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El mercado espera que el BCE doble la velocidad de la Fed en la bajada de tipos

Christine Lagarde, presidenta del BCE
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Las expectativas en torno a la evolución de los tipos de interés en EEUU y Europa han vivido muchos cambios en el último año. La montaña rusa en la que se han montado, hasta ahora, tenía solo un vagón en el que iban montados tanto Christine Lagarde como Jerome Powell. Este vagón se aceleró enormemente entre octubre y enero, se ralentizó en invierno y primavera y se volvió a acelerar con el calor del verano, una vez ambas instituciones comenzaron de manera efectiva la desescalada del precio del dinero.

Sin embargo, en las últimas semanas lo que ha pasado es que cada uno se ha sentado por separado y, mientras que la Reserva Federal claramente va hacia un ritmo más pausado, el BCE va a volver a pisar el acelerador. Tanto, que en el próximo año, el mercado espera que haya el doble de bajadas de tipos en la eurozona (150 puntos) que en Estados Unidos (75).

A ambos les queda una última reunión antes de acabar el año, en el mes de diciembre, en la que mientras en la Fed la sorpresa sería que hubiera un recorte, en el BCE el debate está en torno a si la bajada será de 25 o 50 puntos, según apuntan los precios actuales de los swaps. Así, el ritmo que marca este indicador adelantado es que los de Lagarde comenzarán el año en el 3% y bajarán 25 puntos en el primer encuentro del año, 50 puntos en el de marzo, otros 25 en junio y otros 25 en septiembre. En total, 150 puntos menos del tipo de referencia, que se quedará en el 1,75%.

Al otro lado del charco, los de Powell se comerán las uvas donde están, en el 4,75%. A partir de ahí, solo se esperan tres recortes de 25 puntos en las reuniones de enero, mayo y octubre, mes al que llegarán en el 4% si esto se da como ahora se prevé, ampliando el diferencial de tipos hasta los 2,25 puntos porcentuales.

¿Qué consecuencias tiene esta divergencia? Una de las principales está, lógicamente, ligada a la renta fija. Los tipos, directores de los movimientos en el mercado de deuda primario y secundario, han devuelto al T-Note a la zona del 4,4% de rentabilidad anual, la máxima desde el mes de julio.

Frente a ella, las compras en las referencias del Viejo Continente, donde al Bund alemán se le exige un retorno del 2,25%. La diferencia entre los dos activos de renta fija soberana por excelencia se ha incrementado y se sitúa por encima de los 2,1 puntos porcentuales, la máxima alcanzada en el último ciclo económico iniciado en 2020.

Este mismo viernes se ha conocido la revisión del PIB alemán del tercer trimestre, el cual se queda en un leve crecimiento del 0,1%, la mitad del publicado hace unas semanas. Asimismo, los datos de las encuestas PMI de la zona euro también mandan un claro mensaje de debilidad de la economía comunitaria, dando alas a la previsión de aceleración de los recortes de tipos e, incluso, a la posibilidad de un recorte jumbo en diciembre.

Desde JSS Sustainable AM apuntan, por un lado, que "los últimos datos macro en EEUU han sorprendido positivamente y, con la victoria de Trump es probable que la confianza de los consumidores y el clima empresarial mejoren a corto plazo, por lo que una posible recesión se ha alejado". Y, por otro, "el crecimiento en la eurozona sigue siendo débil", agrega. "A corto plazo es probable que la Fed se ciña a volver a situar los tipos de interés en el nivel neutro por lo que pensamos que la curva de rendimientos se debería empinar en próximos meses", sigue. "En Europa el riesgo de inflación es menor y es probable que el BCE realice barios recortes de tipos, por lo que los bonos europeos parecen más atractivos que los estadounidenses y es probable que el diferencial de tipos siga aumentando", concluyen.

"El mercado da a entender que la relajación del BCE durante el próximo año será el doble que el de la Fed, pero en EEUU se puede dar una combinación complicada con una política fiscal expansiva y una Fed restrictiva; por esto favorecemos la larga duración en Europa debido a la divergencia en la dinámica de crecimiento y en las expectativas de política monetaria", exponen desde MFS. "Para los inversores en renta fija debería seguir siendo rentable diversificarse; esperamos que los bonos del Tesoro de EEUU superen a los bunds en un tercio y que ofrezcan rendimientos similares a los del crédito europeo con grado de inversión, más arriesgado, incluso teniendo en cuenta los costes de cobertura en dólares, que están al 1,5%", sugieren en Generali.

El euro en mínimos del año

Otra derivada de la gran divergencia abierta entre las expectativas en torno a los tipos de interés a uno y otro lado del Atlántico se ve en el mercado de divisas. Los inversores se han lanzado a vender euro y comprar dólar ante este contexto y el euro ya cotiza en el entorno de los 1,04 dólares, el nivel mínimo desde diciembre de 2022.

"El mercado está reaccionando ante la posibilidad de que Trump lleve a cabo su agenda política y a que la Fed ha reducido la urgencia en torno a recortar tipos mientras que el euro responde a la debilidad del crecimiento en el continente y el aumento del riesgo arancelario tras la victoria republicana, además de la crisis política en Alemania", apuntan en Julius Baer.

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