
El país del sur de África ha reemplazado el colapsado dólar zimbauense por el ZiG, una nueva divisa respaldada por el oro, en un intento del Gobierno presidido por Emmerson Mnangagwa para detener décadas de caos monetario. En este sentido, John Mushayavanhu, gobernador del banco central de Zimbabue, tras lanzar la nueva moneda señaló este viernes que la impresión de dinero había arruinado el dólar doméstico, el cual ha perdido este año casi tres cuartas partes de su valor.
El ZiG, respaldado por el oro zimbabuense, tendrá un valor inicial equivalente a 13,56 dólares estadounidenses, indicó Mushayavanhu. "Queremos una divisa nacional sólida y estable, no nos ayuda imprimir dinero" señaló el presidente del banco central, indicando que la nueva moneda "deberá ser anclada por una bolsa de reservas de divisas extranjeras y metales preciosos -principalmente el oro-, así como minerales de valor".
El banco central de Zimbabue tiene aproximadamente una tonelada de oro en sus cámaras y 1,5 toneladas en el extranjero, junto con algunas reservas de divisas internacionales. Sin embargo, algunos economistas dudan de que estas reservan sean suficientes para apoyar el ZiG, debido a la falta de confianza de los propios ciudadanos zimbabuenses, quienes han visto desaparecer sus ahorros, así como su poder de compra, en los últimos años.
En este sentido, Masimba Manyanya, antiguo economista jefe del Ministerio de Finanzas, reconoció que el hecho de haber tenido cinco divisas en los últimos diez años generaba "confusión incluso en el propio Gobierno". Este desconcierto también se nota en la calle. Así, Benson Gandiwa, propietario de una tienda en Harare, capital del país, indicó en conversaciones con Financial Times que no había utilizado la divisa doméstica en años, un modus operandi que no tenía ninguna intención de cambiar: "mi negocio sigue vivo porque utilizo el dólar estadounidense", señaló.
Otro de los datos que evidencia la debilidad de la economía del país africano es el nivel de sus reservas de divisas, el cual apenas da para cubrir las importaciones de un mes. Para contextualizar la situación, Kenia, que recientemente ha evitado una crisis monetaria, las reservas de su banco central han recuperado una cantidad de chelines kenianos equivalente a más de 7.000 millones de dólares estadounidenses con los que cubrir las importaciones de casi cuatro meses.