
España necesita que las empresas del país salgan a bolsa. Puig acaba de declarar su intención de salir a cotizar, algo que ha alabado este miércoles Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). "Es una magnífica noticia el reciente anuncio de una gran empresa española radicada en Cataluña para salir a bolsa en las próximas semanas", ha comentado en el Congreso de los Diputados en la Comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital. En su comparecencia ha insistido en la "urgente necesidad de impulsar el desarrollo del mercado de valores", y que esto ayudaría a mejorar el ahorro de los españoles.
Buenaventura ha señalado claramente a "dos problemas serios" para los cuales la potenciación de los mercados de valores puede ser la solución: "nuestros ciudadanos invierten sus ahorros de modo manifiestamente mejorable y nuestras empresas van a tener muy difícil financiar las inversiones que necesitan acometer".
El presidente de la CNMV ha recordado el carácter "tremendamente conservador" de los españoles, que no acaba de encajar con lo que debería ser una "cartera ideal" para las necesidades de largo plazo como es un complemento para la jubilación. Los inversores minoristas siguen optando sobre todo por depósitos, a los que destinan un 38% del ahorro financiero con datos de septiembre del año pasado, y los que invierten en fondos buscan que estos tengan poca exposición a bolsa; y si la tienen es fundamentalmente internacional.
Se necesita una "estrategia nacional" para fomentar la participación del minorista en los mercados, con temas como la fiscalidad, además de la educación financiera, señaló. "No existe ninguna solución mágica, sino más bien medidas puntuales" para mejorar ciertos aspectos. Uno de los que ha mencionado es la creación de productos como "la cuenta de ahorro personal multi-producto, que han estimulado notablemente el ahorro financiero de los suecos y han permitido que vaya a financiar en una parte muy importante a sus empresas". En el sector se ha expuesto mucho lo que ayudaría una "cuenta o fondo paraguas".
Por el lado de las empresas, ha recalcado que, según la Unión Europea, las empresas españolas van a tener que invertir en torno a 50.000 millones de euros adicionales al año en la próxima década para abordar la transformación digital, la descarbonización y el previsible incremento de la inversión en defensa. El problema es que las empresas dependen casi en exclusiva de cómo evolucionen las condiciones de crédito bancario de las entidades españolas (dependen tres veces más que las estadounidenses, por ejemplo). Y eso "tiene implicaciones serias para la economía española", ha señalado.
Buenaventura considera que un mercado de valores profundo permite que "los ciudadanos tengan más posibilidades de rentabilizar sus ahorros, que la inversión en empresas rentables o incluso emergentes se democratice y no sea un coto cerrado para las personas con mayor renta". BME ya ha elaborado un Libro Blanco con posibles medidas y el presidente de la CNMV ha señalado que también se ha impulsado un estudio por parte de una misión internacional de la OCDE para realizar un diagnóstico del mercado español y proponer posibles medidas a escala nacional para potenciarlo que se prevé presentar en diciembre.
Sobre el debate de centralizar la supervisión de los mercados en París, "no va a solventar la atonía de los mercados de valores europeos", opina. "Eso no significa que no haya áreas donde una supervisión de ESMA pueda ser más eficaz que una nacional. Pero a mi juicio el supervisor europeo no va a hacer la supervisión de un folleto, de unas cuentas o de un caso de abuso de mercado mejor, más rápido, ni más barato, que un supervisor nacional, por razones bastante obvias de cercanía, conocimiento y eficiencia", añadía.
El riesgo en las criptomonedas
Según datos de una encuesta encargada por la CNMV, en torno a un 7% de los españoles tienen o han tenido criptomonedas. Este año hay dos cambios grandes regulatorios: el reglamento DORA, que regula la resiliencia operativa y la resistencia al ciber riesgo, y el reglamento MICA, que regula los criptoactivos y sus proveedores. Buenaventura ha vuelto a enfatizar un claro riesgo: que los inversores crean "erróneamente que una vez que estén regulados y supervisados los proveedores de criptoactivos a partir de diciembre, las criptomonedas pasarán a tener el mismo nivel de regulación, supervisión y protección que los instrumentos financieros". "Nada más lejos de la realidad", ha zanjado.
El presidente de la CNMV no cambia su opinión: "Las criptomonedas (al menos el tipo que hoy conocemos) seguirán siendo, incluso cuando estén reguladas, productos extremadamente arriesgados, poco recomendables para el inversor minorista y con un nivel de protección muy inferior al de los productos financieros".