Hay que remontarse hasta el pasado mes de marzo, en plena crisis bancaria, para ver una caída similar en las acciones de Société Générale, una de las principales empresas europeas de servicios financieros. El banco francés perdía en la jornada del lunes un 12,05%, que le dejan en niveles que no visitaba desde el mes de julio, tras presentar la actualización de un plan estratégico que decepcionó al mercado.
Entre las modificaciones, la entidad presentaba una "mejora de la eficiencia", una ratio de capital CET1, la de mayor calidad, del 13% para 2026 y unos costes que no superarán el 60% de los ingresos para ese mismo año, así como un mayor compromiso con los objetivos medioambientales. Sin embargo, el plan estratégico para el período 2022-2026 establece un crecimiento medio anual de los ingresos de entre el 0% y el 2%, algo por debajo del 3% fijado como objetivo en el cuatrienio anterior, lo que impactaba negativamente en el parqué.
Desde Scope Ratings consideran positiva esta nueva hoja de ruta pese al duro castigo que ha recibido en bolsa: "Consideramos que la actualización del plan estratégico 2022-2026 de Société Générale supone un enfoque realista y exhaustivo de los retos actuales del grupo. Carece de grandes sorpresas porque algunas de las métricas objetivo son simplemente las que cabe esperar hoy en día de un banco europeo líder", desarrolla Nicolas Hardy, analista de la firma, que añade que "la previsión de un crecimiento medio anual de los ingresos de entre cero y el 2% en el periodo 2022-2026 ilustra los retos futuros".
Desde Bloomberg Intelligence, sin embargo, indican que, pese a que la renovada atención de Société Générale a la eficiencia de costes es bienvenida, "creemos que es necesaria una reestructuración más ambiciosa del banco de inversión".
Tras el batacazo, ninguna de las casas de análisis que revisó ayer sus títulos ejecutó un recorte en su valoración, que se mantiene en los 33,16 euros. En el año, sube un 23% en bolsa. No obstante, la corrección del francés sí que arrastró al sector bancario europeo, que cerró con pérdidas de 1,7%, y sólo los italianos BPER Banca y BPM y el español CaixaBank se libraron del rojo en la sesión.