Se acabó el respiro. La rentabilidad de las letras a un año ha vuelto a subir hasta el 3,9%, después de que en la subasta previa se relajase hasta el 3,68% por primera vez en el año. Este incremento se ha producido en plena escalada de las rentabilidades de los bonos en el mercado secundario, donde el español con un vencimiento a una década supera incluso el 4%, ante la expectativa de que los tipos se mantengan altos por más tiempo. Aunque las letras compren un escenario de tipos más altos, el mercado no lo espera.
La hoja de ruta que dibujan las expectativas de Bloomberg es que el Banco Central Europeo mantendrá los tipos en el 4,5% hasta junio del año que viene. Ese mes los recortará, y también en septiembre. No obstante, Philip R. Lane, economista jefe del BCE, ha asegurado este martes en una conferencia que "los aumentos de precios todavía están muy por encima del 2%, aún no hemos alcanzado el objetivo de inflación y, por lo tanto, todavía queda trabajo por hacer en términos de reducir la inflación".
En este contexto, en el que los intereses de los bonos se han vuelto a tensar, el Tesoro Público español ha inaugurado las subastas de octubre con una colocación de letras a seis y doce meses, con las que ha captado 4.572 millones de euros. De este importe, 3.535 millones los ha conseguido mediante las letras a un año y el resto mediante letras a seis meses, en las que la rentabilidad también ha sido superior. En septiembre, el organismo pagó un 3,679% por esta referencia frente al 3,83% actual.
Atraídos por estas rentabilidades, que compiten de forma directa con la que ofrecen otros productos conservadores, la demanda de los inversores volvió a superar con creces la oferta. Alcanzó los 9.158 millones de euros, el doble de lo adjudicado.
Gana la carrera contra la inflación
Además, el interés que ofrecen ahora las letras a un año permite cumplir con la premisa más básica de toda inversión, y es batir a la inflación, que en septiembre se situó en el 3,5%. Conviene recordar que para calcular la rentabilidad real hay que descontar el incremento de los precios a la rentabilidad obtenida. De modo que el rendimiento real que lograría un inversor por una letra a un año sería del 0,4%.

A esto se une que la rentabilidad de las letras a un año supera también los intereses que ofrecen los depósitos bancarios. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, los bancos pagan de media un 2,36% a las familias españolas por los plazos de hasta un año, aunque algunas entidades se han desmarcado con ofertas que llegan al 4%.