
Los datos macroeconómicos de China del mes de julio reflejaron una desaceleración de la actividad en el país que está provocando la caída de la mayor parte de la renta variable global en el mes en curso. Y sepan que los sectores más defensivos (aquellos que se ven menos afectados en periodos de incertidumbre) tampoco están esquivando sobre el parqué los miedos de los inversores ante la posibilidad de un efecto contagio del estancamiento de la economía del gigante asiático al resto del mundo.
El índice MSCI que recoge a las principales compañías enfocadas al consumo básico retrocede un 3,7% en lo que va de agosto. Estas caídas se repiten tanto en el grupo de las estadounidenses como en el sector europeo aunque estos segundos, de media, superan el recorte del 4% desde el cierre de julio y arrojan un comportamiento peor en el mercado casi desde que comenzó el año. Una de las explicaciones se encuentra en la evolución de la inflación en cada una de estas geografías que sigue sin estar bajo control.
Mientras en Estados Unidos el incremento de los precios ya se sitúa en el 3,2%, en la eurozona el Índice de Precios al Consumo (IPC) aún está en el 5,3%, lo que encarece la cesta de la compra de las familias y limita su consumo de productos esenciales. Y a esto se le suma que sin la aportación de China al crecimiento global otras economías con estrechos lazos comerciales con el país pueden cambiar su lento crecimiento por una recesión.
"Mantenemos nuestro posicionamiento defensivo, en particular en la eurozona, donde el debilitamiento del ciclo económico ha empezado a pesar sobre el rendimiento relativo de los valores cíclicos. Como esperamos que el ciclo siga siendo débil y dado que las valoraciones de los valores cíclicos frente a los defensivos se encuentran en niveles en los que siempre han alcanzado sus máximos en la última década (excepto en 2020), creemos que las probabilidades están claramente a favor del extremo más defensivo del mercado", estimó el estratega de JSS Sustainable AM, Wolf von Rotberg.
Hasta la fecha, el sector está capeando el entorno de precios altos, a base de traspasar el incremento de los mismos al consumidor último. Esto ha permitido mantener unas ganancias estables en casos como el gigante americano de ventas al por menor Walmart, que actualizó ayer sus resultados trimestrales.
La compañía presentó este jueves sus resultados del segundo trimestre del año, unas cuentas que superaron las expectativas del mercado tanto en ventas como en beneficios (registró un beneficio por acción de 1,8 dólares frente al 1,7 estimado), aunque las caídas de Wall Street se llevaron cualquier recepción positiva a los resultados y se dejaba un 1,4% al cierre europeo. Además, la cadena americana elevó su pronóstico de beneficio anual aunque adoptó un tono cauteloso en la evolución del consumo y la economía estadounidense.
Pero lo cierto es que el mercado ha rebajado previsiones de ingresos para otros valores ligados al consumo básico y esto hunde el precio de acciones como Odeco, que cede un 8% en quince días o el 16% que se deja la cadena de panaderías británica Greggs.
Obviamente, hay excepciones como Carrefour, la alemana HelloFresh o la sueca Essity que avanzan en agosto aunque sea por la mínima. Además, el consenso de mercado recogido por FactSet sigue viendo oportunidades de compra en las cinco más grandes del consumo básico de la eurozona que son: Axfood y Tesco además de las tres anteriores siendo HelloFresh la que presenta el mayor potencial, un 25%. En el caso de las estadounidenses serían las distribuidoras de bebidas las que reflejan el mayor recorrido por delante para los expertos (PepsiCo y Coca-Cola) mientras que Costco tiene un margen de mejora del 5%, según las firmas de análisis.