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La desaparición de cientos de millones de barriles de petróleo destapa el gran desastre del rey del crudo en África

  • Entre 2009 y 2020, Nigeria ha perdido casi 700 millones de barriles de crudo
  • Sabotajes, fugas (con grandes vertidos), falta de piezas para reparar los campos...
  • La compañía nacional de petróleo admite que no puede arreglar muchas averías
 

Hay que países que no tienen nada (en términos de recursos naturales) y, pese a todo, han logrado alcanzar la prosperidad económica (por ejemplo, Japón). Luego, hay otros que, teniendo grandísimos recursos naturales, no solo no han logrado aprovecharlos, sino que incluso se convierten en fuente de conflicto y corrupción. Este es por ejemplo el caso de Nigeria, que con una de las reservas de petróleo más grandes del mundo no logra avanzar en términos económicos. Primero porque beneficios del petróleo recaen sobre unos pocos, pero también porque su gestión pasará a la historia como una de las más desastrosas. Nigeria produce alrededor de 1,2 millones de barriles de petróleo al día, pero su potencial es mucho mayor. Por ejemplo, EEUU, que tiene unas reservas probadas de crudo similares, produce más de 13 millones de barriles por día. ¿Por qué existe esta gran diferencia? Probablemente, la causa sea multifactorial, pero la mala gestión es sin duda uno de los motivos.

Nigeria perdió 362 millones de barriles (mbbl) de petróleo crudo entre 2014 y 2023 debido a errores de medición, sabotajes y ajustes de producción (por averías de las instalaciones, por ejemplo), según revela un nuevo informe publicado por Transparencia de las Industrias Extractivas de Nigeria (NEITI). Este organismo, que tiene como objetivo fomentar la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de los ingresos del petróleo, el gas y la minería del país, ha sido el que ha revelado las pérdidas diarias de petróleo crudo de la nación africana. No obstannte, indagando en otros informes de la organización, se puede ver como este problema es grave y viene de lejos: si el cálculo se hace entre 2009 y 2020, las pérdidas casi ascienden a 700 millones de barriles.

Al hablar de Nigeria estamos hablando del décimo país en todo el mundo en reservas probadas de petróleo, con 37.000 millones de barriles. Sin embargo, detrás de este 'mar de petróleo' se ocultan décadas de conflictos internos que han dejado la infraestructura nacional totalmente expuesta a todo tipo de problemas, algo que ha espantado la inversión nacional e internacional (nadie se atreve a invertir en Nigeria). En resumen, por mucho 'oro negro' que fluya en sus entrañas, nadie apuesta su dinero para extraerlo.

Nigeria ha estado lidiando con desafíos crónicos de gestión para aprovechar al máximo su potencial de petróleo (pese a producir crudo tiene un déficit crónico de combustible) y gas como nación productora de petróleo durante varias décadas. Por ejemplo, el ejército de Nigeria ha interceptado e interrumpido recientemente una importante operación ilegal de abastecimiento de petróleo en la región sur del país: el mes pasado, varios medios de comunicación locales informaron que el Ejército nigeriano descubrió más de 198.000 litros de petróleo crudo robado en una barcaza en el estado de Rivers.

A principios de este año, Mele Kyari, director ejecutivo de NNPC, destacó los esfuerzos de la empresa estatal (NNPC) para erradicar la corrupción de sus operaciones, detener el robo de petróleo crudo y prevenir el vandalismo en los oleoductos. El robo de petróleo crudo es el delito económico más grave y extendido en Nigeria, considerando la cantidad de petróleo robado diariamente y "el descaro con el que operan los perpetradores", asegura el ejecutivo.

El informe sobre las pérdidas de petróleo crudo se ha realizado examinando varias fuentes, incluidas las presentaciones de la Comisión Reguladora del Petróleo Upstream de Nigeria durante el período de auditoría de la NEITI e informes respaldados por empresas como la Compañía Nacional de Petróleo de Nigeria (NNPC). NEITI define el aplazamiento como una interrupción de la producción debido a reparaciones y mantenimiento planificados y no planificados, roturas o fugas de tuberías o rendimiento inadecuado de los equipos.

