
Desde que los tipos de interés tocaron techo en Estados Unidos, no han cesado las apuestas sobre cuándo se producirá el primer recorte. La Reserva Federal (Fed) declaró en diciembre que la tasa de fondos federales había alcanzado su tope en el 5,25%-5,5%. Pero, desde entonces, una inflación vacilante no ha permitido iniciar la flexibilización y ha generado muchas dudas. Sobre esta cuestión, las teorías de los inversores han sido variopintas, desde descontar siete descensos a solo dos e, incluso, plantear más subidas. Ahora, un gestor de BlackRock ha sorprendido en este debate con un nuevo planteamiento: Jerome Powell ha de suavizar los tipos de interés para controlar los precios (y no al revés).
Aunque la teoría explica que para controlar la inflación hay que subir los tipos de interés, con el objetivo de enfriar la demanda y el consumo y favorecer la moderación de los precios, hay quien cuestiona esta asunción. Rick Rieder, jefe de inversión de renta fija de BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, piensa todo lo contrario. "No estoy seguro de que subir los tipos vaya realmente a bajar la inflación. Es más, pongo sobre la mesa el argumento de que si se efectúan recortes, se controlará la inflación", ha dicho en una entrevista a Bloomberg.
Rieder defiende que la inflación de los servicios no va a bajar, ya que la economía está enfocada en el sector terciario y su demanda no es tan cambiante. Los consumidores aprovechan que los costes de los bienes sí han corregido y usan ese dinero para contratar servicios, por lo que estos "son inmunes" a la restricción monetaria. Las personas más mayores y de clase media y alta seguirán gastando en ellos y los precios de los servicios de automoción o de los seguros de salud no caerán. "Este grupo de personas está manteniendo los niveles altos de inflación en esos ámbitos", apunta.
Precisamente esta semana, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de abril de Estados Unidos, muestra esa tendencia. La tasa subyacente se ha visto impulsada, en parte, por los seguros de coches o los servicios hospitalarios. Son algunos de los focos que probablemente vigile la Fed, que pueden entorpecer o retrasar el inicio del recorte de tipos.
Esto sería un error desde la perspectiva del analista de BlackRock: "Si compras unas zapatillas tenis, pagarás lo mismo que hace 20 años. Sin embargo, si vas a un partido de tenis, pagarás el doble". Por eso cuestiona la capacidad de la restricción monetaria para bajar estas partidas.
Los tipos de interés elevados merman el poder adquisitivo, en principio, lo que debería ayudar a que también se gaste menos en servicios. Sin embargo, el estratega también contradice este extremo y afirma que los estadounidenses de clase media y alta se benefician de los tipos altos. Las inversiones en renta fija están ofreciendo la rentabilidad más alta en generaciones, algo que han aprovechado las familias para obtener retornos tras años en los que esta posibilidad era prácticamente inexistente. Por eso, reducir la tasa de fondos federales también mermaría estas ganancias.
Aunque el apetito por los bonos se ha moderado desde la semana pasada, según los informes semanales de Bank of America (BofA), la entidad defiende que el entorno actual favorece estas inversiones, lo que se vio en el dinero que entró la semana pasada en dichos títulos de deuda, un máximo desde el verano de 2021. "Nadie espera que haya una recesión y todo el mundo contempla entre dos o tres recortes de la Fed", apuntaban.