Bolsa, mercados y cotizaciones

La "bomba" oculta para un descalabro del gas europeo: un nivel de 'especulación' no visto desde la guerra de Ucrania

  • Las posiciones largas netas se han disparado en agosto más de un 100%
  • El riesgo de un corte de suministro ruso y problemas con Noruega, las claves
  • Sin embargo, ahora Europa se encuentra con sus 'almacenes' llenos

Una bomba se ha instalado en los precios de gas en Europa y los inversores temen que podríamos estar ante un descalabro en los precios. Más allá de un clima mejor de lo esperado para la temporada energética y un suministro más fuerte y a menor precio del esperado, una oleada especulativa durante el verano puede ser la clave. Los inversores, esperando problemas de suministro y una potente temporada de compras para abastecerse por parte de los países de la región, se lanzaron en masa comprar posiciones largas en el mercado de futuros, esperando beneficiarse de una revalorización.

No solo por la propia naturaleza del mercado, que invitaba a un ciclo alcista, sino por que diversas amenazas, con un posible corte de suministro en Rusia y problemas en Noruega encendieron los temores. Sin embargo, la gran alza estival no ha sucedido y, a pesar de ello, hace una escasa semana, las posiciones largas netas llegaron a máximos de 2022, cuando la guerra de Ucrania disparó la materia prima a cotas históricas. Ahora esta montaña de apuestas alcistas corre riesgo de convertirse en un gran éxodo.

Desde S&P Global señalan que este, que a priori puede no parecer un factor clave, ahora puede tener un rol capital para definir los precios energéticos de la región y por tanto, la lucha del BCE contra la inflación, además de los precios de los consumidores de toda la región. "Los fondos de cobertura tienen una influencia creciente en los mercados de gas". De hecho, la firma señala para explicar el impacto que tiene la especulación en el precio del gas que los fondos de inversión y de cobertura tienen un 22% de los contratos futuros, un 37% si sumamos a las empresas de inversión o instituciones de crédito.

El propio Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo habló del tema en un reciente estudio publicado por la Comisión Europea. "Europa necesita reducir la volatilidad en los mercados de gas de la UE" explica el italiano, que defiende, ante la alta influencia de estos actores "aplicar límites a las posiciones financieras en los precios energéticos".

Concretamente Draghi habla de un "conjunto de normas" al estilo de EEUU "con unos reguladores poniendo límites a la posición financiera y, en circunstancias en que los precios al contado difieran de los precios mundiales, establecer topes dinámicos". Para sentenciar, el banquero argumentos que "la UE debería establecer un conjunto de normas comerciales comunes que se apliquen tanto a los mercados al contado como a los de derivados y garantizar una supervisión integrada de los mercados de energía y de derivado".

Pero, concretando en las cifras que han hecho saltar las alarmas para algunos analistas. Las posiciones largas netas han escalado un 102% solo en agosto hasta sus máximos llegando a rozar los 270.000 millones de euros. Este último acelerón solo fue un paso más de un lento y constante avance en estas inversiones desde que arrancó 2024 y fueron con acelerando a medida que el verano se acercaba. Por su parte el precio del gas no ha ido en absoluto en consonancia, en concreto en el momento crítico, pues en verano y en ese periodo es cuando suelen salir al mercado a llenar sus despensas. Sin embargo, lejos de una brutal subida, esta solo se limitó de unos 30 euros a comienzo de mayo a un techo temporal de 39 euros, según los precios del mercado de gas natural de Holanda, el precio de referencia de todo el continente. Desde estos máximos ya ha venido retrocediendo hasta los 34 euros actuales.

El problema es que, según los datos de AGSI, el sistema europeo de almacenado de gas, a día de hoy las reservas del continente ya se encuentran en un 93% de capacidad, es decir, prácticamente llenas. En septiembre de 2022 a estas alturas estaba diez puntos por debajo. Sin embargo ha igualado prácticamente por completo las cifras de 2023, donde, tal y como ha sucedido este año, un clima más favorable de lo esperado permitió que el gasto fuera mucho más limitado.

