
Los sibaritas del café van a tener que acostumbrarse en los próximos años a notar una pérdida de calidad en su taza de cada mañana, o pagar el grano a precios sin precedentes. Incluso, si la situación que está viviendo el mercado del café no cambia, cabe la posibilidad de que sean ambas. El clima está siendo caótico en los últimos años en los grandes productores del grano, lo que está generando un deterioro en la producción que ha desembocado en los precios más altos de la historia para la variedad robusta, un tipo de café de peor calidad que el arábiga, pero que cuenta con la ventaja de aguantar mejor las inclemencias del clima.
La situación que están viviendo los productores de café robusta en Vietnam explica el grave problema que está atravesando este mercado. "Cada vez tenemos que cavar más hondo para conseguir encontrar agua. Algunos años no hay suficiente agua para regar, y luego hay otros años en los que hay un gran exceso", explica a Bloomberg un productor vietnamita del grano. El país asiático es el principal productor de robusta del planeta, y hay muchos agricultores que están empezando a dejar de producir el grano, sustituyéndolo por otro tipo de cultivos, como la pimienta.
Según destaca la agencia, un estudio sobre cultivos tropicales publicado en 2022 concluyó que va a ser necesario que el mercado del café se adapte en los próximos años, en buena parte sustituyendo los cultivos de café arábiga, el más consumido del mundo y menos amargo, por la variedad robusta. Las expectativas de que esto finalmente se produzca ha disparado el precio de la variedad de peor calidad, con un incremento de más del 71% en su cotización internacional sólo en 2023, que lo ha llevado a superar los 3.200 dólares la tonelada por primera vez en la historia. Para hacerse una idea del encarecimiento del grano, a principios de 2021 esta variedad costaba unos 1.250 dólares por tonelada.
Grandes productores de café, como Vietnam y Brasil están avisando de los problemas que están teniendo con la cosecha del año que viene, un elemento que ha tenido mucho que ver con las subidas de precios que se están viendo en las últimas semanas en la cotización del robusta (la variedad arábiga también es una de las materias primas que más se encarecen en 2023, pero su subida ha sido mucho más moderada, del entorno del 16% en el conjunto del año).
Después de años de malas cosechas, los inventarios mundiales de café han caído a mínimos de los últimos 20 años, destaca la agencia, una caída que se está dejando sentir en la cotización del café.
La escasez de café se asoma por el horizonte
La variedad robusta es la que utiliza Nestlé para uno de sus productos estrella, Nescafé, un tipo de bebida instantánea que se consume en grandes cantidades en todo el mundo. El gigante del sector de la alimentación también ha hecho cálculos sobre el impacto que tendrá el cambio climático en la producción de café a futuro, y calculan que el 50% de los terrenos que se utilizan actualmente para producir el grano no serán viables dentro de 30 años. Así, será necesario buscar terrenos alternativos, o nuevas formas de cultivarlo, más caras que las actuales, o para entonces habrá un problema serio de escasez.
Aunque el robusta es mucho más resistente que otro tipo de granos, tampoco es inmune a los cambios que se están produciendo en el clima. Jennifer Vern, CEO del World Coffee Research, explica cómo el robusta es "más tolerante al calor y a algunas enfermedades, pero tiene sus límites". El pasado mes de octubre la organización que dirige Vern avisó de que el mundo se enfrenta a una seria escasez de robusta en 2040, que podría alcanzar los 35 millones de sacos de 60 kgs para ese año, si se confirman las previsiones de aumento de consumo que manejan y el daño que hará el cambio climático en la producción durante los próximos años.
El fenómeno climático conocido como El Niño también amenaza con deteriorar aún más la producción de café, después de varios años en los que la productividad del terreno en el que se produce más café en todo Vietnam ha caído de forma severa, según un estudio publicado en 2021 en el que participó, entre otras organizaciones, la Universidad Nacional de Vietnam.
Los agricultores están tratando de innovar en sus cultivos para intentar aumentar la productividad, y no tener que pasarse a producir otro tipo de alimentos como la pimienta. Nestlé está intentando fomentar este tipo de nuevas prácticas para asegurarse el suministro de café en los próximos años, ya que, por sí sola, la empresa consume un cuarto de toda la producción anual de café robusta de Vietnam, por la que paga unos 700 millones de dólares, según explica Bloomberg. La compañía suiza destacó el año pasado que pretende invertir más de 1.000 millones de dólares hasta 2030 para fomentar que los agricultores vietnamitas utilicen métodos alternativos de cultivo que puedan lidiar mejor con el caos climático.