
El evento de la semana para el mercado de renta fija fue la reunión del Banco Central Europeo (BCE). Con la decisión de Christine Lagarde de realizar un nuevo recorte de tipos, los inversores se decantaron por las compras que permiten a las principales referencias en el mercado secundario cerrar las últimas cinco sesiones con una caída de las rentabilidades. El bono alemán con vencimiento a diez años se sitúa en el 2,2% de retorno, seis puntos básicos por debajo de lo registrado el pasado lunes.
No obstante, es la deuda de países periféricos la que más sobrereaccionó a la baja de 25 puntos básicos anunciado por el BCE que sitúa la tasa de depósito en el 3,25%. Con un recorte de rentabilidades de más de 10 puntos básicos en cinco días, el bono español a diez años se precipita de nuevo por debajo del 3% de retorno (se sitúa en el 2,906%), el italiano en el 3,4% y el portugués a diez años ofrece un rendimiento del 2,64%.
Los bonos a más corto plazo se movieron con mayor virulencia al cambio de política monetaria. Como ejemplo, el bono alemán a dos años cayó el doble que la referencia a diez años esta semana hasta el punto que la deuda alemana a dos años casi alcanza rentabilidades no vistas desde diciembre de 2022. Esta caída de las rentabilidades incrementa el precio de los bonos, lo que puede presentar una nueva oportunidad potencial para los inversores en los vencimientos más cortos, según el director de inversiones de renta fija en Schroders, Michael Lake. "Los vencimientos cortos ofrecen una tentadora combinación de valoraciones atractivas y margen de seguridad contra las pérdidas de capital", comentó el experto.
No obstante, el mercado europeo se comporta de manera diferente al del resto del mercado de deuda. Mientras que en el saldo semanal las compras se imponen del lado de la eurozona y el Reino Unido, en Japón y en Estados Unidos se produce un repunte de las rentabilidades. El bono de EEUU a diez años supera de nuevo el 4,1% con el nipón con el mismo vencimiento que roza el 0,96%.
Se produce así una distorsión en el índice de Bloomberg que replica una cartera diversificada de deuda soberana con grado de inversión. Este índice arroja pérdidas para el inversor por el precio de estos bonos desde que comenzó el año del 0,3%. Pero no es por la evolución de la deuda europea. Es, principalmente, por el efecto de la deuda japonesa. La evolución de los precios de la deuda gubernamental japonesa dejaría pérdidas superiores al 7% en 2024.
