
En 2023, las emisiones de deuda responsable (bonos verdes, sociales y sostenibles) en todo el mundo crecieron un 3%, hasta los 870.000 millones de dólares, de acuerdo con los datos recogidos en el informe anual de la Climate Bonds Initiative (CBI), recientemente publicado. La CBI es una organización de referencia en este tipo de colocaciones. La cifra repuntó ligeramente tras un 2022 en el que se hundieron un 24%, lastradas por el efecto de la guerra en Ucrania y por la retirada de estímulos por parte de los bancos centrales. Dentro del universo de colocaciones responsables, la gran mayoría fueron de bonos verdes, como es habitual (un 67%). Además, las emisiones verdes crecieron un 15% en el mundo, hasta rondar los 590.000 millones de dólares. Y, en ese mapa mundial de los emisores verdes, España siguió teniendo un papel predominante. Visite el portal especializado elEconomista ESG.
Este país fue el séptimo del mundo y el cuarto de la UE que más bonos verdes colocó en el mercado, de acuerdo con los registros de la CBI. La líder absoluta es China, que se revalida como el primer emisor mundial de deuda verde, con una emisión superior a los 83.000 millones de dólares en el conjunto del año. Alemania es el segundo país que más dinero capta en el mercado bajo el paraguas verde (más de 67.000 millones de dólares), superando a EEUU. Estados Unidos registró volúmenes cercanos a los 50.000 millones de dólares repartidos entre más de un millar de emisores de pequeño tamaño, algo poco habitual en el resto de mercados, caracterizados más bien por acoger pocas, pero grandes, operaciones. A continuación se sitúan Reino Unido, Italia, Francia y España (ver gráfico).

Cuando hablamos de bonos verdes, nos referimos a aquellos cuyos fondos se destinan a financiar proyectos que tienen beneficios sobre el medio ambiente. También existen los bonos sociales, que financian proyectos de tipo social (ligados a la educación o a la sanidad, por ejemplo); los bonos sostenibles (que combinan características de los verdes y los sociales) y los bonos ligados a la sostenibilidad (que están vinculados a la consecución de objetivos sostenibles concretos).
Las cifras de España
Las empresas y organismos públicos españoles colocaron en 2023 un total de 15.313 millones de euros en deuda verde, de acuerdo con los datos de Ofiso, el Observatorio Español de la Financiación Sostenible (la CBI no desglosa los datos por país más allá de los tres líderes). En dólares, por traducirlos a la divisa que utiliza la CBI, España emitió 16.600 millones). Los grandes emisores fueron el Tesoro Español, seguido de Telefónica e Iberdrola.
En lo que llevamos de 2024 hemos presenciado en España ya múltiples emisiones de deuda de tipo ESG por parte de grandes colocadores. A primeros de año, Telefónica captaba 1.750 millones de euros con un bono verde en 2 tramos, uno a 8 años y otro a 12, e Iberdrola lanzaba otro de 700 millones. En febrero, CaixaBank colocaba un bono verde de 1.250 millones de euros con un bono verde a 8 años, con un cupón del 4,12%. En marzo, BBVA captaba 1.000 millones de euros en otra emisión verde a 7 años, al 3,5%, por citar algunas de las principales operaciones.
Tendencias globales en bonos verdes
El informe de la CBI revela que en 2023 aumentaron las emisiones de bonos verdes y ligados a la sostenibilidad (sustainability-linked bonds), y que cayeron las de bonos sociales y sostenibles. El crecimiento más llamativo lo protagonizaron los bonos vinculados a la sostenibilidad, que venían de cifras muy reducidas y que siguen siendo la categoría de deuda ESG más pequeña. Rozaron los 23.000 millones de dólares en todo el mundo, duplicando la cifra de 2022. En España, Abertis recurrió a esta fórmula el año pasado, y le permitió captar 600 millones de euros.