
La gestora estadounidense Capital Group ha expuesto este jueves su estrategia de inversión y perspectivas de cara a los próximos meses. Con un enfoque claro hacia el largo plazo, su visión actual pasa por una normalización de la inflación y de los tipos de interés que permite una vuelta a la asignación de capital más normativa.
La remuneración que en los últimos meses ha recibido la liquidez y los tramos cortos de la deuda va a dejar de ser una protección contra la inflación y, por ello, la tesis de inversión pasa por una diversificación clara entre deuda con vencimientos más largos, corporativa más que pública, pero todavía con una preferencia por el grado de inversión, cuya ecuación rentabilidad-riesgo sigue siendo algo mejor que el high yield.
El entorno macro que pintan desde la gestora para las dos grandes economías occidentales es el de una decidida normalización de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, los cuales ya han advertido de algunos signos de debilidad de la economía, especialmente en la parte del empleo y en la de la actividad manufacturera. "Los bancos centrales no quieren matar la economía solo con el objetivo de reducir la inflación por debajo del 2%", explicaba Robert Lind, economista del grupo.
"Pensamos que en la próxima década los tipos de interés estructurales van a estar por encima de lo que hemos visto en la última década. Probablemente el tipo neutral en EEUU va a estar entre el 1,5 y el 2,5% en términos reales [descontando la inflación] mientras que en la eurozona pensamos que estará más bien el cero real [es decir, donde esté la inflación en cada momento].
Desde la gestora explicaban que actualmente la prima de riesgo de la bolsa frente a la inversión en bonos se ha reducido mucho e incluso en EEUU está en mínimos de los últimos 20 años. También en Europa se ha recortado esta prima hasta mínimos de la década.
Estrategia en Renta Fija
Demir Bettini y Flavio Carpenzano, representando a un equipo de renta fija que ha alcanzado el cuarto puesto mundial por tamaño de activos gestionados, apuntaban a un claro ganador del entorno macroeconómico actual, que son los bonos, en revalorización gracias a los recortes de tipos de interés, la inflación controlada y el aterrizaje suave de la economía. "Es el ecosistema perfecto para la renta fija, que sigue con valoraciones atractivas", apuntaba Carpenzano.
Tras el terrorífico año que sufrió esta clase de activo en 2022, ahora vuelve a tener un roll de protección contra la inflación y diversificación de las carteras. "Las rentabilidades actuales siguen estando por encima de sus medias de la última década y apuntan a retornos positivos en los próximos cinco años atendiendo a lo que descuenta ahora el mercado", señalan.
Por encima de las demás clases, favorecen el corporativo con grado de inversión, pues prevén que se comportará mejor en los próximos años y no dará sustos de volatilidad. Dentro del mismo, destacan la deuda del sector bancario y la del sector farmacéutico, más defensivo.
Oportunidad en algunos Emergentes
Capital Group tiene oficinas, analistas y gestores repartidos por todo el mundo, por eso tiene un acercamiento especial a los mercados emergentes y presume de haber lanzado el primer fondo de la historia dedicado a estos países, en 1986.
Kristie Spence, gestora de renta fija, señala que históricamente, cuando las yields medias de los países emergentes han sobre pasado el 6,7%, como es el caso actual, siempre ha habido retornos muy positivos a 2 años vista, del 6,5% hasta el 11,4%.
Spence señala como argumento a favor que las monedas emergentes ahora parecen estar infravaloradas contra el dólar y apuntan a algunos mercados frontera como grandes oportunidades dentro de estos activos de deuda, como son Egipto, Nigeria y Turquía, "los cuales cotizan como si fueran menos seguros de lo que son". Actualmente están ofreciendo rentabilidades superiores al 25%.
En cuanto a la renta variable emergente, Chris Thomsen, gestor de bolsa emergente, también apunta a valoraciones por debajo de su media de la última década en muchos países como China, Brasil o México, entre otros.
Thomsen señala varios vientos a favor en este sentido. "La demografía de estos países es favorable ya que cada año son aquellos que suman más población a las clases medias capaces de consumir". De esto, indica, se beneficiarán sectores como el de las telecomunicaciones, banca digital, semiconductores y comercio online. Sobre China, concluyen que es el principal productor y consumidor de robots, y con esa automatización tendrá una ventaja competitiva frente al resto del mundo.
Más allá de las 'Siete Magníficas'
Por último, la estrategia en renta variable, aunque va mucho más allá de las Siete Magníficas, las tendencias que guiarán el mercado a partir de ahora tienen que ver mucho con ellas ya que la aceleración del desarrollo tecnológico es una de las claves. "El crecimiento económico y los tipos de interés van a divergir, la inflación será volátil. Pese a esto, más allá de lo que pase a corto plazo, a largo plazo está demostrado que hay muchos más años al alza que a la baja. Hay que estar en bolsa", expone David Polak, Director de Inversiones de Renta Variable.
Sin embargo, ahora las principales oportunidades las perciben en dos grandes megatendencias además de la tecnológica, antes mencionada, que son el renacimiento industrial, muy ligado con la desglobalización de la producción pero también con la transición energética y la inversión necesaria en infraestructuras; y, por último, la innovación sanitaria, "con un potencial enorme en desarrollo de nuevos tratamientos", agrega Polak.
Desde la gestora explicaban que actualmente la prima de riesgo de la bolsa frente a la inversión en bonos se ha reducido mucho e incluso en EEUU está en mínimos de los últimos 20 años. También en Europa se ha recortado esta prima hasta mínimos de la década.
"Pensamos que en la próxima década los tipos de interés estructurales van a estar por encima de lo que hemos visto en la última década. Probablemente el tipo neutral en EEUU va a estar entre el 1,5 y el 2,5% en términos reales [descontando la inflación] mientras que en la eurozona pensamos que estará más bien el cero real [es decir, donde esté la inflación en cada momento].
El entorno macro que pintan desde la gestora para las dos grandes economías occidentales es el de una decidida normalización de los tipos de interés por parte de los bancos centrales, los cuales ya han advertido de algunos signos de debilidad de la economía, especialmente en la parte del empleo y en la de la actividad manufacturera. "Los bancos centrales no quieren matar la economía solo con el objetivo de reducir la inflación por debajo del 2%", explicaba Robert Lind, economista del grupo.