
Como era de esperar, los mensajes que llegaban ayer desde Sintra, la ciudad portuguesa donde se reúnen los mandamases de diferentes bancos centrales del mundo, cotizaron en el parqué. Christine Lagarde, presidenta del BCE, fue contundente: "Es poco probable que en un futuro próximo el banco central pueda afirmar con plena confianza que se han alcanzado los tipos máximos". Unas palabras que fueron recogidas con fuerza por las entidades bancarias, que se benefician especialmente de esta medida, con un alza del 2,2% de media entre las seis y subidas que alcanzaron el 3,6% en casos como el de Banco Santander y el 2,59% en el de CaixaBank.
Aunque a lo largo de la jornada estas alzas fueron cambiando su intensidad, el martes cerraba con la entidad capitaneada por Ana Botín, CaixaBank y Unicaja (1,48%) entre las 10 firmas más alcistas del Ibex 35 –y como la primera del Stoxx Banks 600, en el caso de Banco Santander–. A BBVA y Bankinter les costó más recoger este optimismo, aunque finalmente también alcanzaron el verde y cerraron con subidas del 0,53% y 0,95% respectivamente. Banco Sabadell, por su parte, se anotó un 1,68% en el día.
Este rebote llegaba después de que el lunes las entidades bancarias fueran protagonistas del Ibex, justo por lo contrario, ya que fueron las más damnificadas con una caída media del 1,5% de media.
En Europa, las palabras de Lagarde tardaron más en calar en el parqué. El Stoxx 600 Banks, que aglutinas las entidades más grandes del Viejo Continente, cotizó con leves pérdidas la mayor parte de la jornada, aunque finalmente cerró con una subida del 0,92%. En el año, el sectorial del Viejo Continente se anota una subida del 7,54%, con Unicredit y Bper Banca como las más alcistas, con subidas del 55% y 40%. Desde la tomenta bancaria que se desató en marzo tras las quiebras de SVB y Credit Suisse, el índice pierde en torno a un 8%, cuatro puntos menos que el Ibex Banks.