
El litio es un elemento clave para el futuro de la humanidad. Este bien estratégico es básico para la transición ecológica al ser clave para las baterías del coche eléctrico. La mayor parte de los expertos dan por hecho que su demanda irá creciendo año tras año y el mundo debe lanzarse a explorar yacimientos y comenzar a levantar refinerías. En ese sentido, China parece haber tomado la delantera, logrando un dominio prácticamente mundial de la materia prima con una oleada de compras estratégicas a lo largo y ancho de todo el planeta. Esta posición dominante por parte de Pekín ha dejado a EEUU en una situación precaria, con serios problemas para lograr un suministro fiable ante una demanda en crecimiento.
Frente a esta realidad, EEUU se ha encomendado una gran esperanza que podría darle un balón de oxígeno y lograr abastecerse en buena medida de este recurso estratégico sin salir de sus fronteras. El Departamento de Energía anunció a finales de 2023 que posee una de las mayores reservas de litio de todo el planeta en California, bajo el Mar de Salton. En las últimas semanas se inauguró el primer proyecto en activo en la región y se actualizaron las cifras que hay detrás del enorme yacimiento.
La primera planta, llamada Hell's Kitchen 1, ha arrancado oficialmente tras una inversión de 1.850 millones de dólares. Esta sería la primera fábrica del gran proyecto conocido como el "Lithium Valley". Ya hay aseguradas cerca de siete plantas que levantará Controlled Therman Resources (CTR) . Su CEO, Rod Coldwell, explicaba en la inauguración que "esto es solo el principio de lo que será un auténtico 'campus' de materiales críticos para baterías realmente sostenibles y creará los estándares para la cadena de suministro de litio de EEUU".
Al margen de este proyecto, el Laboratorio Nacional de Lawrence Berkeley ha actualizado las cifras de las implicaciones que esta enorme reserva podría tener para EEUU. Las aguas del lago, que hasta ahora estaba prácticamente abandonado, esconden 3.400 kilotones de litio, una cantidad suficiente para abastecer las baterías de 375 millones coches, "más que todos los que están ahora mismo en circulación" defiende el estudio.
Se trata del mayor depósito de litio del planeta con 18 millones de toneladas métricas en sus entrañas. Pero ponerse a producir a pleno pulmón no será tarea fácil. El propio Departamento de Energía de EEUU explica que no tienen aún una gran red firmas de extracción, refino y producción final. El motivo es que el país importa prácticamente todo el litio que consume, que proviene de Chile y Argentina, los dos grandes actores del mercado más cercanos geográficamente. Estos dos países produjeron 39.000 de toneladas y 6.200 respectivamente.

Respecto al resto de grandes productores, está Australia como líder absoluto, con 61.000 toneladas, el 47% de la producción mundial (que en 2022 fue de 130.000 toneladas). China es el tercer máximo productor del mundo con 19.000 toneladas. Pero, a pesar de no ser el principal productor, el gigante asiático era el responsable del 60% del refino de todo el mundo en 2022. China ha conseguido esta posición en base a fuertes inversiones y subvenciones de la demanda mundial provocando que EEUU tenga serios problemas para acceder a la materia prima, que no solo es clave para la transición energética, sino que también es fundamental para productos clave de defensa como drones, los cazas F-35, misiles y radios.
Sin embargo, al ser una industria cuya demanda está en crecimiento, algunas de las principales reservas del mundo aún están inactivas y de hecho, se espera que Bolivia y Argentina acaben siendo los dominadores teniendo las mayores reservas registradas del mundo, con 21 millones de toneladas la primera y 20 millones de toneladas la segunda. China ya ha tomado posiciones en ambos países, en particular en el primero, con el que llegó al último acuerdo en enero con un contrato de 90 millones de dólares, aunque el año pasado Citic Guoan ya cerró un acuerdo de 1.400 millones para construir dos plantas desde las que exportar 50.000 toneladas de Litio. Según un reciente documento de la Agencia Internacional de la Energía entre 2018 y 2021 China ya había invertido 4.300 millones de dólares en hacerse con proyectos en Chile, Bolivia y Argentina. Desde la AIE concluían que el 90% de los proyectos de inversión en América Latina son chinos.
