Apasionado del deporte y de su evolución en los mercados, Luis García, gestor del MAPFRE AM Behavioral Fund, ofrece su didáctica visión sobre el comportamiento de los equipos de fútbol en el parqué y el panorama que se abre en España ante el posible debut de Barça Studios.
¿Qué ventajas tiene para un club de fútbol salir a bolsa?
El objetivo principal de una salida a bolsa es financiar el crecimiento. Las empresa llegan a momentos en los que necesitan o bien crecer o bien -como es el caso del Barça- refinanciar deudas (o una mezcla de las dos cosas) y tienen que decidir como lo hacen: con más deuda o a través de inversores privados. El problema es que cuando se necesitan cantidades tan grandes de dinero, es difícil que un solo inversor lo pueda hacer. Una manera atractiva de tener acceso a un mercado gigante de inversores es la bolsa. Tu abanico de posibles inversores se abre muchísimo y además de eso, hay otras ventajas como la liquidez que da a las acciones y la transparencia: las cotizadas tienen que dar cuenta de sus resultados cada tres meses con sus informes, y además, el supervisor revisa sus cuentas y actividades.
Con las salidas a bolsa de los clubes de fútbol, ¿existe el riesgo de que se confunda afición con inversión?
Sí, hay que hacer muchísima más pedagogía. En eso estamos. El mercado de las acciones de clubes de fútbol cotizados es uno de los más ineficientes que yo conozco en su funcionamiento. En mi opinión, hay ocasiones en las que hay diferencias tremendas entre lo que el mercado dice que vale una compañía y lo que de verdad vale y luego hay muchas reacciones que no tienen sentido económico. En el mercado en general suele haber muchas sobrerreacciones en el corto plazo a las noticias negativas e infrarreacciones a las positivas, pero en el mundo del fútbol las ineficacias son mayores, lo cual, desde nuestro punto de vista, es una oportunidad porque el mercado puede ser ineficiente durante un tiempo, pero antes o después se acaba corrigiendo esta tendencia.
De los clubes cotizados ahora, ¿en cuáles tiene posiciones?
En el Borussia Dortmund, que es en el que tenemos la posición más grande del fondo y en el Ajax de Amsterdam, otro club en el que creemos que hay grandes ineficiencias. Ha vendido este verano en el mercado de fichajes varios jugadores por muchos millones y eso no se ha reflejado aún en su cotización teniendo un impacto muy grande. Ambas cumplen los requisitos que exigimos al resto de empresas del fondo, que sean un buen negocio, que tengan un balance desahogado y que tengan un buen equipo directivo con historial de creación de valor. El Borussia, de hecho, presentó resultados recientemente y ya se han recuperado del impacto de la pandemia y ya están generando caja y se espera que el año que viene pague dividendos.
Le he oído decir que "no hay nada más 'value' que el fútbol".
Normalmente los inversores value intentan buscar historias de cambio en las que hay un valor fundamental que está pasando desapercibido para el mercado, y eso es lo que lleva pasando en los últimos años en el mundo del fútbol. Además, las características del fútbol como producto son muy value, porque hay inestabilidad en la oferta (no salen nuevos clubes de fútbol con millones de aficionados de la nada) y en la demanda (el consumidor es muy muy fiel). Y creo que las ineficiencias de mercado no se van a mantener para siempre.
¿Cómo vincula la ESG a la inversión en fútbol?
No hay nada mas ESG que invertir en deporte. Es el mayor canalizador del cambio social. Lo estamos viendo estos días (en clara alusión a la salida de Rubiales de la RFEF) y lo hemos visto en otras ocasiones como cuando en Sudáfrica se usó el rugby para intentar acabar con la separación de razas en en el país. Es el mayor motor de cambio social y una industria muy importante desde el punto de vista medioambiental, porque consume una cantidad de energía que si se gestiona de manera eficiente puede tener un impacto muy importante. Y luego la inversión en fútbol como la estamos abordando nosotros es una historia de cambios de gobierno corporativo de los clubes, que antes no estaban gestionados para crear valor para el accionista y ahora empieza a haber algunos pocos que ya empiezan a estarlo. Es una historia que debería atraer a los inversores de ESG.
Las grandes ligas europeas tienen al menos un club que ya cotiza en bolsa, ¿qué falta en España?
Es la única de las grandes ligas en la que no hay ningún club cotizado en bolsa. De hecho hay varias ligas en las que en algún momento había más de uno. Es una anomalía, porque al final, necesidades de financiación hay en todos los países. Ahora, de hecho, hay dos clubes haciendo una ampliación de capital y una opción podría haber sido salir a bolsa ¿Por qué nadie lo hace? Probablemente falta un poco de divulgación financiera y explicar las consecuencias que tiene una salida a bolsa. Nadie quiere ser el primero, ni que se les echen los aficionados encima... Porque estoy seguro de que quien sea el primero no lo va a tener sencillo, pero si hay alguien que tiene necesidades de financiación, normalmente es más barato financiarse en bolsa.
La salida a bolsa de Barça Studios, ¿puede abrir la veda para que más equipos debuten en el parqué?
Sí, puede ser, en cuanto a que es una noticia que genere impacto y que haya clubes que se lo pueden plantear, pero es importante recalcar que no es el Barça el que sale a bolsa sino que son ciertas divisiones del club. Falta todavía información porque salen áreas de negocio tan diferentes como el merchandising, la productora de contenido, las academias y el hub de innovación, negocios todos ellos que no se parecen en nada entre sí y no sabemos los pesos en cuanto a ingresos de cada uno de ellos. Asimilar eso a un club de fútbol es muy difícil. Con la información que tenemos, la parte que saldría a cotizar del Barça no puede servir de comparable con ningún club de fútbol porque no parece que tenga las mismas dinámicas.
¿Qué valoración podrían tener en bolsa Barca o Madrid como club si decidieran salir a bolsa?
Es muy complicado, hay que estudiar muy bien y en profundidad sus cuentas. Tienen que pasar muchas cosas para que desde un fondo de bolsa se decida invertir en un club de fútbol. Hay muchas cosas que entran en juego. Incluso el mercado tampoco te da mucha información. Lo que se ha pagado por el Chelsea (Todd Boehly cerró la compra en más de 5.000 millones de euros) seguro que se pagaría por Madrid o Barcelona pero para llegar a una valoración, los múltiplos de las cotizadas tampoco te dan mucha información. No es una cuestión sencilla. Y en el caso de Barça Estudios en concreto, la dificultad adicional es que no se puede comparar con un club de fútbol en sí porque se intenta sacar a bolsa una parte del equipo que no tiene que ver con las tres fuentes de ingresos principales de clubes, que son fundamentalmente derechos de televisión, traspasos de jugadores y taquilla.