
Los activos de renta fija han vuelto a cobrar protagonismo en las carteras de los inversores conservadores, como demuestra la lista de los fondos con mayores captaciones netas de dinero, no solo en España sino también en el conjunto de Europa. Desde que los bancos centrales comenzaran a subir los tipos de interés a mediados de 2022 para luchar contra la inflación, las gestoras comenzaron a activar la maquinaria comercial para lanzar productos específicos con fecha de vencimiento, aprovechando el repunte de rentabilidades de la deuda soberana, y con objetivo de rentabilidad no garantizada, que con el nuevo entorno de tipos podían ofrecer un rendimiento estimado entre el 2% y el 3%, porcentajes que para un inversor que no quiere asumir riesgo sonaban más que aceptables.
Pero ya a finales de 2022 el inversor conservador aprendió que la renta fija no es sinónimo de evitar pérdidas en las carteras, y que lo más eficiente es contar con un fondo de deuda con estrategia flexible (sin restricciones a la hora de seleccionar activos o duraciones), que el año pasado demostraron su valía con rentabilidades que en los mejores casos llegaron al doble dígito, como el Buy & Hold Renta Fija, gestionado por Rafael Valera, que con un 11% fue precisamente el mejor fondo de esta categoría en Europa.
Y es que los fondos de renta fija tampoco están exentos de volatilidad, en un momento en que cualquier comentario de los bancos centrales puede ser interpretado como una señal sobre su futura actuación. Precisamente el año pasado, los inversores alimentaron la expectativa de que la Fed y el BCE tendrían que comenzar el proceso de bajada de tipos a partir del primer trimestre de este año, después de varias reuniones en las que los organismos monetarios habían decidido no tocarlos, lo que relajó el rendimiento de los bonos soberanos y favoreció su rally por precio (que se mueve en sentido inverso), lo que provocó los dos meses más alcistas para la deuda desde 1990.
Un proceso que se ha dado la vuelta tras constatar los inversores con los datos macroeconómicos que la inflación se está relajando pero aún se mantiene pegajosa, lo que incentiva a que la Fed y el BCE mantengan su hoja de ruta de no bajarlos todavía, como este miércoles recalcó Lagarde de nuevo.
De ahí que sea importante contar con una selección de fondos de renta fija capaces de sortear la volatilidad del mercado. Para ello, elEconomista.es ha pedido a seis reconocidas firmas de asesoramiento (A&G, ATL Capital, iCapital, Sássola Partners, Singular Bank y Tressis) algunas propuestas que todo inversor conservador debería tener en cuenta a la hora de construir su cartera de renta fija y el resultado es una selección de vehículos de inversión colectiva que van desde el archiconocido M&G (Lux) Optimal Income hasta quizá el menos famoso Algebris Financial Credit, y que abarcan toda la gama de activos de deuda.
La primera advertencia para un inversor advenedizo que solo se fijara en la rentabilidad pasada, como la de los tres últimos años o la de 2023, y observara números en negativo en algunos fondos (ver gráfico abajo) es que el entorno es diametralmente opuesto para muchas clases de activos, por lo que el dato de revalorización pasada no es un indicativo del buen hacer o no del equipo gestor. Como explica Ion Zulueta, director de análisis de iCapital, "los treasuries no eran una buena inversión en 2021, pero sí lo son ahora. Y tres años no es un periodo mágico. Un gestor puede detraer valor a este plazo y seguir generando mucho valor a más largo plazo. La inversión en fondos activos generalmente requiere un horizonte de inversión largo".
Una opinión que corrobora Samuel Pérez Ogaya, analista de inversiones de Tressis. "Durante 2022 y parte de 2023 se dio un proceso de subida de tipos de interés muy brusco en tiempo y forma. Esto provocó que gran parte de los activos de renta fija experimentasen caídas históricas y que las rentabilidades a vencimiento subiesen. Consecuentemente, nosotros consideramos que, para seleccionar un fondo, las rentabilidades pasadas no son objeto de estudio cuando hay un cambio sustancial en las condiciones que afectan a una clase de activo en particular", asegura.

