
El viernes pasado comenzó la temporada de resultados en Wall Street y, como es habitual, los primeros grandes bancos norteamericanos han empezado a reportar sus cuentas de un ejercicio 2023 que ha estado marcado, en positivo, por los beneficios adicionales provocados por los tipos altos y, en negativo, por la crisis de los bancos regionales que consumó la quiebra de algunas pequeñas entidades como Silvergate Bank, Silicon Valley Bank o Signature Bank.
No ha sido, por tanto, un año fácil para la gran banca estadounidense pese al entorno de tipos altos y a las perspectivas de que estos se mantendrán en niveles históricamente altos durante los próximos meses. El índice KBW Banks, que recoge las 24 mayores entidades bancarias de Wall Street, perdió más de un 12% de su valor durante 2023.
Por el contrario, sus homólogas europeas sí pudieron sacar provecho en bolsa del buen momento del sector, que se anotó más de un 8% a lo largo del curso pasado. Y esto, pese a que no fueron ajenas a la crisis bancaria, que en Europa tuvo su principal exponente en Credit Suisse, que colapsó en el mes de marzo y tuvo que ser comprada por UBS. En este caso, el efecto contagio pudo contenerse y, aunque pesó sobre la cotización del sector, pudo recuperar todo lo perdido meses después, en concreto a finales de diciembre se cerró ese hueco.
El año ha comenzado con el mismo tono, favorable a la inversión en terreno europeo. La banca yankee cede más de 2 puntos porcentuales desde el primero de enero frente a la subida de medio punto de la europea. Una vez llegados a este punto y con las bajadas de tipos acechando la rentabilidad del negocio financiero, algunos inversores pueden pensar que es un sector a evitar de cara a este curso. Sin embargo, el consenso de analistas que recoge Bloomberg le sigue dando potencial alcista.
En este sentido, sí es cierto que a la banca del Viejo Continente los expertos le estiman un mayor recorrido, de más del 23% hasta su precio objetivo, mientras que la de EEUU se quedaría en torno a un 10%, a lo que habría que sumar, o restar, el efecto divisa. De cumplirse esta previsión las entidades continentales firmarían su segundo mejor año desde 2012. Esta diferencia, de algo más de 13 puntos, es la mayor desde 2011, cuando se encaraba el curso con una brecha superior a los 15 puntos. Esta diferencia se ha estrechado, pues hace solo unos días superaba incluso los 20 puntos, siendo este el mayor gap desde que Bloomberg comenzó a compilar los datos, en 2005.
Cotizan con descuento
Entre los factores que premian la inversión en Europa están los múltiplos a pagar, pero también la rentabilidad. Los expertos han ido mejorando sus perspectivas en torno al ROE (retorno sobre el capital) para las europeas desde el 8,5% que calculaban hace un año al 11,6% actual, que es el máximo desde 2008. Esta rentabilidad supera a la de las firmas americanas, cuyo ROE ha decaído hasta el 10,15%, el más bajo desde comienzos de 2022. Aunque en los últimos meses haya sido mucho más rentable invertir sin salir de las fronteras europeas, en la última década el KBW Banks bate en 5 puntos al Stoxx 600 Banks.
Si atendemos a cómo se pagan los beneficios proyectados para 2024 también se encuentra una gran diferencia y es que las entidades norteamericanas, de media, cotizan a un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de 10,5 veces, o lo que es lo mismo, exigen una prima de más del 60% frente a la europea, que capitalizan 6,5 veces su beneficio neto previsto para este ejercicio.
En la misma línea, el consenso sitúa a los valores norteamericanos del sector cotizando ligeramente por encima de su valor contable pese a las caídas recientes. Por el contrario, los de Europa se sitúan en las 0,7 veces según este mismo consenso, un descuento del 30%.
Según indican los expertos, el lastre en EEUU está claramente en los bancos que tienen un mayor negocio prestatario por la caída de los volúmenes provocado precisamente por unos tipos históricamente altos. Por contra, entidades como JP Morgan, Wells Fargo o Citi, más enfocados en la banca de inversión, han evitado esto y, hasta el tercer trimestre, apuntaban a beneficios récord.

De las 46 firmas que conforman el selectivo europeo, 32 de ellas apuntan a retornos de doble dígito este año, 24 de ellas incluso por encima del 20%, según las estimaciones de Bloomberg.
"El punto clave es el crédito", apuntan desde Keefe, Bruyette & Goods. "Mientras los tipos bajan, la preocupación en torno a un incremento de la mora se mantiene", agregan. De hecho, en los últimos meses los expertos han ido recortando sus estimaciones de beneficios para 2024 en la banca estadounidense, en un 16% desde la mitad del año mientras que en el mismo periodo han incrementado en un 37% las previsiones para la competencia europea.
"Yo me situaría en una visión más cauta en torno a la banca para este año", señalan desde Wedbush. "Siento que la resaca tras todos los estímulos que se impulsaron a raíz de la pandemia no se ha sentido aún y por eso sería prudente", añaden los expertos.