En cualquier caso, EEUU en 2022 era ya el tercer país del mundo más rico en litio y su estrategia pasa necesariamente por mirar al interior para abastecerse. En cualquier caso, estas potentes reservas no parecían lo suficientemente grandes para sostener una demanda en crecimiento. Según Benchmark Mineral Intelligence, a partir de 2030 se espera una escasez debido a que la demanda subirá más de un 36% pero la producción no pasará de un 33% de crecimiento. Esta situación puede ser crítica para Estados Unidos si finalmente China mantiene su férreo control sobre toda la cadena de producción.
Sin embargo, este nuevo yacimiento en California es la gran esperanza de un EEUU para poder vivir internamente. De hecho, desde el Departamento de Energía creen que al calor de este proyecto podrían descubrirse muchos más yacimientos. De hecho, estiman que solo en California y Nevada se esconde el 4% de las reservas mundiales del material. El problema es que hasta este año solo había una mina activa en el país, la de Clayton Valley, en Nevada.
Mckinsey: "La demanda superará las 3 millones de toneladas frente a las 720.000 actuales"
Aunque la esperanza del 'valle del litio' no basta para salvar la potente demanda del mundo. Sin embargo, si ofrece un gran cambio de paradigma debido a que supone "la mayor concentración de litio de todo el mundo", según expresó el Gobierno de California. En ese sentido el estado expresaba en su comunicado de prensa que creen que gracias esta mina EEUU "superará a China" dando un paso clave en la lucha por la autosuficiencia. Sin embargo, aún se necesitaría importar para completar la gran demanda que se avecina.
Según datos de S&P Global las ventas de vehículos eléctricos superarán las 4,6 millones de unidades en 2023 disparando la voracidad de 'oro blanco'. Desde Mckinsey son más concretos y alertan de que, a pesar de que ahora la oferta está por encima, para 2030 la demanda superará las 3 millones de toneladas frente a las 720.000 actuales. La consultora deja claro en su último informe que esto abrirá paso a un enorme déficit, pues solo habrá una capacidad mundial de producción de 1,64 millones de toneladas. "Si no se toman medidas, para 2030 no habrá suficiente litio para satisfacer las demandas combinadas de la transición energética".
Por ahora el litio se desploma
En cualquier caso, de momento las empresas están produciendo a espuertas pensando en esa demanda futura y eso ha dejado en una situación muy comprometida los precios actuales del litio. La materia prima, tras dispararse en 2021 por la crisis de suministros, ha visto como su precio ha vivido caídas de 80% desde sus máximos de 2023. El exceso de oferta se ha mezclado con una industria china de coches eléctricos decepcionante y que no ha cumplido con las estimaciones. Este era el principal catalizador del sector, que esperaba un 'boom' para este 2023 en el gigante asiático tras años de confinamientos y medidas covid cero.
Después de que en 2022 las ventas de EV's se disparasen un 108%, estas han venido en retroceso desde entonces y el tercer trimestre del año se saldó con un desplome del 28% según la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China. Las perspectivas no son mucho mejores y desde Fitch Ratings esperaban que, para finales de 2023 la demanda de automóviles no variase de las 22 millones de unidades frente a los 23,84 millones de 2023.
El crecimiento exponencial de China, el motor del litio, se ha detenido por varios motivos. Por un lado, una economía creciendo al 5,2%, lejos de los avances del 10% de antes del covid, al borde del abismo de la deflación y con una crisis inmobiliaria a las puertas. Ante todas estas situaciones no es solo que el consumo de vehículos eléctricos se haya paralizado, sino que el Gobierno ha recortado los subsidios especiales con los que facilitaba su compra para estimular la economía en otros frentes.
En cualquier caso todos coinciden en que este solo es un alto en el camino y la Agencia Internacional de la Energía estima que para 2030 la demanda se disparará un 72%, generando una situación de escasez. Cuando llegue ese momento EEUU mirará al Lithium Valley para ver si puede ser el salvavidas con el que se salvará de un litio dominado por China. Esta es la gran esperanza de la nación norteamericana de mantenerse vivo en la carrera del litio.