Sabotajes y robos de petróleo

Hay dos factores fundamentales, uno es la inseguridad física de las plantas, que son atacadas por grupos armados para financiarse a través del crudo y otro es el escaso mantenimiento de su infraestructura, algo que está derivando un desaprovechamiento total de sus recursos. Empezando por lo primero, los grupos armados que emprenden sabotajes contra los oleoductos son variados. Desde el ThinkTank Strauscenter comentan que "los altibajos de la producción petrolera nigeriana debidos a la inestabilidad y al robo de crudo (a menudo denominado "bunkering") parecen representar un serio problema para el gobierno de Nigeria".

En ese sentido, los expertos del ThinkTank destacan que es justo en la zona más rica en crudo del país, el sur del Delta del Níger, donde más han aflorado organizaciones que realizan estas prácticas. Destaca especialmente el Movimiento Para la Emancipación del Delta del Níger, que "ha perturbado la producción petrolera y secuestrado a trabajadores". Además, grupos islámicos radicales como Boko Haram realizan ataques similares, aunque en menor medida.

Este lleva siendo un problema desde el comienzo de la industria petrolera, pero desde 2016 se ha acelerado y hoy en día sigue siendo un problema muy presente. Un ejemplo de esto es que en aquel año el grupo conocido como los 'vengadores del Delta' detuvieron la actividad del oleoducto más importante del país durante más de un año. "La mayoría de los derrames de petróleo en el delta del Níger siguen siendo causados por el robo de petróleo crudo, el sabotaje de las instalaciones de producción de petróleo y gas y la refinación ilegal de petróleo, incluida la distribución de productos refinados ilegalmente", comentan desde Shell.

Este siempre es la base del gran problema que atraviesa Nigeria, un círculo vicioso que comienza con un ataque o robo a sus instalaciones petroleras, falta de mantenimiento, escasez de recursos financieros y otra vez vuelta a empezar. Ante esta situación, las empresas no realizan nuevas inversiones en el país por miedo e inseguridad, al tiempo que hay que pagar un importante coste por reparar el daño en la infraestructura que derivan de los derrames.

No hay dinero para arreglar averías

La Corporación Nacional del Petróleo de Nigeria ha confesado en una rueda de prensa el pasado mes de agosto que directamente no tiene fondos para arreglar todas las fugas que hay en su sistema. Unas fugas que hacen que no pare de perder petróleo. La tendencia sigue muy viva, puesto que según la Comisión Reguladora del Petróleo Upstream de Nigeria, sus oleoductos han perdido más de tres millones de barriles de petróleo en los primeros cinco meses de este año.

Desde Nigeria han intentado tomar medidas para hacer más atractivo su sector petrolero y que entre dinero extranjero con el que darle la vuelta a la situación. En virtud de esto aprobaron en 2021 la Ley de Industria del Petróleo, pero la realidad es que desde entonces se han marchado ya Shell, Exxon, Enni, Equinor y Adax, cansadas de los problemas del país africano.

Todos estos problemas han llevado a que la compañía estatal de petróleo del país diese este verano un mensaje contundente: "Hemos declarado la guerra a los desafíos que afectan a nuestra producción de petróleo crudo. Guerra significa guerra. Tenemos las herramientas adecuadas. Sabemos contra qué luchar", comentaba Mele Kyari, director ejecutivo de la NNPC. El alto cargo ha defendido que, con las mismas plataformas que operan actualmente, podrían lograr 2 millones de barriles de petróleo diarios. Queda por ver si podrán dar la vuelta a la tortilla o su petróleo seguirá desapareciendo, engullido por el caos de los ataques y una infraestructura en quiebra.

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