
Los metales ligados a la construcción vuelven a reflejar las dudas de un sector inmobiliario chino que no crece al ritmo esperado. Los contratos del níquel perforaron la referencia de los 20.000 dólares por tonelada en el mercado de metales de Londres (LME), por sus siglas en inglés) por segunda vez en el año hasta los 19.780 dólares y al alcanzar esta marca cotiza en su mínimo desde julio del año pasado.
La caída del 35% del níquel en el año está ligada a las expectativas del mayor consumidor de este metal del mundo. "Los precios se han visto afectados por una gran cantidad de señales económicas negativas provenientes de China", estimó la analista de Bloomberg Jessica Zhou. La actividad manufacturera del gigante asiático permanece en zona de contracción por tercer mes consecutivo (por debajo de los 50 puntos), según el índice PMI del sector manufacturero del país.
Aunque también influye la producción al alza y los altos inventarios de Indonesia: el principal productor de níquel del mundo y el que cuenta con las mayores reservas del metal vinculado a la fundición del acero inoxidable.
Los inventarios de níquel de LME están en su nivel más bajo de 2007, una situación que debería levantar el precio del metal a la larga. Sin embargo, puede ser que ocurra todo lo contrario. Según la analista de ING Ewa Manthey, en 2022 se produjeron 3,06 millones de toneladas de níquel y se utilizaron 2,95 millones, lo que se traduce en un superávit de más de 100.000 toneladas. Pero los cálculos de Manthey barajan un consumo de 3,13 millones de toneladas y una producción de 3,37 millones de toneladas que incurriría en un déficit superior a las 300.000 toneladas de metal que mantendría la presión a la baja de los precios.
Por otra parte, la situación del níquel no es única, aunque sea el metal cotizado que más retrocede en el año dentro del LME. El Zinc cede un 22% y el aluminio un 9,9%.