
Vidrala es probablemente una de las firmas españolas más expuestas a los precios de la energía. Más concretamente a los del gas, principal recurso de sus fábricas de vidrio. Por este motivo lo pasó tan mal al comienzo de la crisis de inflación y, por eso, vuelve a notarse cierta tensión tras la escalada en el conflicto de Oriente Medio.
Y es que el precio del índice TTF europeo del gas ha repuntado más de un 30% en las últimas dos semanas. No obstante, sigue en niveles muy alejados de los precios desorbitados de hace un año.
Pese a esto, este incremento se está afectando a la confianza inversora sobre Vidrala, que venía comportándose bien hasta la mitad del curso pero que ya se deja un 27% desde los máximos del año, cuando se acercaba a los 100 euros. Este desplome lo deja cotizando en mínimos no vistos desde el mes de noviembre.
De cara al inversor, estas caídas abren de nuevo una oportunidad de entrada en el valor ya que, según explican los expertos, sus últimos resultados trimestrales, publicados la semana pasada, fueron mejores de lo previsto. "Hay que ver cómo evoluciona la demanda y la capacidad de la compañía para sostener los precios de venta", explican desde Sabadell. Para Berenberg, lo más destacado fue que "la rentabilidad superó también las expectativas a pesar de un entorno de demanda complicado [los volúmenes cayeron un 10%]".
"En nuestra opinión, las recientes caídas en bolsa son una oportunidad de compra dadas las ventajas competitivas que tiene Vidrala frente al resto del sector, además de la salud de su balance", agregan. "Raramente han cotizado a las 9 veces ev/ebit en las que se encuentran ahora durante los últimos 15 años", continúan. "Aunque la visibilidad de la demanda es limitada, mejorará progresivamente durante el año que viene pues creemos que Vidrala entrará en un nuevo ciclo den sector con una posición dominante", concluyen.
Un 33% de potencial
Pese a que los resultados han sido buenos, la perspectiva de un mayor deterioro en la demanda ha calado en algunos analistas y ha habido dos (Intermoney y Bestinver Securities) que han rebajado su recomendación de comprar a mantener en los últimos días. Tras estos cambios, Vidrala se queda con un 50% de consejos de compra y un 44% de mantener.
También ha habido algún recorte en las valoraciones que, no obstante, siguen en la zona de los 95 euros por acción de media. Esto, tras las recientes caídas, equivale a un potencial alcista del 33% desde los niveles actuales. "2023 va a ser el mejor año de la historia de Vidrala y pensamos que la rentabilidad retrocederá levemente el año que viene; los fundamentales del sector siguen intactos y, además del potencial, tendrá capacidad para aumentar la remuneración al accionista", exponen desde Berenberg.