Desde la Comisión Europea explicaba en un reciente informe que han logrado este hito de superar el 90% de forma inesperada y 10 semanas antes de la fecha estimada. Lo logró el mismo 21 de agosto." Este logro está a la par con el del año pasado, cuando los países de la UE alcanzaron el objetivo del 90% el 18 de agosto". Desde la Agencia Internacional de la Energía hablaban de una "posición sólida".

La institución explica que al margen de las temperaturas mejores de lo esperado, lo que limitó el consumo, ha habido un factor clave. Una demanda eléctrica en retirada por los problemas de la industria y la expansión de otras fuentes de energía. Concretamente, la AIE hablaba de una demanda un 10% inferior por la "rápida expansión renovable y la mejora de disponibilidad nuclear en Francia".

"Hubo una gran actividad especulativa causada por los crecientes riesgos de suministro"

Al margen de esto, existía el temor, en especial tras la invasión ucraniana de la región de Kursk, en Rusia, de que el país euroasiático cortase el suministro que venía por el último gasoducto activo, el Soyouz, algo que no se ha producido finalmente. A esto se le mezclaron problemas climáticos como el huracán Francine, limitando la capacidad de exportación del principal socio europeo en suministro de Gas Natural Licuado (GNL), Estados Unidos. El miedo a estos problemas es lo que habría avivado los movimientos especulativos.

Desde ING señalan que las subidas de precio de agosto hasta los 40 euros en su punto más alto se debieron "una mayor actividad especulativa causada por los crecientes riesgos de suministro". Para el banco neerlandés había miedo de que la preocupación de que "los flujos restantes de gasoductos rusos a través de Ucrania puedan verse interrumpidos". En particular señalaban que la región de Sudzha, bajo ataque, supone cerca de 40 millones de metros cúbicos de suministro diarios. Sin embargo, a pesar del miedo, "los flujos siguen sin interrupción".

Al margen del frente de la guerra también hay otro problema más rutinario. Diversos problemas en la red de suministro de Noruega, por errores de mantenimiento, hicieron saltar las alarmas. "Existe la posibilidad de que pueda haber errores similares". Este cúmulo es factores, entre otros, ha sido esencial para explicar la gran entrada de posiciones largas a esta materia prima.

"Esta enorme posición neta larga, junto con los inventarios casi completos de la UE, es una bomba de relojería", dijo Arne Lohmann Rasmussen, analista jefe de Global Risk Management en Copenhague. "Esperamos que ya hayamos superado la demanda de las olas de calor globales y, si bien el huracán Francine aún podría brindar cierto apoyo a corto plazo al mercado, el riesgo de precios ahora es a la baja".

Desde S&P Global ya hablan abiertamente de un cambio de posición en los mismos en la última semana, algo que puede ser un prólogo de lo que puede estar por venir. "La posición larga neta de los fondos de inversión disminuyó alrededor de un 9% semana a semana, con una debilidad continua desde la posición larga neta más alta de varios años observada en agosto".

"No habrá demanda en este momento, nadie querrá comprar hasta noviembre o diciembre"

No coinciden desde ING, pues creen que este "apetito especulativo" podría mantenerse al menos parcialmente. Este fenómeno ha hecho que revisen sus previsiones para finales de 2024, pasando de unos 35 euros el megavatio hora a 37 euros. En cualquier caso, con el llenado actual "esperamos que el almacenamiento esté cerca del 100 % lleno al comienzo de la temporada de calefacción". Por su parte, señalan que este 2025 Europa ampliará su capacidad de GNL lo que "dejará el mercado en una situación más cómoda" y por ello esperan un precio del megavatio rondando los 29 euros para entonces.

En cualquier caso, desde S&P Global defienden lo contrario. "Los fondos están cerrando posiciones" pues se habría generado "una debilidad" pues "no habrá demanda en este momento, nadie querrá comprar hasta noviembre o diciembre". Debido a todo ello, esperan un "amplificado peso bajista sobre los precios en el corto y medio plazo" dado que "es muy difícil operar cuando la oferta es mayor que la demanda".

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