotrader
¿Oportunidad en las más pequeñas de la UE o queda recorrido a las grandes?
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La situación bursátil de las empresas de pequeña y mediana capitalización europeas se encuentra en un punto interesante tras un período de desafíos. Durante los últimos años, este segmento del mercado ha estado muy denostado debido a la concentración de los inversores en grandes compañías tecnológicas y sectores de crecimiento que han acaparado una gran parte de los flujos de dinero.

Creemos que existen varios factores que permiten explicar este comportamiento. Por un lado, las políticas expansivas y de bajos tipos de interés de los bancos centrales que han beneficiado las compañías de alto crecimiento al reducir las tasas de descuento de flujos de caja futuros muy lejanos (e inciertos) y como consecuencia incrementando el valor presente de los mismos.

Por otro lado, el importante crecimiento que ha venido experimentando la gestión pasiva frente a la activa ha llevado a que los flujos de inversión hacia las compañías más grandes de los índices hayan experimentado un crecimiento muy fuerte creando una espiral peligrosa que se ha ido retroalimentando conforme el peso de la gestión pasiva se incrementaba. Finalmente, ciertos cambios regulatorios en el mercado financiero han hecho que los presupuestos de análisis de los brokers financieros se hayan reducido significativamente haciendo que muchas compañías pequeñas hayan quedado sin cobertura o sólo cubiertas por un número reducido de analistas, incentivando todavía más que vayan quedando en el olvido de la comunidad inversora.

A todo ello se une el hecho de que una parte de la comunidad inversora identifica las compañías de capitalización pequeña como chicharros o compañías con un perfil de riesgo alto y mucha mayor volatilidad. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Aunque se trata de compañías pequeñas en el contexto de los mercados de valores, en muchos casos son compañías que tienen posiciones de liderazgo en los mercados en los que operan con cuotas de mercado altas y con negocios sólidos y con barreras de entrada que le conceden cierta diferenciación frente a la competencia. Por otro lado, este menor tamaño les permite tener un mayor margen de crecimiento frente a otras compañías que teniendo un tamaño muy grande tienen más difícil seguir creciendo a ritmos elevados.

Este comportamiento negativo de los últimos años ha sido todavía más exagerado en el mercado europeo donde las compañías de menor capitalización se encuentran cotizando a niveles de valoración sólo vistos en situaciones excepcionales de crisis económicas o sociales (Covid/Guerras).

A pesar de este peor comportamiento relativo en bolsa en los últimos años, la historia demuestra que las compañías de menor capitalización han obtenido unos retornos en bolsa muy por encima del segmento de compañías más grandes. Y estamos convencidos de que esto seguirá siendo así en el futuro. De hecho, creemos que el panorama está empezando a cambiar como consecuencia de la normalización de las políticas monetarias de los bancos centrales y de la fuerte discrepancia de valoración que se ha generado entre las grandes compañías de los índices más importantes y el segmento de compañías de menor capitalización. Mientras las cotizaciones de estas últimas no han experimentado grandes cambios en los últimos años, la evolución de los negocios ha sido en general positiva y esto se ha ido reflejando en los resultados financieros alcanzados.

Adicionalmente, la fuerte infravaloración en este tipo de compañías ha traído dos dinámicas importantes en los últimos años:

  • Como consecuencia de la buena evolución financiera las compañías han sido capaces de generar unos altos niveles de caja que han ido devolviendo a los accionistas mediante dos mecanismos. Por un lado, distribuciones extraordinarias de dividendos y por otro recompra de acciones propias aprovechando las bajas valoraciones a las que estaban cotizando sus acciones.
  • El número de ofertas de compra sobre compañías cotizadas se ha incrementado sustancialmente debido a que tanto inversores industriales como financieros han visto la oportunidad de comprar compañías con buenos negocios a precios muy atractivos. En este sentido, cabe mencionar que, aunque las primas ofrecidas son en muchos casos altas el precio se sitúa todavía por debajo del valor real de esos negocios.

En Equam Capital, desde nuestro lanzamiento enfocamos nuestro trabajo de inversión en el segmento de compañías europeas de capitalización media. A lo largo de nuestros casi 10 años de vida, los cumpliremos el próximo mes de enero, hemos identificado un grupo de compañías de calidad, con modelos de negocio sostenibles y capacidad de generación de ingresos de forma recurrente.

Gracias a nuestro disciplinado método de trabajo y pese al desfavorable escenario de los últimos años para nuestro perfil de inversión, hemos conseguido acumular una rentabilidad anualizada del 7,5% superando con creces a nuestros índices de referencia con dividendos.

Actualmente tenemos una cartera de compañías en nuestro fondo que pese a la calidad de los negocios y los niveles de apalancamiento controlados están cotizando a unas valoraciones muy atractivas. En los próximos años las cotizaciones de estas compañías deberán ir reflejando el valor real de sus negocios, por lo que estamos convencidos de que, invirtiendo ahora en este segmento de compañías europeas, las rentabilidades que puede obtener un inversor que tenga un horizonte de inversión a medio plazo serán muy atractivas.

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