Bolsa, mercados y cotizaciones

El consumo de EEUU resiste, fulmina la tormenta de recortes de la Fed y enciende los mercados

  • El mercado pasa a pronosticar solo tres movimientos de 25 puntos
  • Las ventas minoristas superaron con creces las estimaciones...
  • ... dando argumentos a una economía de EEUU que siga resistiendo

Los mercados viven en una montaña rusa de emociones, en la que cada dato se ha convertido en una batalla por controlar la narrativa. Si las cifras de empleo de hace ya dos semanas desataron el caos, con un desempleo escalando al 4,1% y generando temores de recesión, hoy las ventas minoristas han tenido un efecto opuesto, mostrando que el consumo de EEUU, el gran bastión de la resistencia económica del país norteamericano, aguanta firme. Ante esta revelación, los mercados han tirado la toalla y han renunciado a un ambicioso programa de recortes tipos para lo que resta de 2024.

Ahora, el mercado de swaps (OIs) solo descuenta un descenso hasta el rango de 4,5-4,75% en el precio del dinero para diciembre, cuando hace escasos días todo apuntaba a un retroceso más agresivo. De hecho, el posible recorte de 50 puntos básicos de una sola tacada para septiembre ha quedado prácticamente fulminado con solo un 25% de probabilidades, cuando hace una semana superaba cómodamente el 50%.

El dato ha supuesto una inyección de adrenalina a los mercados. Tras conocerse el dato, los principales índices de EEUU han abierto con subidas que rondan el 1%. Por contra, el rendimiento del bono a 10 años se ha disparado 11 puntos básicos de golpe, hasta el 3,95%, prácticamente borrando media bajada de tipos. Y el dólar se ha reforzado notablemente frente al euro, que ha pasado de cambiarse por 1,101 dólares a caer a los 1,096. Además, el petróleo también ha girado al alza: el Texas (WTI) sube un 1,70%, ante la expectativa de una mayor demanda en EEUU.

Este movimiento supone el último giro inesperado tras dos semanas de tensión que comenzaron con un dato de empleo peor de lo previsto. Inmediatamente, las bolsas empezaron a temblar y el bono de EEUU vio desplomarse su rentabilidad, según los mercados daban por hecho que la Reserva Federal tendría que salir al rescate de la economía estadounidense con una reunión de emergencia y un batallón de bajadas de tipos hasta final de año, de 100 puntos básicos o más. Aquellos miedos cristalizaron en el 'lunes negro', en el que la bolsa de Japón se hundió un 12% y los mercados de Europa y América se dejaron más de un 3%.

Desde entonces, los mercados han estado recogiendo cable, borrando lentamente todas aquellas caídas y recortando las expectativas de bajadas de tipos. Ayer, los datos de IPC, ligeramente mejores de lo esperado, confirmaban que los planes de la Fed están funcionando según lo previsto. Y los datos de consumo minorista de hoy parecen haber disipado el último gran miedo que quedaba: que la terapia de 'shock' del banco central estuviera empujando al país a la recesión a toda velocidad. Por contra, un mercado laboral más ajustado pero con un nivel de paro relativamente bajo, una inflación que sigue deshinchándose a buen ritmo y un nivel de consumo mejor de lo previsto parecen casi el mejor escenario posible.

En cualquier caso, estos datos han sido reforzados a su vez desde el punto de vista empresarial. Particularmente por los resultados de Walmart, el gigante minorista con mas presencia en la economía de EEUU y cuyas ventas son un auténtico termómetro del consumo más habitual en el país. La empresa se dispara un 8% en el parqué tras un incremento sorpresa de las ventas del 5% que ha llevado a revisar sus objetivos para todo el año, pasando de un crecimiento estimado del 3,75% al 4,75%.

