
El mercado de deuda salda el conjunto de las últimas cinco sesiones con un recorte de rentabilidades. Las compras se impusieron entre los principales bonos soberanos a diez años al cierre de la semana en la que la Reserva Federal de Estados Unidos tuvo su cita con los mercados. Desde el pasado 15 de abril el bono estadounidense a diez años lleva encajado entre el 4,5 y el 4,7% de rentabilidad. El mercado de renta fija refleja una política monetaria más restrictiva de le Reserva Federal, que tensa los bonos soberanos hasta los niveles actuales.
Sin embargo, si las palabras del presidente de la Fed, Jerome Powell, son ciertas no hay motivos para incrementar los tipos de interés por encima del 5,5% actual. Es decir, los bonos estadounidenses no encontrarían aquí un motivo para incrementar sus rendimientos por encima de los niveles actuales.
En este punto, se abriría una nueva oportunidad para comprar deuda dado que por precio (se mueve de manera inversa a la rentabilidad) se espera un recorte de tipos de interés en Estados Unidos, aunque se retrase más de lo esperado por el mercado. Esto ya ocurrió hace menos de seis meses cuando el bono de Estados Unidos a diez años rozó el 5% y 60 días después llegó al 3,8% (supondrían un 8% de ganancias para el inversor). La trampa estaría en un nuevo repunte en el mercado de renta fija. Y es que no solo la política monetaria afecta al mercado de deuda. Aunque el consenso de mercado que recoge Bloomberg no prevé un repunte de la deuda de nuevo hasta el 5% un mal dato de crecimiento de la economía estadounidense o un repunte de la inflación pueden provocar un sentimiento de aversión al riesgo que tense de nuevo a bonos como el T-Note.
También el mercado de deuda europeo reaccionó a la baja en la segunda mitad de la semana. El bund alemán a diez años se sitúa en el 2,5%, por lo que la prima de riesgo entre el bono estadounidense y el alemán se mantiene en torno a los 200 puntos básicos. Los títulos de deuda españoles a diez años caen el 3,3%.
En el resto de tramos la curva de deuda también refleja un recorte de rentabilidades. En concreto, los vencimientos entre los dos años y los diez son los que registran las mayores caídas en la semana que llegan a superar los 10 puntos básicos en la deuda a cinco y siete años en el caso de la estadounidense.