
Telefónica ha sido la gran protagonista de la semana en el mercado español. El anuncio del pasado martes de la autorización por parte del Ejecutivo a la Sepi para hacerse con hasta un 10% del capital de Telefónica ha pasado como un terremoto por los parqués.
Sin embargo, más allá de las consecuencias estratégicas y políticas que tiene convertir al Estado español en el accionista mayoritario de la teleco (como sucede con Francia en Orange, Alemania en Deutsche Telekom o Italia en Telecom Italia), de cara al inversor no ha tenido, al menos hasta el momento, una gran repercusión.
En bolsa, sus títulos apenas se han anotado un 1,6% en estas tres sesiones pese a que en un primer momento el rebote llegó a superar los 7 puntos porcentuales. Para los analistas tampoco debe suponer una mejora de los fundamentales ya que han mantenido sus precios objetivos, de media, en los 4,3 euros, lo que le deja un recorrido al alza desde los niveles actuales del 18%. La recomendación de la mayoría de las casas de análisis es de mantener sus títulos si se tienen en cartera.

"Este movimiento refleja los esfuerzos para contrarrestar la influencia de su accionista mayoritario, STC, en el Consejo de Administración", explican desde Bank of America, que recuerdan que "la presencia de los Estados en este tipo de compañías es habitual en los países europeos". "Aunque los mercados reaccionen positivamente en un primer momento, a largo plazo no es todo positivo desde el punto de vista de la gobernanza", señalan desde Bestinver. "Es muy probable que esto se convierta en algo que preocupe a los inversores, especialmente a los extranjeros", agregan.
Además de esta cuestión, esta semana se ha clarificado la cuestión del ERE anunciado hace unos días que finalmente se quedará en dos tercios de la propuesta inicial.