Para Sássola Partners, firma fundada por Miguel Irisarri, un profesional que ha estado al frente de entidades como A&G, UBS Wealth Management o Banco Urquijo, el fondo estrella de M&G gestionado por Richard Woolnough sigue siendo una buena opción. "Es un fondo flexible en duración y clase de activos. Ha ido subiendo y bajando la duración de manera activa a lo largo de 2023 para situarse ahora en torno al 7. La duración, principalmente, es generada por bonos de gobiernos, representando éstos el 40% de la cartera, la mitad de EEUU. Tiene un 25% en high yield, donde ven un mayor riesgo y menos valor ahora, y el resto es grado de inversión. Creemos que con esa duración cualquier bajada de tipos debe favorecerle y repetir buenos números en 2024", señalan.
Los fondos recomendados
Entre las recomendaciones de los expertos figuran fondos que ya en el nombre apuntan a una estrategia de duraciones cortas en cartera, como Evli Short Corporate Bond, Muzinich EnhancedYield Short Term o Franklin Templeton GF Western Asset Short Duration Blue Chip Bond. Respecto a los dos primeros, en Tressis señalan que las curvas gubernamentales continúan invertidas para el tramo de dos y diez años, lo que implica que los bonos con un vencimiento próximo ofrecen mayores rendimientos y una menor sensibilidad a los tipos de interés que los que concluyen más tarde. "Es por ello que recomendamos mantener una parte de la cartera que invierta en deuda de corto plazo. En este sentido, estos fondos de Evli y Muzinich pueden ser dos alternativas para beneficiarnos de la mencionada inversión de la curva y de la rentabilidad que ofrecen las emisiones corporativas de empresas cuyo rating se sitúa entre BB+ y BB-", apunta Samuel Pérez, analista de inversiones de Tressis.
Sobre el fondo de Franklin Templeton, Maria Idarreta, analista sénior de fondos de Singular Bank, comenta que les gusta porque invierte en empresas globales de alta calificación crediticia, un producto interesante a la espera de que los bancos centrales comiencen a recortar los tipos, no tan pronto como los mercados descuentan. "Los inversores en activos monetarios y en depósitos a muy corto plazo irán viendo cómo se reducen los tipos de interés que obtienen en sus próximas renovaciones. Y aunque en el actual entorno todavía se puede capturar rentabilidad en los tramos cortos, la mejor forma para capturar las atractivas rentabilidades actuales es invertir en instrumentos y fondos con vencimientos medios más largos. Dado que las curvas de tipos tienen pendiente negativa, esto supone inicialmente obtener unos rendimientos un poco inferiores a los de los activos a más corto plazo. Pero, a medida que vayan recortándose los tipos de intervención, creemos que los retornos acumulados en un horizonte de 6-12 meses serán superiores", afirma Idarreta, quien también recomienda fondos como BlueBay Investment Grade Euro Government Bond para la parte de deuda gubernamental.
Mientras llega ese momento del recorte de tipos, los expertos aconsejan mantener una parte en liquidez remunerada, con fondos como Aberdeen Standard Liquidity o AXA Trésor Court Terme.
Uno de los fondos a tener en cuenta para los inversores que quieren ir posicionándose de manera progresiva con mayor riesgo de duración pero de manera cauta es AXA Euro Credit Short Duration. Miguel Pérez, analista de soluciones de inversión de ATL Capital, apunta que, con una duración inferior a los dos años, el fondo ofrece una rentabilidad cercana al 4.5%. "Debido a la inversión de la curva, los tramos cortos ofrecen rentabilidades superiores a los tramos medios y largos, y este fondo invierte en una cartera diversificada de más de 200 bonos denominados en euros diluyendo el riesgo de concentración", subraya Pérez, quien también aconseja tener en cuenta el Invesco Euro Corporate Bond. "Al igual que el de Axa invierte en su mayoría en bonos de alta calidad crediticia denominados en euros con una duración de 4,75 años y una rentabilidad esperada a vencimiento del 4,2%. Ese mayor riesgo de duración puede tanto beneficiar como perjudicar en mayor medida, en función del movimiento de los tipos de interés, y hay que tener en cuenta que la mayor asignación por sector es en el financiero, que representa más de un tercio del fondo", subraya.
