
La Super Bowl predice con un 70% de fiabilidad lo que ocurrirá en el Dow Jones en el año. Por irracional que suene, es así. De hecho, los inversores cada vez con más frecuencia buscan pistas en el evento deportivo más importante del año (económica y deportivamente hablando) para descifrar el comportamiento de los mercados de cara a los próximos meses.
Según pertenezca el ganador a una de las dos conferencias en las que se divide la liga norteamericana, el índice estadounidense tiene más probabilidades de poner su balance anual en positivo.
La liga nacional de fútbol americano (NFL) está dividida en dos conferencias: la AFC y la NFC. Según el aforismo de la Super Bowl, cada año que gana un equipo del campeonato nacional de fútbol americano que tiene sus raíces en la conferencia NFC, el Dow Jones registra alzas a final de ese año, mientras que si se da una victoria por parte de la AFC se traduce en bajadas. Así ha ocurrido en 41 de las 57 ediciones que han tenido lugar desde 1967.
Desde ese año, en más de un 70% de los casos se ha cumplido esta relación (ver gráfico). Este año, Kansas City Chiefs se enfrentará este 11 de febrero a los San Francisco 49ers. No obstante, las probabilidades de que el ejercicio acabe con tintes positivos es mayor. No por que sean favoritos la franquicia de California según los casinos y casas de apuestas, sino porque siempre que ha ganado Kansas (perteneciente a al conferencia bajista, por así decirlo) no se ha cumplido el aforismo y ha acabado subiendo la bolsa.
Por su parte, una victoria de los San Francisco 49er (de la conferencia alcista) ha venido acompañada históricamente de un alza del Dow Jones ese año, cumpliendo así con los designios del aforismo en un 80% de los casos en los que se ha proclamado campeón del título (cuatro de los últimos cinco).
Los 'Chiefs' han protagonizado varias de las últimas excepciones
Pese a que el aforismo ha ganado en popularidad en las últimas décadas entre los inversores (cada vez son más los bares cercanos a las inmediaciones de Wall Street que se llenan para ver el partido), la primera persona en darse cuenta de la relación entre el evento deportivo y el comportamiento anual de la bolsa fue el periodista deportivo Koppett Leonard en el año 1978.
En esta conexión tan especial entre deporte y bolsa, también destacan la aportación de John Sheppard y Thomas Krueger, dos profesores de la Universidad de Wisconsin, que detectaron que antes de que se jugara el partido, el volumen de negociación de la Bolsa de Nueva York crecía por encima de la media.
No obstante, la relación económico-deportiva de este evento transciende los mercados bursátiles. La Super Bowl es la cita deportiva por excelencia. Ningún otro acontecimiento de estas características acumula delante del televisor a tanta gente.
Esta difusión espectacular del partido se traduce en unos costes publicitarios no vistos en ningún otro evento deportivo del mundo. La NBC, de hecho, que retransmitió el encuentro en EEUU el año pasado, cobró 6,5 millones de dólares por cada spot de 30 segundos durante el intermedio.
