
Los inversores del sector bancario las han pasado de todos los colores durante las últimas dos décadas. Hasta la gran crisis financiera de 2008, se trataba de un negocio dorado que aprovechaba la ingente demanda de crédito en un entorno de tipos de interés altos. Sin embargo, a partir de entonces todo cambió y la fortísima recesión que sufrió la economía mundial destrozó a un sector que sigue viendo de lejos esos tiempos y que se ha transformado desde entonces.
Esta última década de tipos cero les ha hecho adaptarse y ahora afrontar un nuevo periodo de bonanza tras las subidas de tipos con más garantías que en el pasado y con una mayor prudencia financiera, que se está viendo en sus niveles de capital. Ahora que las previsiones apuntan a un deterioro del crecimiento económico, los bancos españoles han ido elevando la cantidad destinada a provisiones que cubran los eventuales créditos fallidos, los cuales tampoco se están aumentando tanto, tal y como se extrae de los datos de morosidad que han ido publicando las compañías en los últimos trimestres.
Y, aunque estas provisiones se están elevando, todavía están muy lejos de niveles de alarma. El coste del riesgo, que compara esas provisiones con el total del crédito otorgado por cada banco apenas se incrementará, de media, del 0,63% de 2022 al 0,73% previsto para este año y el 0,8% del que viene, por debajo del 1,1% que se alcanzó en el último momento de estrés para el sector, que fue 2020 por la pandemia. Es decir, seguirá aproximadamente un 30% por debajo de dicho ejercicio, según los datos de Bloomberg.
"Los niveles de 2023 ya están más o menos claros con lo presentado en los primeros nueve meses del año y han sido mucho mejores de lo que se esperaba a comienzos de año pese a la pérdida de poder adquisitivo de las familias, contenido con el ahorro acumulado y una tasa de paro que no termina de empeorar, que al final es una variable clave que condiciona las provisiones", explica Nuria Álvarez, analista de Renta 4. "Para el año que viene se espera un deterioro del coste del riesgo pero tampoco nada preocupante pues las condiciones macro no apoyan la idea de un fuerte empeoramiento del coste del riesgo, aunque dependerá de cómo vaya evolucionando el año", agrega Álvarez. "Al final, la referencia de 2020 es de un ejercicio muy estresado, con un escenario de una caída del PIB de más del 10%; volviendo más atrás, en 2012, cuando la banca también tuvo que incrementar mucho las provisiones, teníamos una tasa de paro cercana al 20% y ahora estamos lejos de que eso ocurra", concluye la experta.
"Es lógico que se dé un cierto repunte de la morosidad y los costes de riesgo se incrementen para la banca, pero hasta el momento no es preocupante", señala Antonio Aspas, socio y consejero de Buy & Hold. "Además, los cambios normativos de los últimos años han establecido coberturas más amplias y más restricciones para las entidades, lo que ha facilitado que los bancos españoles estén ahora más saneados, preparados y con más recursos propios que en anteriores episodios de incertidumbre", agrega el experto.
BBVA y Santander
A la hora de analizar compañía por compañía, lo primero que hay que tener en cuenta es que los costes del riesgo más altos, lógicamente, los tienen Santander y BBVA, por su exposición a mercados emergentes como Turquía o Latinoamérica. En el caso de la entidad cántabra, si solo cogemos su negocio en España esta ratio se sitúa, a cierre del tercer trimestre, en el 0,62%, la mitad de lo que los analistas esperan para el conjunto del grupo. Mientras, en BBVA esta se reduce hasta el 0,3%, un tercio del total.
Si bien, aunque siguen por debajo de cifras de 2020, Santander y BBVA son los nombres propios donde más se incrementará este año el coste del riesgo con respecto a 2022, en 20 y 17 puntos básicos, respectivamente. Las estimaciones de los analistas sitúan la ratio de los cántabros en el 1,25%, por encima de la propia guía del 1,2% que ha dado la compañía como máximo, y muy por encima de la cifra reportada en la última presentación de resultados, que ha sido de 1,13%. En la casa vasca, la última cifra presentada es del 1,11%, aunque la estimación para el final del año es de 3 puntos básicos menos.
De cara a 2024, BBVA será, de nuevo, el banco donde los analistas estiman que más crecerá el coste del riesgo, hasta los 129 puntos básicos, adelantando a Santander (donde se reducirá 3 puntos), pero todavía por debajo de los 151 puntos de 2020. En el resto, el coste del riesgo crecerá por debajo del doble dígito. En Unicaja las provisiones doblarán las de 2020 en términos absolutos, pero el último coste presentado es del 0,3% ya que hay que contar con la fusión con Liberbank.
Los analistas aconsejan tomar posiciones en los seis títulos
El buen momento del sector se está reflejando en la bolsa, donde este año acumulan ya un avance del 23%, cotizando ahora en zona de máximos de marzo, si se atiende al comportamiento del índice Ibex Banks (ver gráfico). No obstante, hay importantes diferencias entre unos nombres y otros. Mientras los títulos de BBVA se anotan casi un 40%, los de Bankinter y Unicaja todavía están en negativo. En todo caso, pese a este avance generalizado que han protagonizado estos seis valores durante los últimos meses al calor de las subidas de tipos del BCE, el consenso de analistas les sigue dando amplios potenciales para seguir avanzando en los próximos meses. Salvo BBVA, todas ellas cuentan con recorridos superiores al 30% hasta sus respectivos precios objetivos. De igual forma, todas ellas reciben ahora una recomendación de compra por parte de los expertos y es que, tras presentar todas ellas sus resultados, los analistas han tenido que revisar al alza sus valoraciones.