Retorno absoluto
Dentro de los fondos que los expertos consultados aconsejan tener en cartera figuran algunos de retorno absoluto, como el Dunas Valor Equilibrado. "Nos parece que el equipo gestor hace una muy buena selección de valores, adaptándose a la situación del mercado muy rápidamente, como ha demostrado generando retornos positivos en cualquier entorno en los últimos años. Es un fondo flexible tanto en distribución de activos como en duración, con un peso claro en la renta fija. Tiene la cartera dividida entre un 30% en crédito corporativo de alta solvencia y un 37% en no grado de inversión. El resto lo tiene invertido en deuda pública, gestionando estrategias de arbitraje con bonos periféricos que les permite ajustar la duración", señalan en Sássola Partners, donde también recomiendan el Man GLG Global Investment Grade Opportunities porque "consigue tener una rentabilidad a vencimiento más elevada que las de su categoría acudiendo a emisiones pequeñas que tienen una menor demanda u ofrecen una mayor rentabilidad a vencimiento. Al cierre de 2023 tiene una rentabilidad a vencimiento del 8,51% con menos de un 20% en high yield y una duración de 5,5 años, lo que debe permitir muy buenos retornos en cuanto comiencen las bajadas de tipos".
Este fondo de Man GLG es el que también están empezando a analizar más detenidamente en A&G. Santiago Royuela, del departamento de productos de terceros y selección de fondos de la firma, asegura que les gustar por ser un equipo gestor de bond picking. "Puede tener sentido buscar a un especialista capaz de estudiarse compañías concretas como lo haría un analista de renta variable y aplicar ese famoso concepto de margen de seguridad que aplican los value investors. No suele ser habitual que un gestor de renta fija centre su cartera exclusivamente en unas pocas compañías, analizando su solvencia y mirando hasta debajo de las alfombras de cada una de ellas para detectar posibles oportunidades en precio de emisiones concretas. Es interesante, además, como este bond picking lo ajusta a la duración de los índices de crédito globales para que la beta no sea su fuente de exceso de retorno, sino que sea la pura selección de compañías y su capacidad de repagar la deuda", recalca.
Entre las opciones que también presentan las firmas consultadas para tener en el radar se encuentran fondos clásicos de los selectores profesionales como el Jupiter Dynamic Bond, gestionado por el equipo liderado por Ariel Bezalel, un gestor con más de 20 años de experiencia en los mercados de deuda pública y corporativa. Es un vehículo de renta fija global totalmente flexible en cuanto a asignación por tipo de activos y duración, y no está sujeto a ningún índice específico, aunque al menos el 80% de sus activos debe estar invertido en instrumentos denominados en euros o cubiertos a euros para asegurar una cierta estabilidad.
"El papel fundamental del gestor en esta estrategia es destacable, ya que es responsable de adaptar el fondo según su visión macroeconómica y sus convicciones más sólidas. Con un horizonte de inversión a medio y largo plazo, el gestor se enfoca en identificar oportunidades atractivas en el mercado global de renta fija y posicionar el fondo para aprovecharlas", subraya el analista de A&G.
Otro fondo que se debería valorar es el Pictet USD Government Bond, sobre todo si al final no se produce un aterrizaje suave de la economía, sino lo contrario. En tal caso, Ion Zulueta director de análisis de iCapital, asegura que este fondo sería una alternativa válida, ya que si la TIR de los treasuries prosiguen con el recorrido a la baja iniciado a finales de 2023, sería uno de los pocos activos en cartera que hagan de contrapeso a la renta variable y el crédito.