
La renta fija ha actuado como refugio en las últimas semanas de los inversores que salían de bolsa, pero también se ha visto como una oportunidad si los grandes bancos centrales aceleraban sus políticas de rebajas de los tipos de interés. Esto llevó al bono estadounidense a 10 años, por ejemplo, a cerrar con una rentabilidad del 3,77% el pasado 5 de agosto, el día de mayor pánico en los mercados en mucho tiempo. Desde entonces el rendimiento ha repuntado ligeramente, aunque este viernes se movía en niveles muy similares a los del viernes previo, sin alejarse mucho de esos mínimos a la espera de las pistas que se den en la gran cita de banqueros centrales que se celebrará la próxima semana en Jackson Hole.
Mientras, en España las rentabilidades de la deuda tampoco repuntan pese a la mayor tranquilidad. Es más, el bono español a una década ha rozado por primera vez desde enero el nivel del 3%. Este viernes rondaba el 3,09%, cerca del 3,08% de la semana anterior.
El bono de EEUU a 10 años cotiza en el entorno del 3,9%, tras digerir buenos datos macroeconómicos esta semana como la cifra de inflación, las ventas minoristas o las peticiones de desempleo. Los expertos creen que la renta fija estadounidense, en general, debería seguir cerca de estos a la espera de más información relevante. "El mercado de renta fija ya ha subido mucho desde finales de julio, con el bono de EEUU a 2 años bajando más de 40 puntos básicos. Esperaríamos que el mercado se estabilizara en estos niveles de tipos y que la Fed diera más orientaciones sobre si la senda de recortes de tipos será lenta y suave o más pronunciada y drástica", señala John Kerschner, responsable de Productos Titulizados y Gestión de Cartera en EEUU de Janus Henderson.
"Para que se produzca un repunte significativo del Treasury a 10 años desde estos niveles, creemos que los mercados necesitarían ver en los datos pruebas de una verdadera recesión", opina Felipe Villarroel, socio y gestor de carteras de Vontobel, quien matiza, no obstante, que esto no hace que sean "pesimistas respecto a los bonos del Tesoro, ya que siguen sirviendo como seguro contra el riesgo de que se produzca una recesión. Pero en ausencia de datos laborales y de crecimiento cada vez más negativos, no creemos que los bonos a 10 años tengan mucho más recorrido".