Y no solo es el consumo: los datos de paro semanal también han llevado la contraria al sentimiento de debilidad que se generó en las cifras de hace dos semanas. Concretamente, las solicitudes iniciales de desempleo descendieron a 227.000, el nivel más bajo desde finales de mayo, según el Departamento de Trabajo del país, por debajo de las previsiones de los mercados. En cualquier caso, cada vez más expertos explican que el aumento del paro que se dio en julio no responde necesariamente a una dinámica recesiva, sino a un aumento de la oferta laboral por la inmigración (entre otros factores) y elementos temporales como el huracán Beryl.

Así, la reacción de los mercados ha sido rendirse y aceptar que las previsiones de la Fed parecen estar cumpliéndose. Aunque la incertidumbre sigue sobre la mesa ante el riesgo de que algo inesperado se rompa, los operadores del mercado de deuda han vuelto a acercarse de forma cada vez mayor a las previsiones de la Fed, con tres recortes (frente a los dos que estimaba la institución monetaria).

"Esto aumenta la probabilidad de que la Fed inicie el ciclo de flexibilización con 25 puntos"

Desde ING comentan que, efectivamente, la oleada de datos que se han recibido hoy han sido "más sólidos de lo esperado". En ese sentido, tanto estas cifras como el desempleo "han proporcionado evidencia que sugiere que un recorte de 25 puntos básicos en la reunión del FOMC de septiembre parece más probable que uno de 50 puntos básicos en este momento". Jackson Hole será la clave para definir el futuro de la institución pero, sobre todo, las cifras de empleo que se conocerán en la primera semana de septiembre. Sin embargo, los expertos del banco neerlandés sentencian que, si algo ha quedado claro tras los datos actuales, es que "la resiliencia del consumidor continúa".

Por su parte, los expertos de Capital Economics explican que la ronda de datos no ha dejado "prácticamente nada a lo que los bajistas pudieran agarrarse" pues, aunque buena parte de la fortaleza se debió a la recuperación de ventas de vehículos, "fue alentador que hubiera un repunte de forma generalizada". Por lo tanto "esto aumenta la probabilidad de que la Fed inicie el ciclo de flexibilización con 25 puntos en lugar de los 50 que estaba manejando el mercado". El motivo es que, ante una economía más controlada de lo esperado, el banco central podría iniciar con más calma esta nueva era y sin movimientos abruptos.

Cuidado con la sobrerreacción

Desde Pantheon Research matizan esta sensación y creen que de nuevo, el mercado podría estar sobrerreaccionando sin prestar atención a los matices que ofrecen las cifras. Sí, el consumo se ha mantenido fuerte, pero esta resistencia ha venido cargada de matices. "Este informe no es tan sólido como sugiere la cifra de cabecera". En primer lugar, porque ha venido acompañado por una revisión a la baja del 0,2% en junio, y porque aproximadamente, "dos tercios del aumento principal se debieron a un repunte del 3,6% en las ventas de automóviles".

De hecho sentencian que "vemos algunas buenas razones para pensar que esta fortaleza en las ventas minoristas subyacentes durará poco". En primer lugar, el clima más cálido de lo habitual "parece haber impulsado las ventas tanto en junio como en julio, y eso no puede durar indefinidamente". En segundo término, "el salto del 0,9% en las ventas de alimentos y bebidas en julio, mucho más fuerte que el aumento promedio del 0,2% durante los seis meses anteriores, también parece ruido y se revertirá pronto".

Los expertos de la firma concluyen sus dudas sobre las 'bondades' de los datos alegando que "advertimos que no se debe concluir que el repunte del 0,3% en los servicios de alimentación es una señal de que los consumidores están aumentando nuevamente el gasto discrecional en servicios, dado que el aumento de julio vino acompañado de una revisión a la baja combinada del 0,5% con respecto a los meses anteriores". En resumen "los consumidores no pueden superar indefinidamente los vientos contrarios combinados de tipos de interés más altos, crecimiento débil del ingreso real, un mercado laboral en deterioro y una tasa de ahorro muy baja".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky